Alejandro Colunga exhibirá sus paraísos infernales

GUADALAJARA, JALISCO.- Para Suny Ramírez es un honor saber que la obra de Alejandro Colunga habitará las salas del Museo de las Artes (Musa) de la Universidad de Guadalajara. "No hay mejor forma de celebrar el aniversario del museo", dice, sobre todo cuando se trata de un espacio universitario que ha podido perdurar a través de 13 años.

Pero Alejandro Colunga asegura en entrevista que "no es una súper exposición" la que se abrirá el 4 de septiembre en el Musa y el Instituto Cultural Cabañas, aunque la muestra estará integrada por 194 obras en distintos formatos y de épocas diversas.

"Simplemente son 40 años de trabajo; desde 1968 año en que arranco con mi primera exposición formal hasta el 2008, que afortunadamente seguimos vivitos y coleando. No se había dado porque estaba inmerso en mis proyectos. Se me hizo la invitación, yo encantado la acepté, es un compromiso, les debo a personas de dos o tres generaciones atrás", explica el artista plástico, uno de los más importantes del país.

Con los pies bien puestos sobre la tierra y la mente aparentemente sumida en un mundo fantástico -tanto como lo son sus obras-, Alejandro Colunga asegura que durante todo este tiempo que no se le vio en ninguna exposición, ha estado trabajando, haciendo lo que ama, transformando sueños en realidades plásticas.

"No soy un ogro, soy un simple trabajador de lo que amo y de lo que quiero compartir a quien lo quiera recibir", dice, asegurando que el éxito no se le ha subido a la cabeza. "Estoy haciendo mi trabajo con todo el amor del mundo".

Después de 34 años se le verá de nuevo a Alejandro Colunga, un artista que a veces se asoma como un personaje más de sus imágenes, con una exhibición compartida; pues si bien fue Suny Ramírez quien se aventó a invitar al creador y a Guillermo Sepúlveda -en su papel de curador- para llevar a cabo la exposición, también se comunicó con María Inés Torres para proponerle que el Instituto Cultural Cabañas se abriera para el multifacético artífice.

"Hay mucha gente trabajando en esto, con todo su esfuerzo y corazón. Sin ellos no se podría", advierte Colunga, quien mostrará en Maravillas y Pesadillas 1968-2008 algunas piezas de reciente creación e incluso una que otra que llegará al museo recién salida del taller.

"Habrá nuevos juguetes muy recientes. Son puras diversiones, me estoy divirtiendo como enano, en un circo con enanitas. Hay novedades, locuras y te lo confieso porque lo último que estoy haciendo ahora lo soñé. Es algo que estoy haciendo en realidad. Este sueño tiene una parte divertida y otra parte de pesadilla. Por eso mi hermano Miguel tituló la exposición así. Va a ser un infierno y a la vez un parque de niños muy maravilloso", expresa.

Evidentemente la exposición que se inaugurará primero en el Musa (donde se exhibirán 143 piezas) y después en el Instituto Cultural Cabañas (con 51 obras en mediano y gran formato), muestra un cambio continuo en la obra de Alejandro Colunga, pero quizá el más importante a lo largo de 40 años, es el que se ha dado en la personalidad del artista.

"Hay un cambio muy profundo, muy radical; sobre todo en lo más interno de mi alma. Del tiempo no lo cuento, 40 años pueden ser cuatro minutos o 400. No cuento el tiempo, es mi trabajo y a través de mi trabajo ha habido un cambio como ser humano, definitivamente", advierte.

De fiesta

"Celebrar 13 años de actividades de un museo en las condiciones de Guadalajara, y que siga siendo un espacio con exposiciones de mayor dificultad y que nos superemos en cada exposición, es un logro, porque acuérdate que a todo le apostamos menos a la cultura. Entonces que este espacio continúe es por voluntad de los rectores que nos han tocado. Son 13 años de una actividad constante; ha sido muy vertiginosa la programación del Museo de las Artes", comenta Suny Ramírez, orgullosa directora del Musa, espacio que este 2008 celebra un año más de vida.

Y como se trata de una fiesta doble -40 años de trayectoria artística de Alejandro Colunga y 13 del Musa-, el Museo de las Artes está preparando un catálogo con la obra del artista invitado.