Alberto Vázquez y Enrique Guzmán irradian nostalgia rocanrolera

GUADALAJARA, JALISCO (28/SEP/2014).- Ya no son los jóvenes que rompían corazones en los años sesenta, pero siguen conservando la magia seductora que los caracteriza. Y así se refrendó el sábado por la noche cuando Alberto Vázquez y Enrique Guzmán irrumpieron en el Auditorio Telmex ante más de siete mil personas para hacer brotar la nostalgia del rock and roll con sus éxitos.
 
Pese a que hubo media hora de retraso para comenzar el espectáculo, Alberto Vázquez apareció cerca de las 21:30 horas para explicar que Enrique tenía la culpa de la demora.
 
"Antes que nada quiero pedir una disculpa por esta  tardanza, pero el señor Guzmán y yo no nos llevamos bien, y pues él dijo que salía a hasta las 22:00 horas, pero el que es perico donde quiera es verde, esperamos que pasen un rato agradable con nosotros".
 
Entonces, Vázquez con la ayuda de un taque de oxígeno, ya que padece epoc a causa del tabaco, empezó la velada con las canciones, "Sixteen tons", "El velador", "Cosas" "El pecador" y "Fue en un café", entre otras.
 
Después tocó el turno del papá de Alejandra Guzmán para deleitar con "La plaga", "Acompáñame" y "Payasito", si hay algo que caracteriza a Enrique es su irreverencia total para dirigirse al público, que le aplaudió cada uno de sus comentarios y puntadas.
 
"Qué gusto de venir a Guadalajara, los voy a llevar por el camino de mi música y mi historia, con esta canción ganamos la OTI y se ha vuelto un himno, la canción se llama 'Con y por amor'". Y de inmediato sonaron los acordes de la melodía.
 
No son amigos
 
Aunque se preveía que ambos iban a compartir el escenario, esto no sucedió así. Alberto Vázquez dijo que nunca han sido amigos y jamás lo van a ser pues no comulga con la forma de ser y de pensar de Enrique Guzmán, incluso dijo que éstas serían las últimas presentaciones que tendría con el intérprete de "Agujetas de color de rosa".
 
Las leyendas nunca mueren y ayer se constató que estos personajes del rock and roll siguen más vigentes que nunca en la memoria del público.
 
INFORMADOR / Enrique Esparza