Adiós a 2008 con música

GUADALAJARA, JALISCO.- La Orquesta Filarmónica de Jalisco compartirá escenario con la soprano María Katzarava para ofrecer un programa variado y festivo
Inspirado en la tradicional cita musical que cada año se celebra en Viena, vuelve a Guadalajara el concierto de fin de año interpretado por la Orquesta Filarmónica de Jalisco (OFJ), tras el éxito de ediciones anteriores, con una atractiva selección de obras de Johann Strauss (Vals del emperador y Marcha Radetzky), Nikolai Rimsky-Korsakov (Danza de los acróbatas), Aram Khatchaturian (Vals de la suite Masquerade), Camille Saint-Saëns (Bachannale de Sanson y Dalila), Charles Gounod (aria de las joyas de la ópera Fausto), Vicenzo Bellini (Qui la voce de la ópera I puritani), Pablo Luna (De España vengo), Ruperto Chapi (Carceleras), Eduardo Magallanes (Mexicano) yTchaikovsky (Capricho italiano).

Se trata, en palabras del director titular de la Filarmónica de Jalisco, Héctor Guzmán, de un programa "de una gran variedad", en el que destaca la participación de la soprano de apenas 24 años María Katzarava. Los conciertos de Navidad y de fin de año de la OFJ siempre terminan siendo especiales de una manera u otra, pero la presencia en el escenario de esta joven promesa mexicana de la lírica, ganadora recientemente del primer lugar en las categorías de Ópera y Zarzuela del certamen Operalia 2008, uno de los más prestigiosos del mundo, convierte en únicas las presentaciones para despedir este 2008 de la formación musical más representativa del Estado programadas para los próximos días 30 y 31 de diciembre, en la Plaza de la Liberación (entrada libre) y en el Teatro Degollado, respectivamente.

"Tener en Guadalajara a alguien como María Katzarava, cuando hoy por hoy es la soprano joven más famosa, ganadora del concurso más importante del mundo, es lo que hace la diferencia del programa del concierto de fin de año de 2008 respecto a los de ocasiones anteriores", afirma Héctor Guzmán, quien estará en el podio dirigiendo a los músicos de la OFJ el martes y el miércoles.

Los prejuicios de muchos sobre lo redituable de las profesiones relacionadas con el arte nunca fueron un obstáculo en la vida de la mexicana María Katzarava, merecedora de grandes logros como soprano a pesar de su juventud. Su éxito, considera, se lo debe en parte a que nació dentro de una familia de artistas.

Una soprano mexicana en la escena mundial

Siempre ha contado con el apoyo de su padre, Archil Katzarava (de origen georgiano, región de la antigua Unión Soviética), al igual que de su madre, Delia Hernández, ambos violinistas, otrora integrantes de la Orquesta Sinfónica Nacional. Justamente con su padre, María Katzarava inició a los tres años de edad sus lecciones de violín y los complementó con las de piano, que recibió de su hermana Lela.

María Katzarava creció en ese ambiente familiar proclive a la sensibilidad del arte. Su primer concierto lo ofreció a los ocho años de edad, como violinista, con la Orquesta Juvenil de la Escuela Nacional de Música, pero sería cuatro años después, cuando asistió al Teatro del Palacio de Bellas Artes, que descubriría un género lo suficientemente atractivo para ella como para querer dedicar su vida profesional a él: la ópera.
La joven Katzarava quedó fascinada al presenciar La bohème de Giacomo Puccini, en una producción en la que participó el tenor Fernando de la Mora. De inmediato quiso tomar clases de canto, pero tuvo que esperar a que su voz se desarrollara para ello. Así, a los 15 años de edad, ingresó en la cátedra de la maestra Rosario Andrade y, dos años más tarde, en la Escuela Superior de Música, donde estudió bajo la tutela de Maritza Alemán.

En 2002, María Katzarava formó parte del Coro de Cámara del Cenart, bajo la dirección de Gerardo Rábago. Un año más tarde obtuvo el premio a la Revelación Juvenil en la vigésimo primera edición del Concurso Nacional de Canto Carlo Morelli, certamen en el que en 2004 consiguió el tercer lugar, para finalmente alzarse con el primer sitio al año siguiente, 2005. El historial de participación de la soprano en esta justa dibuja claramente su espíritu tenaz, su empeño, su progreso y las ganas de conseguir sus objetivos.

En 2004 ganó el Concurso Maritza Alemán y debutó, en Chihuahua, bajo la batuta de Carlos García Ruiz, como Serpina en La serva padrona de Giovanni Battista Pergolesi. Pero lo más relevante de aquel año para María Katzarava fue la obtención de la beca de perfeccionamiento operístico Ramón Vargas-Pro Ópera, con la que pudo continuar su preparación vocal bajo la instrucción de Gabriel Mijares.

En 2005, fue finalista del Concurso Internacional Francisco Viñas, en la ciudad española de Barcelona, y ganó un premio especial para perfeccionarse operísticamente, en Siena (Italia), en un curso impartido por el célebre tenor Carlo Bergonzi.

Desde luego, su triunfo en el Morelli, a los 21 años de edad, permitió que su carrera se desarrollara con mayor resonancia, presentándose con éxito en Bellas Artes y compartiendo escenario con cantantes de la talla de Anna Netrebko, Ainhoa Arteta, Rolando Villazón, Fernando de la Mora y Ramón Vargas, su mentor.

CONCIERTO DE FIN DE AÑO. Días: 30 y 31 de diciembre de 2008. Lugar: Plaza de la Liberación (martes) y Teatro Degollado (miércoles). Hora: 20:00 horas. Precio: De 90 a 200 pesos. Venta de localidades: En taquilla y a través del Sistema Ticketmaster (www.ticketmaster.com.mx y 38 18 38 00). Entrada libre al concierto en la Plaza de la Liberación. Director: Héctor Guzmán. Participación especial de la soprano María Katzarava.