Adal Ramones llama a la buena fortuna

GUADALAJARA, JALISCO.- Para Adal Ramones los últimos dos años han sido claves para su desarrollo profesional como actor y productor, cuyo resultado ha sido un sinnúmero de proyectos que uno a uno se concretan. Y es que luego de estar alejado de su faceta de conductor, Ramones dice haber aprovechado el tiempo al máximo para realizar algunos de sus sueños. Uno de ellos, el montar una vez más una obra creada por Woody Allen, en esta ocasión se trata de Don’t drink the water, antes lo había hecho con Sueños de un seductor. La otra asignatura que tenía pendiente el artista tiene que ver con su hija y uno de los personajes favoritos de ambos: Topo Gigio, quien fuera famoso en la década de los años ochenta cuando Raúl Astor compartía escena con el pequeño ratón en la televisión.

Sin embargo tanto la obra Don’t drink the water -que planea adaptarla en español y estrenarla en Monterrey para luego montarla en algunas ciudades de la República- como el producir una programa semanal de televisión con Topo Gigio no son las únicas cuestiones que capten su atención por completo, pues ayer en su visita a nuestra ciudad con motivo de una gira privada donde presenta sus monólogos, aseguró estar a punto de concluir la grabación de la serie Los simuladores, mientras que está al tanto de la posproducción de la cinta mexicana Martín al amanecer, papel que significa su primer protagónico, y que destaca por no ser comedia, sino un drama en el que comparte créditos con Carmen Salinas.

Lo anterior sin olvidar que está por estrenarse la película de Beto Gómez El soldado Pérez y que se espera que en marzo regrese a la televisión con la nueva versión de su programa Otro rollo, que posiblemente se le asigne otro nombre, a manera de refrescar la propuesta.

Cuestionado por EL INFORMADOR sobre cómo es que se puede ser autocrítico cuando se está al frente y detrás de las cámaras, una especie de hombre orquesta, Adal Ramones respondió que aunque resulta complicado ser conductor, productor y actor en un mismo proyecto, es como mejor se desempeña.

"Sé que el hacer de hombre orquesta es lo peor que puede ocurrir en estos tiempos, pero creo que 12 años viví así, cuando estaba en Otro rollo, y estoy conciente de que es muy difícil, pero creo que finalmente tiene mi sello, y no podría regresar a la pantalla si alguien más estuviera a cargo de la producción, yo tengo que estar comprometido con lo que hago, porque ‘al ojo del amo engorda el caballo’, pero cuesta muchas idas al hospital o que tu mujer tenga un foto y le diga tu hija ‘éste es tu papá’ (risas)".

EL INFORMADOR/ Altagracia Lizardo Medina