Actuar siempre es un regocijo

GUADALAJARA.- Dicen que el tiempo es sabio, que nunca se equivoca. También dicen
que al César lo que es del César, y a Demián Bichir lo que le corresponde. Y es que el actor lo mismo recibe aplausos que críticas mordaces, sobre todo si se trata de su trabajo en el cine, donde con todo y
lo que se pueda decir sobre sus actuaciones lo cierto es que su nombre figura en las carteleras y sin duda se trata de una cara conocida. Y en su reciente visita al Festival Internacional de Cine en Guadalajara
con motivo de la presentación de la cinta Enemigos íntimos, dirigida por Fernando Sariñana, Bichir afirmó estar peleado con la televisión y por el momento prefiere concentrarse en su carrera como actor de cine. Tan sólo por el gran placer que le representa dar vida a diversos personajes para plasmarlos en la pantalla grande, Demián dice soñar
con ser dirigido por cineastas como Woody Allen, Martin Scorsese o el mexicano Fernando Eimbcke, y aunque pueda parecer lejana la posibilidad de que se concrete un proyecto con dichos cineastas, por ahora
Bichir se puede jactar de haber trabajado recientemente con Steven Soderbergh, realizador de cintas como Erin Brockovich, Ocean’s Eleven y Ocean’s Twelve. La película en la que Bichir comparte créditos con el actor Benicio del Toro lleva por título Guerrilla en español y The Argentina en inglés; y se realizará en ambas versiones.
El estreno del filme se espera para mayo próximo dentro del Festival de Cannes en Francia. A propósito de su vista a la Perla Tapatía, Demián Bichir platica con EL INFORMADOR sobre lo que significa ser actor y sus expectativas.

¿Qué debe tener un personaje para que le des vida?
“Polos de ida y vuelta, y eso siempre complica el trabajo. Sin
embargo es lo que termina haciéndolo interesante”.

Cuando te ves en pantalla ¿cómo te sientes?
“Amo mi trabajo, sin embargo suelo ser un crítico feroz y sé que
hay que darle descanso de vez en cuando, porque en ocasiones eso no
me deja avanzar. Puedo ser mi peor enemigo y mi crítico más severo, a
veces no me doy mucho ‘chance’ de gozar las películas”.

¿Qué respondes cuando te preguntan por qué habría que ver tu trabajo?
“Desde que empecé en esta carrera siempre me preguntan
porqué el público tendría que ver mi trabajo y llegué a la conclusión
de no decir que vayan a verme, por mí que ni me vean, es como si
yo quisiera que la gente fuera a un museo o a un concierto de Julieta
Venegas, no encuentro una razón para convencerlos”.

¿Entonces qué significa que la gente te vea actuando?
“Los seres humanos somos bichos sensibles que necesitamos estar
en contacto con manifestaciones artísticas que nos conmuevan,
por eso amo actuar, porque el trabajo artístico nace de la necesidad
de hacer algo con la única vida que tengo, y qué mejor que con lo que
sé hacer y con lo que amo, lo que entiendo, para lo que estudié y a lo
que me he dedicado toda la vida. Lo que suceda después si deciden verme
o no, está completamente fuera de mi control, pero claro que me
encanta ser visto”.

¿Qué pasa si una película o algún proyecto no tienen éxito?
“Mi trabajo termina cuando
dicen ‘cada quien a su casa’, hasta ahí puedo decir que cada vez que
sucede una obra de teatro o una película reafirma para qué estoy
aquí, una cosa que llamo el milagro de dar vida a algo que sólo existe
en un papel. Hasta ahí siempre es un regocijo, lo que le ocurre a la
película o la obra después es una cuestión que está totalmente fuera
de mi alcance por eso no me formo expectativas al respecto”.

Dices que deseas trabajar con Scorsese, Woody Allen o Eimbcke,¿qué tan posible lo visualizas?
“Soñar en grande o en pequeño
cuesta lo mismo, así es que es mejor soñar en grande, y sé que está
difícil pero lo peor que puede pasar es que me digan: ‘Ah pin… soñador,
mira con qué anda soñando’, pues sí, pero es mi bronca, los sueños
no causan impuestos, ni me llevo la lana de nadie”.

HAN DIRIGIDO A BICHIR
Javier Patrón Fox
Fernando Sariñana
Antonio Serrano
Jorge Fons
Carlos Carrera
Agustín Díaz Yanes
Alejandro Springall

EL INFORMADOR / MOM / 14-03-08