La Organización Internacional del Trabajo (OIT) revela que mil 600 millones de trabajadores informales, que representan la mitad de toda la población mundial económicamente activa (tres mil 300 millones), corren el “riesgo inminente” de ver desaparecer sus fuentes de sustento entre abril y junio a causa del virus.“La crisis provocada por la pandemia ha dado una estocada contundente a la economía informal, el grupo más vulnerable del mercado laboral”, subraya el informe “El COVID-19 y el mundo del trabajo”.Aunque las mayores afectaciones se prevén en el segundo trimestre del año, en el primer mes de la crisis (marzo) se registró una caída de 60% en los ingresos de los trabajadores informales, ante las suspensiones de actividades no esenciales y el aislamiento de la población. Sin embargo, en América y África el porcentaje se estima en una reducción de 81 por ciento. En México hay 60 millones de personas económicamente activas, de las cuales más de la mitad están en la informalidad.Por eso, la OIT insta a los Gobiernos a ampliar los programas que ayuden a este sector de la población, pero también a las empresas en riesgo de cerrar.Ante la pandemia del COVID-19, la mitad de los tres mil 300 millones de trabajadores en el mundo corre el riesgo de perder su medio de subsistencia durante este segundo trimestre (abril, mayo y junio), advirtió la Organización Internacional del Trabajo. El director Guy Ryder presentó un nuevo estudio sobre las consecuencias económicas del confinamiento y dijo que se espera un “enorme” impacto en materia de pobreza. En otras palabras, mil 600 millones de trabajadores de la economía informal corren el riesgo inminente de ver desaparecer sus fuentes de sustento a causa del coronavirus.Aunque estas personas figuran entre las más vulnerables en el mercado de trabajo, “todos debemos pensar en el sufrimiento humano que se esconde detrás de esta cifra”. En el primer mes de la crisis (marzo pasado), los ingresos de los trabajadores informales cayeron 60% en todo el mundo. La caída fue de 81% en África y América, así como de 21.6% en la zona Asia-Pacífico. Y de 70% en Europa y Asia Central.“Sin fuentes alternativas de ingresos, estos trabajadores y sus familias no tendrán medios de subsistencia. Además, millones de empresas tienen problemas para mantenerse a flote. No tienen ahorros o no tienen acceso a los créditos. Es la realidad que enfrenta el mundo del trabajo. Si no les ayudamos ahora, van a desaparecer”. Según el informe, la proporción de trabajadores que viven en países en los que la clausura de los lugares de trabajo es recomendada u obligatoria se redujo de 81% al 68% en las dos últimas semanas.Las estimaciones de la OIT indican que en el primer trimestre, las horas de trabajo en todo el mundo disminuyeron 4.5% (lo que equivale a unos 130 millones de empleos a tiempo completo, sobre la base de una duración semanal de 48 horas) en comparación con el cuarto trimestre de 2019.Y se prevé que la situación se agrave en el segundo trimestre debido a la prolongación y la ampliación de las medidas de confinamiento. Durante este periodo, la organización prevé que el total de horas de trabajo en el mundo debería ser 10.5% inferior (al trimestre anterior a la crisis). Esa caída equivale a 305 millones de puestos de trabajo a tiempo completo, lo que representa un claro deterioro con respecto a la estimación anterior de 195 millones, publicada hace dos semanas. Aunque la situación empeoró en todas las regiones, las estimaciones confirman que América (-12.4%), Europa (-11.8%) y Asia Central (-11.8%) experimentarán las mayores pérdidas de horas de trabajo en este segundo trimestre.DificultadesMás de 436 millones de empresas en el planeta afrontan un grave riesgo de interrumpir su actividad por la crisis generada por el COVID-19, añade la Organización Internacional del Trabajo (OIT). Por eso recomienda adoptar medidas urgentes para ayudar a estos negocios y sus empleados.Según su tercer informe sobre los efectos de la pandemia en el mercado laboral, calculó que unos 232 millones de empresas de comercio mayorista y minorista, 111 millones del sector manufacturero, 51 millones en la hostelería y 42 millones en otras actividades, como la inmobiliaria, están en serio peligro.“Millones de empresas en el mundo están al borde del colapso, carecen de ahorros y de acceso al crédito. Éstos son los verdaderos rostros del mundo del trabajo… y si no se les ayuda ahora sencillamente perecerán”, advirtió el director Guy Ryder.El organismo insta a que las medidas que se tomen en los distintos países para reactivar la economía se basen en un alto nivel de creación de empleo y estén respaldadas “por políticas e instituciones laborales más fuertes, así como sistemas de protección social más amplios y dotados de más recursos”.Por otro lado, aconsejó una mayor coordinación internacional de los paquetes de medidas de estímulo y las iniciativas para aliviar la duda con el fin de que “la recuperación sea efectiva y sostenible”.Malas noticiasNUMERALIALos sectores más afectados en el mundo232 millones de empresas de comercio mayorista y minorista.111 millones de compañías del sector manufacturero.51 millones del sector de negocios de la hostelería. 42 millones en otras actividades, como la inmobiliaria.PrimeraSegundaTerceraCuartaCLAVEEscenario. Para el Banco Mundial, el espacio fiscal disponible del Gobierno de México para brindar apoyos a las empresas y los empleos “es reducido, pero suficiente para encaminar ese tipo de medidas”, subrayó su director Pablo Saavedra, quien remarcó que la aplicación de estas medidas es importante para evitar que la crisis sea permanente.Diagnóstico. Para ejemplificar el punto anterior, explicó que han observado que cuando una persona pierde su empleo como producto de una crisis, si llega a obtener uno nuevo en la etapa de recuperación tiene un salario más bajo. “También tiene una productividad más baja… y a veces el trabajo es en el sector informal, justo cuando se necesita que la productividad sea más alta”.Reunión. El directivo apuntó que se deben aplicar medidas que fueron empleadas por muchas naciones durante la crisis económica de 2009. Enlistó la posibilidad de destinar recursos a las empresas con la condición de que éstas los utilicen para proteger sus puestos de trabajo; es decir, que el dinero sea utilizado para el subsidio de salarios.Baja. Propuso que también se aplique una reducción temporal de la carga horaria, que requeriría modificaciones legales.Futuro. El Banco Mundial pronostica que la economía de México se contraerá 6% en 2020.El enfrentamiento cada vez más agrio entre el Presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) y los empresarios mexicanos corre el riesgo de complicar la salida de la crisis económica del país.Mientras López Obrador apuesta por un plan de austeridad sin endeudar al país, los empresarios reclaman ayudas directas que impidan el despido de millones de trabajadores para afrontar la emergencia nacional por el coronavirus.“La salud es lo primordial, pero se debe comenzar a poner en marcha un plan de ayudas y de reactivación económica. López Obrador debe cambiar de actitud y olvidarse de su carácter neoimperial que hace mucho daño al país”, explicó Gustavo de Hoyos, presidente de la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex).La pugna entre López Obrador y el sector empresarial adquirió esta semana un tono más amargo al criticar el Presidente un acuerdo entre el Consejo Mexicano de Negocios y el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) para conceder créditos a las empresas de hasta 12 mil millones de dólares. Para AMLO, este acuerdo tiene visos de corrupción y recuerda épocas pasadas de las relaciones del poder económico y político. “No me gusta mucho el ‘modito’ de que se pongan de acuerdo y quieran imponernos sus planes”, afirmó el Presidente, aunque tanto las secretarías de Hacienda como de Economía estaban al tanto y habían dado su visto bueno.La secretaria de Economía, Graciela Márquez, aseguró que ese instrumento financiero entre el BID y los empresarios no le genera inquietud. “Es un mecanismo que está en marcha desde 2016” y forma parte de los “circuitos privados” de financiación.Por su parte, “López Obrador muestra, más que terquedad, una contumacia política al perder la racionalidad y persistir en el error con puntos de vista confusos que van a profundizar la crisis económica”, agregó De Hoyos.El llamativo rechazo al acuerdo del BID con el Consejo Mexicano de Negocios es, afirmó, un episodio “desgraciado” porque confirma el distanciamiento de López Obrador con los empresarios y la falta de entendimiento. “México se encuentra en una situación de grave riesgo y el Presidente insiste en que defender a las empresas es algo deleznable. Su postura ideológica es anacrónica y confusa con referencias al neoliberalismo como el origen de todos los males”.Sigue: #DebateInformador¿En su familia alguien perdió el empleo por la crisis del COVID-19?Participa en Twitter en el debate del día @informador