En Jalisco hay cinco millones 337 mil usuarios de internet mayores de 12 años. Entre octubre de 2019 y noviembre del año pasado, un millón 058 mil fueron víctimas de ciberacoso. Una quinta parte.En ese periodo, los internautas recibieron mensajes o llamadas ofensivas, se publicó información personal, fueron criticados por su apariencia o clase social, recibieron insinuaciones o propuestas sexuales o fueron víctimas de suplantación de identidad, entre otras afectaciones, según datos del Módulo de Ciberacoso 2020 del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).Esmeralda Correa Cortés, investigadora de la Universidad de Guadalajara (UdeG), destaca que el acoso cibernético es una expresión de la violencia que está viviendo la sociedad. Entre las principales diferencias, dice la especialista, es más difícil controlar el que se presenta en internet, “aunque sí tiene rostro en ocasiones. Para los padres de familia y para la víctima es más difícil identificar de dónde viene ese acoso y cómo controlarlo”.Tras no concretarse la venta de una mascota, Héctor Acosta comenzó a sentirse acosado por la persona que estaba interesada en realizar la compra, pues este último comenzó a publicar fotos personales y mensajes ofensivos en su contra.“Se cayó la operación de la venta y esa persona se molestó porque no se concretó. Agarró ese pretexto como excusa para hacerlo”.Acosta tiene una tienda de mascotas y en marzo pasado comenzó a ver cómo otras personas replicaban las historias que publicaba ese cliente en Facebook.En Jalisco, la principal situación de ciberacoso que se registró durante el año pasado fue la de mensajes ofensivos: insultos y burlas, con un total de 360 mil 835 usuarios de internet que dijeron haberlo padecido, según el módulo sobre Ciberacoso 2020 del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).De ese total, al igual que Héctor, 172 mil personas conocían a su acosador; decir, la mitad de quienes reconocieron haber sido ofendidos. Y en 162 mil casos, la persona que cometió el acoso cibernético publicó información personal del agresor.Héctor aclara que esa persona era conocida, pero no de trato directo. Por ello, calificó como una agresión que publicara fotos personales, en las que incluso aparecían sus hijos.Lo consideró como acoso cibernético y por ello lo denunció ante la red social, quien borró algunas de las publicaciones. “Como vio que algunas las borraba, comenzó a evitar ciertas palabras y ofensas… y nada más lo ponía como si fuera un caso, sin ofender. Esas publicaciones ya no las borra Facebook. A la fecha siguen estando activas”.Le molestó que no sólo esa persona publicara las historias, “sino que los usuarios que ven ese tipo de notas lo vuelven a compartir como si les constara que fue verdad. No existe un derecho de réplica, la gente simplemente replica lo que ve”.Asegura que tenía cómo comprobar que esas historias eran falsas. “Tenía las capturas de pantalla, pero eso a Facebook no le interesa, sólo el lenguaje, cómo se expresan de alguien”.GUÍAEn Jalisco se cuenta con una Policía Cibernética a través de la cual, la Fiscalía del Estado brinda orientación a la ciudadanía respecto de los pasos que debe seguir para presentar una denuncia en caso de ser víctima de un delito cometido a través del uso de las tecnologías de la información. Además de que la Policía Cibernética colabora con el Ministerio Público de así requerirlo en las investigaciones.Si ha sido víctima de algún delito donde intervenga el uso del internet, debe acudir a presentar la denuncia personalmente. Si habita en la Zona Metropolitana de Guadalajara puede acudir a la Fiscalía del Estado, ubicada en la Calle 14 número 2550, en la Zona Industrial. “Si usted vive fuera de la zona metropolitana, puede presentarse en las oficinas del Ministerio Público más cercanas a su domicilio. Puede ubicarlas en el siguiente enlace: https://fiscalia.jalisco.gob.mx/servicios-y-programas/agencias-y-delegaciones”.En caso de que la persona que fue víctima de algún delito por estas vías no radicara en Jalisco, deberá denunciar en la Fiscalía de su Estado o con el Ministerio Público de su Entidad. “Por lo que sugerimos solicitar al Ministerio Público que gire un oficio de colaboración dirigido a la Coordinación para la Prevención de Delitos Electrónicos de la División Científica de la Policía Federal, a los siguientes teléfonos: 55-1103-6000, extensiones 29218, 29123 y 29134. Y al correo: delitocibernetico_pf@cns.gob.mx”.Delito grave Debido a que los delitos como la desaparición y la trata de personas se han trasladado también al ciberespacio, Esmeralda Correa Cortés, investigadora de la Universidad de Guadalajara (UdeG), recomienda a los padres de familia conversar sobre estos temas con sus hijos.Reconoce que algunos jóvenes han sido atrapados en el uso de los videojuegos. “Y también se enganchan de esa manera, incluso con ofrecerles algún tipo de empleo. El caso es sacarlos de casa”.La investigadora acentúa las conversaciones con chicos que le han contado sus estrategias para lograr que la persona que los contactó acceda a verlos fuera de su casa.“Un chavo me decía: Yo, para conquistar una chica, puedo en un solo día enviar 50 mensajes para ver con cuál pega. De esos van a pegar con tres… y de esas tres debo platicar al mismo tiempo porque sólo a una voy a sacarla de casa. A esa, ya sacándola de casa, tengo un 50 por ciento de posibilidades de que acceda a tener sexo conmigo”.Aclara que éste es un caso de sexo consensuado. “Después de que veía esa entrevista, revisando la literatura, me daba cuenta que es una estrategia muy similar a la que hacen los acosadores y la gente que hace trata de personas”.Ese tipo de personas entran al internet y le invierten meses en platicar con la persona. “Por eso el grooming (acoso y abuso sexual en línea) es la principal forma de carnada para hacer daño psicológico a la víctima, porque duran meses conociendo su entorno y conociendo lo que hace para sacarla de casa”.Por ello, subraya, es necesario que los padres de familia conversen con sus hijos sobre el riesgo de conocer personas por internet. “La recomendación es: nunca lo veas en espacios cerrados, siempre mirarlos en espacios completamente públicos y llenos de personas; de preferencia, verlos en un restaurante, en una plaza pública. No parques, no calles”.También se han documentado casos de personas que se disfrazan de homosexuales, quienes conquistan a jóvenes que acaban de hacer públicas sus preferencias sexuales. “Son niños de 12, 13 o 14 años. Los sacan de casa y luego les ponen una tremenda golpiza. Obviamente esos son delitos de odio”. Otra opción es que acompañen a sus hijos a conocer a las personas que contactaron por internet.CLAVESLegislación. En septiembre del año pasado, el Congreso de Jalisco aprobó reformas a la Ley de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia y también en el Código Penal, conocidas como la “Ley Olimpia”, para sancionar todos los delitos de la violencia digital, la violación a la intimidad sexual y el ciberacoso.Violencia. Las agresiones digitales son cualquier acto que se presenta a través de las tecnologías de la información y la comunicación, plataformas de internet, redes sociales o correo electrónico, así como cualquier otro espacio digitalizado que atente contra la integridad, la dignidad, la intimidad, la libertad, la vida privada de las mujeres o cause daño o sufrimiento psicológico, físico, económico o sexual tanto en el ámbito privado como en el público, así como daño moral a ellas y su familia.Modalidades. Se puede tratar de acoso, hostigamiento, difusión sin consentimiento de contenido íntimo, textos, fotografías, videos y datos personales, entre otras acciones que lesionen o sean susceptibles de dañar la dignidad, integridad o libertad de las mujeres.Actualización. Las modificaciones que entraron en vigor en Jalisco permiten también restringir y bloquear del internet o de las redes sociales, las cuentas del agresor cuando se determine que persiste un riesgo para la víctima.Detalle. Comete el delito de ciberacoso la persona que, por medio de las tecnologías de la información y la comunicación, hostigue, acose, persiga, moleste o incomode a otra de forma tal que cause un daño en la integridad psicológica o en la dignidad personal.Castigos. Al responsable de este último delito se le impondrá una sanción de hasta 100 días de trabajo a favor de la comunidad y la asistencia a los programas de reeducación integral con perspectiva de género. Si la víctima fuese menor de edad o se causare algún daño o sufrimiento severo, a juicio del juez o el tribunal, en perjuicio de la víctima, la sanción será de uno a cuatro años de prisión, se puntualiza en el dictamen.TELÓN DE FONDOEn noviembre pasado, Alejandra Rubí (de 13 años) fue reportada como desaparecida. Viajó de Tonaya a Tapachula. Iba a encontrarse con alguien que conoció a través del videojuego Free Fire, quien le envió dinero para el viaje.Tras ese hecho, en el que la menor logró ser localizada, autoridades de Jalisco alertaron sobre el uso de videojuegos en línea, en los que se puede interactuar con personas de cualquier parte del mundo, algunas vinculadas con la trata y la desaparición de la gente. Pidieron a los padres estar alertas.Vía Transparencia, la Fiscalía del Estado reportó que en 2020 desaparecieron dos menores de 13 y 17 años por el uso de videojuegos. Otros 11 casos denunciados en lo que va de la administración estuvieron relacionados con el uso de medios digitales.Para Francisco Gutiérrez Rodríguez, académico de la Universidad de Guadalajara, el uso de los videojuegos en los menores puede ser un factor de riesgo si no se cuenta con el debido acompañamiento por parte de los padres de familia.Es importante que antes de que un padre de familia compre un videojuego, pueda conocer cuáles son las claves que tiene: si es violencia extrema, lenguaje obsceno o sexo explícito.Considerando que la situación actual es difícil por la pandemia, el académico acentuó que prohibir el uso de estos dispositivos no sería lo indicado.PUNTEOSigue #DebateInformador¿Vigila lo que sus hijos consumen en internet?Participa en Twitter en el debate del día @informador