Viernes, 22 de Noviembre 2024
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Economía

El mandato de las afores es generar más rendimientos

Las administradoras no están negadas a invertir en los proyectos del gobierno, pero necesitan corroborar su viabilidad financiera, pues su responsabilidad es hacia los trabajadores y no hacia su utilidad social

 

El Informador

Bernardo González Rosas, presidente de la Asociación Mexicana de Afores (Amafore) responde sin tapujos, directo. ¿Las afores le prestarán al gobierno para construir aeropuertos, trenes y otras cosas?, es la pregunta.

Las afores no financian proyectos, ya sea públicos y privados, que no sean viables financieramente. “Nosotros no hemos dicho que no a esos proyectos (públicos) si se les presentan a las afores estudios técnicos y financieros que demuestren su viabilidad”, respondió.

La semana pasada, durante la celebración del 24 aniversario del sistema de pensiones, el presidente de la Comisión Nacional del Sistema de Ahorro para el Retiro (Consar), organismo regulador del sector, Abraham Vela, dijo que las administradoras no han invertido en los grandes proyectos de este sexenio como el Tren Maya, el nuevo aeropuerto de la Ciudad de México o en una refinería. “Pero que no se les haría manita de puerco para que participaran”, destacó.

Me parece bien, agregó González Rosas, que no nos hagan manita de puerco. Tampoco hemos dicho que no a esos proyectos.

Si se presentan productos con viabilidad técnica, financiera que acrediten la viabilidad de la inversión a los comités de inversión de las afores, con las herramientas pertinentes, serán ellas las que decidan si invierten o no.

El exfuncionario público, que laboró en la Secretaría de Hacienda, en la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV), entre otras entidades del gobierno, fue claro. “Los proyectos tienen que ser rentables para el trabajador, no es lo primordial un beneficio social, lo que las afores buscan son rendimientos en pesos y centavos para los dueños de las cuentas”.

Puros bonos del gobierno

Las 10 afores que operan en México administran 4.9 billones de pesos de 68 millones de trabajadores del país. De esos recursos, que representan el 21% del PIB nacional, la mitad están invertidos en bonos gubernamentales, financian la actividad gubernamental.

“Los recursos prestados al gobierno se han invertido en la economía, en proyectos de infraestructura, se generan empleos, crecen los recursos de los trabajadores para lograr mejores pensiones con rendimientos competitivos a largo plazo y estabilidad económica para México”, dijo.

El mandato de las afores, agregó, es dar los mayores rendimientos a los trabajadores con el menor riesgo posible y sí el gobierno federal paga tasas atractivas, hace sentido invertir en sus papeles.

Desde la perspectiva de González Rosas invertir en renta variable en el mercado bursátil nacional no ha sido rentable porque es poco profundo. Otros instrumentos alternativos, como Ckd´s han dado rendimientos menores a los otorgados por la deuda gubernamental.

“El trabajo de las afores no es desarrollar los mercados como la Bolsa. El objetivo es prestar al que le otorgue al trabajador más rendimientos con un menor riesgo”, destacó.

El presidente de la Amafore ejemplificó que no existe en el país una lista de proyectos, públicos y privados, con estudios de viabilidad financiera, técnica, impacto ambiental y social que ayuden a generar mayor crecimiento económico en el país. Ejemplificó que existen proyectos a través de instrumentos financieros que presenta esquemas viables de energía eólica en algún estado, viables, pero no se vislumbró el impacto social, las comunidades aledañas los rechazaron y estuvieron varados más de cinco años, por la falta de planeación.

Hoy existen muchos proyectos en los que se ofrece hacer un puente, una carretera sin un análisis técnico, social y arrancan el proyecto. Para las afores es difícil arriesgar el dinero de los trabajadores.

Y hablo, agregó, de todos los proyectos, de los públicos y privados. Destacó el exfuncionario público que la banca de desarrollo no está trabajando en el desarrollo de esos esquemas.

Se encuentran en todos lados, grandes listados de proyectos sin análisis, sin estudios técnicos, que se ofrecen sin garantías.

El presidente de la Amafore no perdió la oportunidad de resaltar los logros del sistema de pensiones a 24 años de su creación. Detalló que con la reforma de diciembre pasado, los trabajadores pasarán de recibir el 26% de su último salario a casi el 70%, lo que pone a México en niveles considerados por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) de primer mundo.

Destacó la aportación que pasará del 6.5% del salario al 15% en ocho años, con la aportación de los patrones, así como la reducción en las semanas de cotización para alcanzar una pensión. Además de los 4.9 billones de pesos del sistema, la mitad son recursos de los trabajadores y el otro 51% son rendimientos. “El dinero no se ha perdido”, dijo.

Aeropuerto de Santa Lucía. Las administradoras no han invertido en los grandes proyectos de este sexenio. SUN/Archivo

Afores administran 4.9 BDP; equivalentes al 21% del PIB

A 24 años de su nacimiento, las Administradoras de Fondos para el Retiro (afores) son el segundo inversionista institucional en México más relevante, después de la banca.

Fue la necesidad de las administradoras de invertir los recursos a más largo plazo lo que fomentó que el mercado de valores gubernamentales, alargando la curva de los rendimientos a plazos de 10, 15 y hasta 30 años, dijo Abraham Vela Dib, presidente de la Comisión Nacional del Sistema de Ahorro para el Retiro (Consar).

No era deseable que los ahorros de los trabajadores estuvieran en una sola canasta, por lo que se diversificaron las inversiones.

Comenzó la evolución del régimen de inversión de las administradoras, con lo que abrieron sus portafolios a bonos corporativos mexicanos de largo plazo. En el 2005 se les permitió invertir en renta variable o acciones de empresas nacionales, luego se abrieron a extranjeras; así como a valores extranjeros; mercancías; mandatos y en 2018 en los llamados fondos mutuos.

Pero, antes, en el 2010 se incluyeron vehículos estructurados como Certificados de Capital de Desarrollo (CKD), que invierten a largo plazo en proyectos de energía, infraestructura, capital privado, entre otros.

Un año después lo hicieron en Fideicomisos de Inversión en Bienes Raíces (Fibras) y a partir del 2015 empezaron a hacer en los Fideicomisos de Inversión en Energía e Infraestructura (Fibras E) y en Certificados de Proyectos de Inversión (Cerpis), que son vehículos financieros de largo plazo. A través de sus inversiones, el sistema ha generado rendimientos anuales nominales de 11.21% y reales de 5.48%, según datos de la Consar.

Topes de inversión

Existen topes de inversión para las 10 afores que integran el SAR. Tienen la flexibilidad de invertir 100% de los recursos que custodian en deuda emitida o avalada por el gobierno federal.

Hasta mayo pasado, las administradoras habían destinado el 50.52% de sus inversiones en valores gubernamentales del total de los recursos que tienen bajo gestión. Las afores administran más de 4.9 billones de pesos, que representan alrededor de 21% del PIB.