El Mundial también se disfrutó en la red

Se marchó antes de lo que tenía previsto, en cuartos de final, sin poder confirmarse como el sucesor de Cristiano Ronaldo y de Leo Messi. Pero no solo eso. El atacante del París Saint-Germain fue el centro de muchas las críticas. Algunos rivales le tacharon de "piscinero", el VAR le quitó un penalti y la red se llenó de 'memes' del brasileño rodando sobre el césped tras alguna entrada.

Leyenda del futbol, Diego Armando Maradona estuvo presente en camisetas albicelestes, en pancartas, en los cánticos de los aficionados... y en la grada.

Rezó por la suerte de Argentina, gritó los goles como un hincha más, pero fue cuestionada la forma en que celebró el agónico tanto de Marcos Rojo ante la escuadra nigeriana, enseñando el dedo corazón de las dos manos.

Públicamente se posicionó en contra del árbitro estadounidense Mark Geiger porque, según él, "se inventó un penalti" en el duelo entre Colombia e Inglaterra.

La FIFA emitió un comunicado en el que lamentó "los comentarios inapropiados e infundados" del exjugador de Boca Juniors.

Se despidió dando las gracias en ruso y dejando el vestuario impoluto, lo que despertó la admiración en muchos lugares del planeta. La afición nipona emuló a sus internacionales recogiendo toda la basura de su grada. Es algo que hacen habitualmente, para dar ejemplo al mundo del futbol.
 

Al internacional belga le acompañó la mala fortuna tras el gol de su compañero Adnan Januzaj. Golpeó el balón con rabia, buscando la red, pero la pelota fue directa al poste. El rebote terminó en su cara, aunque esa acción no tuvo mayores consecuencias.

Los internacionales senegaleses ahuyentaron la presión y los nervios antes de sus partidos a través del baile. Su alegría y diversión fueron contagiosas y protagonizaron una de las imágenes del Mundial. De ese modo celebró también sus tres goles el central Yerry Mina, clave para la selección de Colombia en la fase de grupos. El defensa del Barcelona forzó, además, la prórroga en el cruce de octavos de final ante Inglaterra para consagrarse como una de las grandes revelaciones del certamen.

Una libélula que planeaba por el estadio Nizhny Novgorod se metió en la boca del meta de Francia Hugo Lloris, en los primeros minutos del encuentro de cuartos de final ante Uruguay. Después de un saque de puerta, el portero del Tottenham tuvo que esforzarse en evitar comerse involuntariamente al insecto, empeñado en incomodarle. Lloris escupió la libélula, pero su lucha contra el bicho quedó inmortalizada.