Con el objetivo de contribuir con el pacto anunciado para contener el incremento en la inflación, el Instituto del Fondo Nacional de la Vivienda para los Trabajadores (Infonavit) no aumentará las tasas de interés de sus productos de crédito en lo que resta de la presente administración.De esta forma, los créditos que otorgue el Instituto mantendrán una tasa de interés en un rango de 1.91% a 10.45%, dependiendo del nivel salarial de los acreditados, beneficiando a los trabajadores que perciben menores ingresos. Esto permitirá que las familias que obtengan un crédito no se vean impactadas por una presión adicional en pagos mensuales destinados al pago de hipotecas, y coadyuvará a que las expectativas de pago mensual futuro no incrementen, indicó.El Infonavit fijó este nivel de tasas de interés desde mediados de 2021, con el lanzamiento del Nuevo Esquema de Crédito en Pesos, mismo que se mantendrá hasta concluir el sexenio, en 2024.Adicionalmente, para proteger la economía de las familias, el Instituto determinó, en enero de este año, que el incremento en los créditos denominados en Veces Salario Mínimo (VSM) para este 2022 fuera menor al aumento salarial (22%) y la UMA (7.3%).De esta forma, el Consejo de Administración del Instituto anunció que en un ejercicio colaborativo y responsable, aprobó un mecanismo de ajuste para 2022 a través del cual se aplicó un incremento de sólo 4.99% a las mensualidades y saldos de los financiamientos originados en VSM, evitando así la repercusión de la inflación.Para el Instituto Mexicano de Ejecutivos de Finanzas (IMEF), el Paquete contra la Inflación y la Carestía (PACIC), es un programa social disfrazado de pacto que funcionará como un paliativo para bajar precios artificialmente con fines electorales.“Es solamente un paliativo, un pacto disfrazado; es un cálculo político motivado por razones políticas; vienen elecciones en junio en seis estados”, manifestó el vicepresidente del Comité Nacional de Estudios Económicos del instituto, Federico Rubli.Rubli estimó que si la aritmética le ayuda al Ejecutivo, a lo mejor en mayo o junio la inflación será menor al 7.2 por ciento.EL DATOHéctor Iván del Toro Ríos mencionó que a la fecha tenemos una inflación mayor a la que se presentó en todo el transcurso de 2021, “esto ocasiona que la presión económica generada tenga repercusiones”, puntualizó.Agregó que aunque el paquete federal contra la inflación priorizó el aumento de la producción de los granos, recordó que muchos productores dejan el arroz, maíz y frijol y optan por otros productos que pueden ser más rentables económicamente, como el agave y las berries.Para enfrentar el panorama, el investigador recomendó a la población que buscara bienes sustitutos que permitan disminuir el gasto, además de la reducción de gastos innecesarios.El Paquete Contra la Inflación y la Carestía (PACIC) del Gobierno Federal debe durar un máximo de seis meses para evitar problemas en la economía mexicana, coincidieron analistas de la Universidad de Guadalajara (UdeG).Antonio Ruiz Porras, coordinador del doctorado en Estudios Económicos del Centro Universitario de Ciencias Económico Administrativas (CUCEA), dijo que es una medida necesaria pero insuficiente.“Debemos de estar bien conscientes que este programa no va a traer milagros, porque hay gente que piensa que en una semana se van a ver los cambios de precios. Este paquete tiene varias limitaciones, como las presupuestarias, es excluyente de ciertos grupos económicos y no fomenta la productividad y la competitividad de la economía”, afirmó Ruiz Porras.Recordó que en México el 52% de las personas depende del pequeño comercio, el cual fue excluido, lo que implica que el impacto de la política de reducción de precios no va a ser generalizado para la población.“La estrategia de producción que se está planteando cuesta, y no se ha mencionado que los costos hasta este momento se estima que van a superar 1.4% del Producto Interno Bruto (PIB), entonces, es una estrategia costosa, que excluye a muchos consumidores”, dijo. Por su parte, Moisés Alejandro Alarcón Osuna, coordinador de la Licenciatura en Economía, subrayó que un elemento en contra del paquete es que destinarán 330 mil millones de pesos para estabilizar los precios de las gasolinas y el diésel, y que ese dinero podría aplicarse a otro tipo de programas.Remarcó que el problema de la inflación no es solamente de México, sino que los precios están subiendo en Perú, Colombia, Brasil, Chile y otras naciones de América Latina.Mientras que Héctor Iván del Toro Ríos mencionó que, de continuar con las mismas tendencias, el año podría culminar con cifras que pueden ser superiores a los dos dígitos en materia inflacionaria.Si el Gobierno federal realiza puntualmente las 14 de las 16 acciones del plan, los costos de producir alimentos enlatados como atún, sardinas y sopa de pasta pueden mantenerse pero no se reducirán precios, dijo el director general de la Cámara Nacional de la Industria de Conservas Alimenticias (Canainca), Jonás Murillo.Subieron los precios de los empaques como el acero, aluminio y el vidrio, y eso impacta los costos de producción, además del impacto que hay en las materias primas.Por ello afirmó que si el Gobierno baja aranceles a básicos e insumos, mantienen tarifas carreteras, subsidios a combustibles, entre otros “podríamos tener esa baja de costos de alrededor del 10%, que es lo que podría mantener (precios), pero hay una gran diferencia entre los costos de producción que subieron 15%, mientras que la inflación subió más de 7 por ciento”, indicó.Murillo expuso que la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) “no debería de andar entrando al tema de regular precios, vivimos en un sistema de mercado de libre competencia y de autorregulación del propio mercado”.La Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) negó que el subsidio a gasolinas beneficie más a los consumidores de mayores ingresos, y dijo que está analizando bajar el costo del espectro radioeléctrico.“El estímulo del IEPS no necesariamente es regresivo”, afirmó la titular de la Unidad de Política de Ingresos no Tributarios de la dependencia, Karina Ramírez.Afirmó que el estímulo fiscal que aplica a través de la cuota del Impuesto Especial Sobre Producción y Servicios (IEPS) a combustibles no es regresivo considerando que México tiene una población que en su mayoría trabaja en la informalidad.Si se considera como porcentaje del gasto de las familias, lo que podemos ver en el decil uno (que representa a la población más vulnerable) es mayor que en los más altos, dijo. También comentó que si el Gobierno federal utilizara otro esquema diferente al estímulo fiscal por medio del IEPS a gasolinas que pagan por cada litro los consumidores en las estaciones de servicio, no sería efectivo tomando en cuenta el tamaño del sector informal en el país.Respecto al tema del espectro radioeléctrico, la funcionaria remarcó que están estudiando reducir el costo para las empresas. “En la parte de derechos de espectro, estamos revisando si es posible que el cobro baje en función de si la empresa tiene mayor cobertura”, adelantó.Cuando la Reserva Federal eleva las tasas de interés, como ocurrió el pasado miércoles, el impacto de esa medida se siente incluso afuera de Estados Unidos (EU), ya que afecta a los comerciantes de Sri Lanka, los campesinos de Mozambique y a las familias pobres de todo el mundo.No solamente resultan más costos los préstamos, sino que las monedas nacionales se devalúan.“Genera presiones en todo tipo de países en desarrollo”, expresó Eric LeCompte, director ejecutivo de la Jubilee USA Network, una coalición de organizaciones que combaten la pobreza en todo el mundo.Los incrementos en las tasas de interés afectan a otros países de distintas maneras. Para empezar, pueden desacelerar la economía estadounidense y reducir la demanda de bienes importados. También inciden en las inversiones globales, reduce el crecimiento, genera desempleo y golpea a los negocios que tienen deudas, dijo.Al subir las tasas de interés en Estados Unidos, los bonos del gobierno y de las empresas resultan más atractivos para los inversionistas, que retiran dinero del exterior y lo invierten en bonos. Estos vuelcos hacen subir el valor del dólar y devalúan las divisas de otros países. Las devaluaciones encarecen los precios, sobre todo de los bienes importados. Esto afecta ahora que hay problemas de suministro por la guerra en Ucrania y retrasa las entregas de granos y fertilizantes, haciendo que suban los precios de los alimentos a nivel mundial.SITUACIÓN¿Qué medidas ha tomado para afrontar la crisis económica?Participa en Twitter en el debate del día @informador