LONDRES, INGLATERRA (04/SEP/2016).- La primera ministra británica, Theresa May, consideró que se avecinan "momentos difíciles" para la economía del país debido al "Brexit", aunque se vio "optimista" sobre la capacidad de Reino Unido para superarlos, en una entrevista con la BBC difundida el domingo."No voy a fingir que será un camino de rosas. Debemos prepararnos para el hecho de que por delante habrá momentos difíciles. Pero soy optimista", aseguró May en su primera gran entrevista desde su nombramiento en julio, grabada antes de su viaje a China para la Cumbre del G-20.Subrayó asimismo que en los últimos meses la economía británica había registrado "buenas cifras, mejores que lo que algunos habían previsto".Numerosos analistas creían que el voto en el referéndum del 23 de junio a favor de la salida de Reino Unido de la Unión Europea tendría efectos inmediatos sobre la actividad del país, pero varios indicadores publicados recientemente muestran la resistencia de la economía británica, al menos por el momento.May insistió en que no activaría el artículo 50 del Tratado de Lisboa, que inicia el proceso de divorcio con la UE, antes de finales de año, pese a reconocer que había que responder a las expectativas de quienes habían votado por romper con la Unión.Activa su maquinaria política en la Cumbre del G-20Consciente de esos desafíos, May llegó este domingo a China en busca de nuevos socios comerciales, preparando el terreno para los nuevos tratados que el Reino Unido deberá firmar con sus aliados una vez que se materialice su separación de la UE.La jefa del Gobierno británico arrancó la mañana con un encuentro bilateral con el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, el primer encuentro entre ambos desde que May llegara al poder tras la dimisión de David Cameron.En una conferencia de prensa posterior, ambos mandatarios escenificaron la "fortaleza" de su alianza pese al "Brexit", si bien Obama aclaró que negociar un tratado de libre comercio con Londres no es su prioridad.Los líderes de la Unión, presentes en la cumbre, le recordaron por su parte que Londres no puede emprender negociaciones comerciales con ningún otro país mientras siga siendo miembro del bloque."Hablar está bien, pero no puede haber negociaciones (comerciales) mientras eres miembro de un bloque comercial", zanjaba una fuente comunitaria que acompaña a los líderes de la UE en la cita que se celebra en la ciudad china de Hangzhou (este de China).Mientras se acumulan las incógnitas sobre cómo y cuándo se materializará el divorcio, Japón se sumaba a las advertencias de forma previa al G-20 con un detallado informe gubernamental en el que pedía claridad sobre el proceso y recalcaba la posibilidad de la salida de firmas niponas del Reino Unido en el caso de grandes cambios en la legislación.Frente a las dudas, la primera ministra británica optó por el optimismo: "Podemos aprovechar -y lo haremos- las oportunidades que se nos presentan con el 'Brexit', y lograremos que sean un éxito", decía acompañada de Obama frente a la prensa.May repitió ese mismo mensaje en su reunión con el jefe del Kremlin, Vladímir Putin, con quien trató de tender puentes tras unos años marcados por las diferencias entre ambos países, con David Cameron al frente del Gobierno."Es evidente que usted y su equipo se enfrentan a una complicada tarea, pero todos nos enfrentamos a grandes retos. Les deseamos éxito y esperamos poder llevar las relaciones bilaterales a un nivel más alto que el actual", señaló Putin en los primeros minutos de su reunión con May, mientras la líder conservadora esperaba que ambos pudieran tener un "diálogo franco y abierto".Las dificultades no hicieron dudar a May en la cumbre de líderes, donde volvió a reiterar el portazo a la Unión: "Efectivamente Brexit significa Brexit", "El Reino Unido saldrá de la UE", subrayó ante las preguntas de los periodistas.Se espera que la "premier" continúe en esa línea en sus encuentros bilaterales programados para mañana, que incluyen un cara a cara amistoso, con uno de sus históricos aliados, Australia, que ya le ha planteado la posibilidad de firmar cuanto antes un acuerdo de libre comercio, y una reunión que se espera que sea un poco más tensa, con el presidente chino Xi Jinping.