Terror, duro golpe a la aviación mundial

MÉXICO, DF (01/SEP/2011).- Después de 10 años, la aviación a nivel mundial se ha convertido en una industria poco atractiva y aún no termina de sanar de las heridas que le causaron los ataques terroristas del 11 de septiembre en Estados Unidos, y que hasta el año pasado le representaron pérdidas que ascendieron a 50 mil millones de dólares (mdd).

El ataque a las Torres Gemelas de Nueva York generó psicosis entre los viajeros aéreos del mundo, con graves consecuencias para las aerolíneas que ante la drástica reducción en la demanda de vuelos comerciales y el automático incremento hasta de 300% en el precio de las pólizas de seguros, tuvieron que recortar rutas, frecuencias de vuelos y reducir hasta el número sus plantillas laborales.



La reacción en el mundo fue inmediata tras aquellos ataques que tuvieron como blanco al Pentágono y al World Trade Center. Estados Unidos cerró cualquier llegada o salida de vuelos a su territorio; Canadá ante la proximidad con ese país también ordenó el cierre de todos sus aeropuertos; en España, el gobierno extremó medidas de seguridad en las pistas aéreas; Rusia canceló todos los vuelos hacia y desde Estados Unidos, y acciones similares se aplicaron de manera automática en todo el mundo.

Paralelamente, Boeing y Airbus, los dos fabricantes más grandes de aviones del planeta, también tuvieron que modificar sus planes y estrategias de negocios hacia un año posterior.

La firma estadounidense planteó reducir su producción 28% menos que en 2001, alcanzando su fabricación total 380 aviones, y recortar más de 28 mil empleados, mientras que su competidor europeo disminuía 8% su producción para construir 300 aviones en 2002.

“Desde ese momento la aviación comercial dejó de existir, entramos a la era del miedo con sobreregulación de altísimos costos en materia de seguridad, se acabó con el equilibrio entre la seguridad y la comodidad del pasajero. Desde entonces, autoridades, aeropuertos y líneas aéreas abusan del pasaje que es quien paga todos los incrementos, y la seguridad sigue sin mejorar”, expuso Juan Antonio José, analista independiente.

Dice el experto que en materia financiera el sector ya se recuperó, pero aún no supera el trauma de la seguridad entre pasajeros y tripulaciones. “La aviación de Estados Unidos, Inglaterra, Canadá y de todo el mundo sigue paranoica ante la posibilidad de un nuevo ataque que ahora podría llegar por el área de carga”, advierte Juan Antonio.

Estimó que las multimillonarias pérdidas solo son superadas por la crisis petrolera de los 70, pues insistió en que los ataques al WTC y las crisis estadounidenses en 2008 y 2009 aún sufren severas repercusiones.

Para Fernando Gómez, también analista independiente, el efecto fue inmediato, pero la recuperación económica del sector comenzó a verse tres meses después de los ataques.

Entrevistado por separado, explicó que la industria aeronáutica es muy sensible a los efectos negativos; “luego de un evento tan traumático, mucha gente se asusta, se resiste a viajar, deja de gastar, y la principal víctima es la aviación porque es el vínculo, pero también es cierto que las personas en cuanto pueden siguen volando, algunos por su poder adquisitivo y otros por la necesidad de hacer negocios”.

La crisis inmediata de seguridad sí afectó la aviación del año 2000 a septiembre de 2002, pero en 2004 se recupera de manera importante hasta llegar al clímax en 2008, periodo donde más ha habido viajes; sin embargo, viene la crisis económica.


El mayor impacto, en aseguradoras

Para Juan Carlos Zuazua, director general de VivaAerobus, el daño más sensible para la aviación se dio en los precios de las primas de seguros por la decisión que tomó esa industria de incrementar las pólizas a las aerolíneas en todo el mundo.

Como consecuencia del trágico 9-11, las compañías aseguradoras y reaseguradoras afectadas desarrollaron una nueva política de protección porque redujeron la oferta, y aumentaron instantáneamente sus tarifas con una restricción aún mayor de las coberturas.

Clement Booth, de Mûnich R, reveló que los aumentos en las tasas para reaseguros que esa compañía renovó el primero de octubre de 2001 (representaban 70% del mercado de reaseguro alemán) aumentaron hasta 300%, pero además las empresas tomaron varias medidas adicionales como limitar la capacidad de cobertura y otras más que presionaron las tasas a la alza.

Explicó que los ataques del 11 de septiembre constituyen el siniestro más grande en la historia la industria aseguradora cuyas pérdidas totales fluctuaron entre 60 mil y 80 mil mdd.

Solamente los daños para seguros personales, ascendieron a 3 mil mdd por la gran cantidad de ejecutivos de altos ingresos que concentraba el WTC, pero el concepto de daños se valuó aproximadamente en 45 mil mdd.


Se detonó el despegue de las aerolíneas de bajo costo

Los acontecimientos del 11 de septiembre de 2001, permitieron a las compañías de bajo costo comenzar a mejorar sus números, principalmente en Europa, donde los ataques terroristas reforzaron la tendencia de las empresas hacia el ahorro.

Jorge Sunderland, jefe del despacho Kuri Asociados, apuntó que entre 2002 y 2003, la industria comenzó a migrar hacia los modelos de bajo costo y tomó mayores precauciones, sobre todo, por el inminente aumento en el precio de los combustibles.

Para Miguel Torruco, presidente de la Confederación Nacional Turística (CNT), el sector aéreo nacional venía en ascenso hasta 2007, impulsado por la aparición de las líneas aéreas de bajo costo y por los procesos de privatización que se dieron en Aeroméxico y Mexicana, “pero el alza en el precio de combustibles en 2008 y la crisis económica en 2009 provocaron una recaída.

“La aviación mexicana, a pesar de lo que ocurrió en 2001, tuvo un crecimiento sano; de hecho, la región Latinoamericana tuvo un alto crecimiento”, apuntó Juan Antonio José.


Despidos de personal

Uno de los efectos inmediatos fue la reducción de trabajadores en las aerolíneas en el mundo. En Norteamérica y Europa el recorte fue 21% y 16%, mientas en Latinoamérica pocas líneas anunciaron intenciones de recortes y la media fue sólo de 8%.


DAÑOS

* Boeing y Airbus, los dos fabricantes más grandes de aviones del planeta, tuvieron que modificar sus planes y estrategias de negocios.

* Analistas destacaron que las multimillonarias pérdidas solo son superadas por la crisis petrolera de los 70.

* Por daños para seguros personales, ascendieron a 3 mil mdd por los ejecutivos de altos ingresos muertos en el WTC.

* En total, el concepto de daños se valuó aproximadamente en 45 mil mdd.