GUADALAJARA, JALISCO (26/AGO/2016).- Para poder generar una inclusión financiera en donde todos, sin tener una cuenta bancaria, puedan realizar transacciones monetarias, lo primero que México debe hacer es migrar a un sistema de identificación digital único, para así evitar los robos de identidad. Así lo propone Liliana Rojas-Suárez, economista del Center for Global Development, organismo global de investigación enfocado en la reducción de la pobreza y la desigualdad.“Se necesita un trabajo mucho más grande en unificar el sistema de identificación. El problema es que en México hay más de un sistema de identificación y no se puede tener eso; tiene que haber una sola y tiene que ser biométricamente identificable en muchas formas, para así saber que eres tú y nadie pueda robar tu identidad".La economista basa su afirmación en un modelo implementado en India, en donde se tiene un sólo número de identificación y éste es dado a las personas a través del iris, expresiones faciales y huellas digitales, todo lo cual está digitalizado para evitar el robo de identidad.Esto lo dio a conocer en una entrevista, luego de una conferencia dada en PALCCO, en Zapopan, en el marco del Congreso de Investigación Financiera del IMEF. Allí habló de inclusión financiera, materia en la que México aún tiene muchos retos.“Aquí hay altos segmentos de la población que no tiene grandes riquezas, pero tienen un celular, sencillo, y hay tecnologías que les ayudarían a realizar transacciones desde él, sin la necesidad de tener una cuenta bancaria. México es uno de los países que, para su nivel de desarrollo, tiene una de las inclusiones financieras más bajas en América Latina”.“Si nos vamos al sector rural, a lo mejor hay alguien que está produciendo y no tiene tiempo de trasladarse, sería muy bueno que desde su celular pudiera hacer encargos a proveedores y pagar, adquirir seguros. Eso aumentaría la productividad, que impactaría fuertemente en la economía del país”. Es por eso que es tan importante seguir el modelo que se aplica en India, ya que con ese número, se tendría certeza de que quien está haciendo la transacción es una persona y no otra.Sin embargo, México aún tiene muchos retos por superar, por ejemplo, la poca competencia de proveedores que ofrecen servicios de telefonía celular, los cuales también pueden ofertar servicios financieros, es decir, que funcionen como un tipo de cuenta bancaria simple; y el que sus instituciones no sean tan fuertes como se requiere.“Por ejemplo, Chile es un país que ha crecido muchísimo. Chile tiene, en primer lugar, institucionalidad, tiene instituciones muy fuertes, un mucho mejor sistema de justicia que permite el respeto de los contratos entre acreedores y deudores; ha manejado los sistemas de competencia muy bien y ha incentivado a que una cantidad de proveedores de servicios financieros ofrezcan servicios a la población”.Sin embargo, menciona Rojas-Suárez, los servicios financieros digitales, que no estén ligados a una cuenta bancaria, en el caso de América Latina, sólo existen en Paraguay. Y, para esto, el país tuvo que crear una ley para admitir el dinero electrónico.Según lo mencionó en su conferencia, la inclusión financiera apoya a la población en tres ejes primordiales: facilita el sistema de pagos y transacciones, permite que familias y empresas tomen decisiones a largo plazo y ayuda en un mejor manejo de riesgo a población de menor ingreso. “Es ahí a donde tenemos que caminar, porque es ahí a donde está caminando el mundo”.EL INFORMADOR/ ELIZABETH MONDRAGÓN