Martes, 26 de Noviembre 2024
Economía | Entrevista con el secretario general de la OCDE

'Reformas no acaban; aún hay pendientes': José Ángel Gurría

El líder del organismo internacional dice que en México aún hay que trabajar en temas como el bajo gasto en salud y la educación

Por: SUN

Gurría. 'Las reformas nunca terminan... Tienes que estar trabajando en la implementación, en la ejecución y en la puesta en práctica'. NTX / ARCHIVO

Gurría. 'Las reformas nunca terminan... Tienes que estar trabajando en la implementación, en la ejecución y en la puesta en práctica'. NTX / ARCHIVO

CIUDAD DE MÉXICO (05/OCT/2014).- En 2015, México podrá alcanzar un crecimientos de 3.4% como mínimo, de los cuales un punto porcentual será resultado de las reformas estructurales, aseguró José Ángel Gurría Treviño.

El secretario general de la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE), aseguró que las reformas permitieron mantener, o recuperar, los espacios que perdió el país, lo que le permitirá enfocar su camino para tomar una de las dos opciones: abaratar la mano de obra, hacerla más precaria, o aumentar las habilidades y destrezas de la fuerza de trabajo.

“Si vamos a ser un país de mediano desarrollo debemos tener ingresos equivalentes, pero apenas si se comparan a una economía de tercer mundo”.

Para Gurría aún hay pendientes, como el bajo gasto en salud, en educación y aumentar la base gravable, por lo que estas reformas no deben ser las últimas.

— ¿Por qué la economía mexicana no consolidó su expectativa de crecimiento de 4% para 2014?

— Los problemas tácticos no permitieron elevar la calidad de la economía mexicana. La falta de reformas provocó baja productividad; si se tiene baja productividad y no existe un cambio en las circunstancias que permitan elevar el potencial de crecimiento te condenas a una especie de país de trayecto mediocre, muy flojo y anémico, que es lo que ha pasado.

En el fondo, las actuales reformas estructurales que se han empaquetado de manera dramática y en un plazo relativamente corto, estaban haciendo falta desde hace mucho tiempo, como el cambio en materia de educación, de más competencia, y abrir los sectores, como el de energía.

— ¿Significa que estas reformas estructurales cambiaran lo que está sucediendo?

— Finalmente se corrigieron las finanzas públicas, pero no las fuentes básicas del crecimiento. Para ello, era necesario cambiar el contexto y el paradigma de las reglas económicas en las cuales estaba operando la economía y se está pagando un costo muy caro por no transformar.

Desde que México entró al Tratado de Libre Comercio con América del Norte (TLCAN), se hicieron una serie de cambios muy importantes, se renegoció la deuda externa y parecía que ya iba, pero luego pasaron 15 años con gobiernos que no tenían mayoría en el Congreso, y lo que sucedía es que todos los de la oposición sentían que su obligación era la de oponerse.

Los últimos tres años de Zedillo fueron muy difíciles desde el punto de vista democrático, y luego vinieron los 12 años de Gobierno del PAN, con el PRD y con el PRI en oposición muy directa y muy abierta. Tampoco había una habilidad, como la que se ha dado ahora con el Gobierno, de poder hacer una agenda.

— ¿Considera que estas reformas cambian, refuerzan o modifican el actual modelo económico del país?

— Lo actualizan, lo ponen al día con todos los demás países con los que está compitiendo y que nos están ganando la partida. La productividad es la única forma con la que se pueden ganar espacios y se pueden mejorar los salarios de los trabajadores.

— ¿Es este un buen momento para plantear un cambio del sistema económico nacional o es suficiente reforzándolo?

No, lo que pasa es que las reformas nunca terminan, no se trata de decir “ya acabé”, nunca se acaba. Como los procesos de España, de Italia, de Francia e Inglaterra, son de una reforma detrás de otra, para luego empezar a reformar las reformas, ya que unas no funcionan, otras tienen problemas políticos o de diseño y otras se diluyeron por la falta de mayorías.

Por eso no se puede decir que terminaste una reforma sólo porque acabó la temporada de reformas. Tienes que estar trabajando en la implementación, en la ejecución y en la puesta en práctica.

— En los dos primeros años de Gobierno se han sacado 11 reformas y por lo que comenta hay que seguir reforzando y haciendo nuevas. ¿El Gobierno federal, cuenta con el capital político para hacerlo?

— El capital político depende de cada uno de los temas. Si tú dices “yo me agoté mi capital político porque aprobé todas las reformas a pesar de que no había apoyo para ellas, entonces tuve que utilizar mi capital político”, y eso no fue el caso. Aquí siempre se acompañó casi por consenso y, en otros casos, hubo una diferenciación más clara entre los partidos.

Pero el principal mérito de las reformas en México no son las reformas individuales y su diseño, sino el hecho de que políticamente fue posible negociarlas.
 
— Hace 20 años gracias al TLCAN, México reforzó su vocación como país manufacturero. Hoy con estas reformas ¿cómo ve la vocación del país, hacia dónde debe ser?

— Lo que hacen estás reformas es mantener y, en algunos casos, recuperar los espacios que se perdieron. México tiene dos opciones: irse por la vía de abaratar el trabajo y tener una fuerza laboral cada vez más en la precariedad con una caída de los salarios reales, o aumentar las habilidades y las destrezas de los trabajadores, sólo así mejorarán las remuneraciones y se estimulará la economía.

Se trata de ponerte al día con lo que hacen los demás y eso es lo que a veces perdemos de vista con estas reformas.

— ¿Cuál cree que deba ser la apuesta, reforzar la vocación de México en manufacturas o que busque un lugar como potencia energética o en tecnología o en servicios?

— Un país como México, de 120 millones de habitantes, no tiene que tomar una decisión de uno u otro. El país tiene la suficiente densidad, tamaño, complejidad y red suficiente de contactos para desarrollarse en varios de los temas. Lo que se tiene que hacer es moverse, cada vez más, hacia el mayor valor agregado; eso requiere una fuerza de trabajo cada vez más calificada.

Tenemos que inyectar cada vez más conocimiento y complejidad a los procesos productivos para que sea en otras partes del mundo donde compitan por la mano de obra barata, porque competir en ese nivel no es el objetivo que México debe perseguir, el país debe apostar al valor agregado.

— ¿Cómo ha visto la reforma tributaria que llevó una reducción del crecimiento económico en la primera mitad del año y por la que los empresarios han levantado la voz porque dicen que les ha afectado? ¿se deben hacer ajustes como usted decía, una reforma tiene que irse adaptando?

— No estoy de acuerdo con la afirmación de que la reforma tributaria fue la causante del bajo crecimiento. Hay que tomar en cuenta que el mundo entero bajó su crecimiento de forma inesperada, sobre todo en Estados Unidos.

El crecimiento del primer trimestre del presente año en Estados Unidos fue muy malo y ello se reflejó directamente en México, por la caída que registró la demanda estadounidense.

Actualmente, Estados Unidos se recupera. Este trimestre fue muy bueno, 4.6% anualizado, lo que quiere decir que ahora viene una recuperación en muchos de los indicadores de México que no tienen nada que ver con el hecho que se esté introduciendo una reforma fiscal o no.

La reforma fiscal, en algunos casos, tiene efectos directos, porque el tema de los impuestos a nadie le hace ninguna gracia.

El problema es que México es uno de los países de la OCDE que recibe menos impuestos y si vamos a ser un país de mediano desarrollo, por lo menos debemos tener ingresos de país de mediano desarrollo, no ingresos de país del tercer mundo, con aspiración al primer mundo.

— ¿Se tiene que aumentar la base tributaria?

— Somos de los países que gastan menos en salud; el total del PIB en México en materia de educación es parecido al del promedio, pero el gasto por estudiante es la tercera o cuarta parte del promedio de los países con que queremos competir.

Hay que aumentar la base tributaria y hacer que el Estado obtenga más recursos para poder emparejar las cosas, sacar a la gente de la precariedad, dar mejor educación e infraestructura, porque se vuelve muy complicado si no tienes con qué.

Las expectativas económicas

— ¿Qué tanto mejoran las expectativas de crecimiento mundial?


— En general están mejorando, pero de manera selectiva. Para México es buena noticia que a Estados Unidos le vaya bien porque estamos directamente vinculados, si dependiera de Europa, estaríamos en un problema.

— ¿Cuál es la estimación para México para este año y 2015?

— Hay claras diferencias en torno a si el PIB crecerá 2.4%, 2.5%, o 2.7 por ciento.

Francamente yo diría que el número que quieran se los firmo, ojalá se llegue a 2.7%, pero si es 2.4% de todos modos no pasa nada. Ese no es el tema.

El año que viene México tendrá un punto más que esa cifra, mientras que en otros lados, hay recesión, como es el caso en Italia. O en Alemania, que en el segundo trimestre hubo crecimiento negativo, o de cero en Francia.

— ¿Ve viable que México alcance un punto porcentual extra de crecimiento para el próximo año, es decir 3.4%, por lo menos?

— La diferencia es que las reformas estructurales de este año empezarán a tener efectos a lo largo del siguiente año. La confianza aumentará conforme las reformas se concreten, se aterricen las leyes secundarias.

¿Cuáles serán las principales ventajas y carencias de la economía mexicana frente a otros miembros de la OCDE?

Hay ventajas de costos de producción, mano de obra competitiva. La productividad va a mejorar los salarios. Las leyes que se reformaron deben ayudar a que eso levante. Aunque, no va a suceder de un día para otro.

Otra ventaja comparativa es el hecho de que se desarrollaron una serie de sectores a lo largo de los años, como la industria automotriz, la aeroespacial. Cada vez México está siendo una fábrica importante de productos.

Lo que hay que hacer es fortalecer el mercado interno.

— ¿Ve alguna otra?

— La localización geográfica, las políticas de vinculación y apertura con el mayor número posible de socios en el mundo que permitan aprovechar las ventajas comparativas, porque muchos países los tienen, pero no tienen acceso.

— Desde una perspectiva global, ¿cuál debe ser el papel que deben jugar los países latinoamericanos como México para el desarrollo de la economía mundial?

— Para México la integración con América Latina es una tarea pendiente. La Alianza del Pacífico es muy importante, pero hay que ir más al Sur, se debe ir por una integración mayor con Brasil, el potencial de complementación es muy claro.

FRASES

"Las actuales reformas estructurales que se han empaquetado de manera dramática y en un plazo relativamente corto, estaban haciendo falta desde hace mucho tiempo".

"El país tiene la suficiente densidad, tamaño, complejidad y red suficiente de contactos para desarrollarse en varios de los temas. Lo que se tiene que hacer es moverse, cada vez más, hacia el mayor valor agregado".

José Ángel Gurría, secretario general de la OCDE

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