Presidenciables miran a Petrobras como modelo para Pemex

CIUDAD DE MÉXICO (03/JUN/2012).- Una mayor apertura a la inversión privada directa en Petróleos Mexicanos (Pemex), un tema tabú en anteriores campañas electorales, es ahora aceptada por tres de los cuatro candidatos presidenciales en México, que ven con buenos ojos el modelo de la brasileña Petrobras.

"En otra época hubo un esfuerzo de algunos para dar la idea de que la privatización era una cosa negativa, de estar vendiendo la patria", dijo David Shields, consultor en asuntos energéticos.

Sin embargo la fuerte caída en la producción de petróleo en México desde 2004 y la fuerte carga fiscal que sufre Pemex, que aporta 30% del presupuesto del gobierno, han llevado a la necesidad de buscar un nuevo modelo.

"Hoy lo que se propone es una apertura a la iniciativa privada por razones de competencia, de atraer tecnología y para atraer capital", añadió el experto.

Enrique Peña Nieto, abanderado del Partido Revolucionario Institucional (PRI), ha planteado "la conveniencia de realizar una reforma energética pragmática que, sin renunciar a la propiedad pública de los hidrocarburos ni a la rectoría y conducción del Estado, permita a Pemex beneficiarse de mayores asociaciones con el sector privado".

Josefina Vázquez Mota, candidata del Partido Acción Nacional (PAN), ha dicho que ve ventajas en el modelo brasileño y ha manifestado que, igual que Petrobras, Pemex debería bursatilizar un porcentaje minoritario de su capital.

Mientras que Gabriel Quadri, candidato del Partido Nueva Alianza (Panal), va más allá y se ha pronunciado a favor de transformar a Pemex en una asociación anónima con acciones en bolsa adquiridas por inversionistas privados manteniendo a la petrolera mexicana como una empresa nacional integrada.

Los candidatos a la elección del próximo 1 de julio manejan un discurso vago más orientado a la promoción del voto, pero "al menos tres han citado a Petrobras como un modelo a seguir, lo cual significa que estarían dispuestos a buscar un modelo con más apertura", añadió Shields.

En opinión del especialista este modelo debería ser viable en México, donde las cosas podrían moverse en poco tiempo en esa dirección, pero principalmente sería necesaria una reforma al régimen fiscal de Pemex, que oficialmente paga impuestos por cerca de 640 mil millones de pesos al año (unos 45.486 millones de dólares).

Pemex, que llegó a ser la cuarta empresa integral de petróleo más importante del mundo, ha venido a menos en los últimos 15 años y actualmente se ubica en el decimoprimer lugar.

El único candidato que difiere parcialmente en materia de petróleo respecto a sus contrincantes es el izquierdista Andrés Manuel López Obrador, candidato que agrupa a tres partidos encabezados por el de la Revolución Democrática (PRD).

La propuesta de López Obrador es "contradictoria" porque primero él quiere bajar el precio de la gasolina y electricidad, lo que significa más subsidios, y propone elevar el gasto al construir cinco refinerías, indicó Shields.

Sin embargo, consideró positiva la propuesta del candidato de izquierda de nombrar ministro de Energía al líder histórico de la izquierda mexicana Cuauhtémoc Cárdenas, ya que éste no es "tan dogmático" y "buscaría una política nacionalista pero con espacios y una correcta administración de la inversión privada".

Para Fabio Barbosa, del Instituto de Investigaciones Económicas de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), los candidatos están en una simulación sin abordar el verdadero problema de la baja en la producción.

El investigador sostuvo que los recientes hallazgos de gas lutitas o shale en México son una oportunidad, ya que los expertos han señalado que México y Argentina tienen un gran potencial.

Pero las plataformas de los candidatos hablan poco o nada de este recurso natural. "A este silencio es a lo que llamo simulación", los candidatos hablan "como si vivieran en otra galaxia, no perciben el entorno internacional en que sus campañas se están desarrollando", concluyó Barbosa.