La historia de las credenciales de elector en México tiene como origen la desconfianza en las votaciones.La mica más reciente contiene 25 medidas de seguridad, que según el INE la hace infalsificable, además de un candado opcional que permite a los ciudadanos solicitar se encripten datos de su domicilio particular. Aunque para el ciudadano es gratis, este plástico tiene un costo de producción que oscila entre los ocho y quince pesos. Se estima que a lo largo de los 22 años de existencia de las credenciales de elector con fotografía, el Estado mexicano ha invertido unos 2 mil 500 millones de dólares en crear la base de datos del padrón electoral y expedir las micas.En 1991 se incluyó una fotografía en este documento y se adquirió el compromiso por parte de las autoridades de mantenerla actualizada permanentemente. De septiembre de 1992 a la fecha el extinto IFE emitió tres diferentes modelos de credencial con fotografía, las llamadas “03”, “09” y “12” que ya perdieron su vigencia. En enero año se presentó un nuevo modelo con 25 medidas de seguridad para evitar su falsificación, entre estas dispositivo óptico variable, tintas ópticamente variables, microtextos y fotografía con datos variables y diseño de seguridad basado en colores de tintas ultravioleta perceptibles con luz negra.