Martes, 26 de Noviembre 2024
Economía | Aumentan los créditos prendarios

Por baja en precio del oro cierran casas de empeño

El aumento del metal entre 2008 y 2011 provocó la apertura de más comercios de préstamos; hoy están a la baja

Por: EL INFORMADOR

Centro de Guadalajara.En el primer cuadro hay todo tipo de casas de empeño:desde las especializadas en recibir alhajas hasta vehículos. EL INFORMADOR / A. García

Centro de Guadalajara.En el primer cuadro hay todo tipo de casas de empeño:desde las especializadas en recibir alhajas hasta vehículos. EL INFORMADOR / A. García

GUADALAJARA, JALISCO (05/DIC/2014).-  A pesar de ser uno de los créditos más caros, los mexicanos empeñan un promedio de 36 artículos cada minuto, sobre todo porque no tienen acceso a otras fuentes de financiamiento. Para el cierre de este año, las seis mil 500 sucursales que ofrecen préstamos prendarios en el país atenderán 19 millones de operaciones, coinciden las cifras de la Asociación Mexicana de Empresas de Servicios Prendarios (Amespre) y del Nacional Monte de Piedad, principal jugador del mercado con la mitad de estos préstamos.

Este número de operaciones implica que uno de cada cuatro mexicanos mayores de edad, de acuerdo con cifras del censo más reciente del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), habrán recurrido este año a la casa de empeño por un crédito prendario.

Y eso que el negocio no vive sus mejores tiempos: un aumento en el precio del oro hace unos años atrajo a muchos inversionistas al sector, al igual que a muchas personas que quisieron aprovechar para “poner a trabajar” las joyas que tenían guardadas en casa. En 2012, el número de sucursales superó las nueve mil, explica Joel Rodríguez, director de la Amespre.

“En noviembre de 2011, llegó a costar casi dos mil dólares la onza de oro. Hoy vale menos de mil 200 dólares la onza. Ahora el mercado ha comenzado a contraerse. Una de las razones es la baja en el valor del oro. De mil 900 a mil 160 dólares la onza es una pérdida significativa”.

La onza de oro subió 70% a partir de diciembre 2008 a junio 2011. Alcanzó el máximo histórico (mil 889 dólares la onza) en medio de las presiones de la crisis mundial, pero los precios han caído ante las señales de que la economía de Estados Unidos se está recuperando.

La gente sigue llegando a empeñar sus artículos y hay dos razones principales para esto: un empeoramiento de la situación económica y que no hay otras formas de crédito para estos sectores de la población, indica Joaquín Sánchez Flores, investigador del Departamento de Finanzas del Centro Universitario de Ciencias Económico Administrativas de la Universidad de Guadalajara.

“Desde hace más de una década siempre hemos estado en una crisis y cada año que transcurre se está agudizando. No hay dinero que alcance a las personas y lo que hacen es echar mano de los bienes que tengan”.

En promedio, dos de cada 10 personas que empeñan pierden su prenda. El préstamo promedio es de entre mil y dos mil 270 pesos.

FRASE

"
Es muy importante que la gente distinga a las empresas comprometidas con la ley, de las que no lo están "

Joel Rodríguez,
director de la Amespre.

DATO
Denuncia


Para cualquier duda o consulta adicional puedes comunicarte a Condusef al teléfono 018009998080 o bien, visitar la página de internet www.condusef.gob.mx.

Nota. Expertos piden cuidar la boleta de empeño y verificar que esté asentado que el producto estaba en buenas condiciones.

LIDERAN LAS ALHAJAS

Aunque el tipo de prenda que con mayor frecuencia se empeña son las alhajas –joyas, relojes, monedas–, otros artículos que los mexicanos llevan a estas instituciones incluyen electrodomésticos, línea blanca, herramientas, equipo de cómputo, celulares e, incluso, en algunas sucursales pueden recibir automóviles.

Y es que la innovación es necesaria en un mercado tan competido, subraya Joel Rodríguez, director de la Asociación Mexicana de Empresas de Servicios Prendarios (Amespre), la más grande de un sector que también está organizado en gremios como la Asociación Nacional de Empeño y Joyería, Asociación Nacional de Casas de Empeño y Asociación Mexicana de Casas de Empeño.

Hasta hace un par de años, atraídos por los altos precios del oro, empresarios y clientes le apostaron tanto al sector que llegaron a superar las nueve mil sucursales en el país.

Pero la reducción del valor de este metal en los últimos 24 meses ha generado cierres para llegar a los niveles actuales de alrededor de seis mil 500 puntos.

Comenta que, como en cualquier giro mercantil, puede haber espacio para crecer; sin embargo, el panorama es complicado y no hay pronósticos favorables, por lo menos en el corto plazo para los empresarios mexicanos.

TIEMPOS DE CRISIS
Proponen mayor cultura


Para que el público tenga la capacidad de comparar y elegir la mejor opción, primero es necesario promover una cultura de planeación financiera, dice Joaquín Sánchez Flores, investigador del Cucea. De hecho, con una cultura de esas características, la gente decidiría no empeñar sus bienes.

“En estos tiempos de crisis es donde las personas se deben abstener de darse ciertos gustos porque el detalle es que muchas veces llegan los periodos vacacionales y recurren a la casa de empeño, pero a un costo muy alto. Debemos asegurar lo básico y no podemos salir con los bienes que, con mucho sacrificio, se obtuvieron”.

Añade que “para fomentar una cultura del ahorro es necesaria una planeación. Si tenemos el objetivo de que en cierta fecha voy a ir a algún lado: vamos viendo y sacando los presupuestos, podemos organizar un ahorro para ir o escoger otro (lugar) que alcance con el presupuesto”. Sin embargo, lo que se ve con frecuencia es lo contrario: “No tenemos cultura del ahorro”.

Las quejas en Profeco

Si los clientes detectan alguna anomalía en una casa de empeño, la pueden denunciar al

018004688722.

Para presentar una queja ante Profeco hay que acudir a Marsella 49, en la Colonia Americana de Guadalajara.

Hay que presentar Contrato o documento que acredite relación comercial. Identificación oficial. Una breve relación de los hechos (que puede hacer en las oficinas de Profeco). Dos copias de los documentos.

Pretenden endurecer la reglamentación

Aunque en Jalisco hay 394 sucursales de casas de empeño, en lo que va del año, la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) ha verificado apenas a una de cada cinco.

Esto, a pesar del alto nivel de incumplimiento de las normas que se ha encontrado: casi siete de cada 10 de los 89 puntos revisados han sido suspendidos.

Las razones principales de estas revisiones son por no contar con el contrato de adhesión que deben registrar ante la Profeco o por incumplir con la información comercial que le deben mostrar al consumidor –el porcentaje del valor de la prenda que se presta y la tasa de interés anualizada, por ejemplo–, así como la existencia de publicidad que puede inducir al error.

“No es un número bajo como tal (las supervisiones). Muchas veces tratamos de agarrar de diferentes razones sociales, sobre todo porque cuando corriges una casa que es de un mismo propietario, pues corriges más de una”, argumenta Gustavo Rubio, jefe de Verificación de la Delegación Jalisco de la Profeco, quien tiene bajo su mando a 12 verificadores.

“No hay ningún listado como tal, van y se hacen (verificaciones) aleatorias: se trata de abarcar el mayor perímetro geográfico y asimismo de diferentes razones sociales, y los padrones se actualizan constantemente”.

En lo que va del año también se han presentado 28 quejas contra casas de empeño, de las cuales se han conciliado 13; el resto está en trámite. El año pasado fueron 66 quejas.

Al respecto, Gustavo Rubio atribuye esta disminución a las revisiones que se hacen, que abonan a mejorar las prácticas en el sector.

Las sanciones a las que se hacen acreedores las empresas que incurren en estas prácticas pueden ir de los 459 a los tres millones 700 mil pesos, de acuerdo con su gravedad, la capacidad de pago y la reincidencia. Sin embargo, la delegación no informó con cuánto se ha sancionado a las empresas suspendidas este año.

Por otra parte, en noviembre del año pasado se creó el Registro Público de Casas de Empeño, al que por ley todas las empresas del sector tienen que inscribirse. Sin embargo, a la fecha apenas se pueden ver una decena de ellas.

Joel Rodríguez, director general de la Asociación Mexicana de Empresas de Servicios Prendarios, explica que esta tardanza se debe a que apenas en octubre, la Profeco liberó un modelo de contrato al que tiene que apegarse el sector, lo que era un primer paso antes de echar a andar en registro. Afirma, al igual que los directivos del Nacional Monte de Piedad, que las casas de empeño organizadas han trabajo de la mano para mantener el orden en el sector.

Reforma en proceso

Hay empresarios a los que no les parece que esta industria esté lo suficientemente regulada y, por ejemplo, Miguel Castro Reynoso, diputado priista y presidente de la Comisión de Hacienda y Presupuestos, acaba de presentar una iniciativa para crear la Ley que Regula los Permisos para Funcionamiento de las Actividades Comerciales de Control Especial, que tiene el fin de regular con mayor atingencia los negocios dedicados al empeño de artículos y compraventa de metales preciosos, chatarra y autopartes. “La falta de regulación y supervisión ha creado una perversa cadena de impunidad, que alimenta la actividad de criminales que dañan el patrimonio y los bienes de las personas”.

De aprobarse –lo que el diputado espera que ocurra antes de terminar el año o en enero próximo–, esta ley busca garantizar que las casas de empeño y comercializadores de autopartes, metales preciosos y chatarra no realicen actividades con artículos procedentes de la comisión de un delito.

También se busca fortalecer el registro ante la Profeco y dar atribuciones a la Secretaría de Planeación, Administración y Finanzas del Gobierno del Estado para otorgar permisos de funcionamiento y, en su caso, también imponer sanciones.

Además, la Fiscalía General del Estado tendría atribuciones para vigilar los inventarios, a través de compulsas durante las investigaciones de robo.

“El modelo tradicional de la seguridad plantea más patrullaje, más vigilancia y fuerza, pero también está la parte financiera, por lo que se quiere regular de manera más estricta”.

Actualmente hay 10 entidades de la república que tienen regulaciones locales hacia las casas de empeño.

LOS CONFLICTOS ECONÓMICOS
Pocas alternativas ante problemas


Las casas de empeño desempeñan un papel importante en un país en crisis, con créditos restringidos y en el que la cultura financiera no está desarrollada, señala Joaquín Sánchez Flores, investigador de la Universidad de Guadalajara.

“Hay pocas alternativas, porque si nos vamos a los bancos, no hay acceso porque solicita un montón de garantías; si nos vamos con un agiotista (particulares que prestan en efectivo a una tasa de interés que muchas veces resulta impagable), ellos sí de plano se despachan con la cuchara grande”.

Otro factor que favorece a las casas de empeño es que las personas que antes tenían acceso a otros tipos de financiamiento ahora están en el buró de crédito y sus opciones se reducen.

Así, en la última década el mercado de los préstamos prendarios ha visto la llegada de cientos de jugadores, si bien sigue siendo dominado por el Nacional Monte de Piedad. Se trata de una institución de asistencia privada, cuyas ganancias obtenidas por los intereses se dedican para apoyar a organismos, como la Cruz Roja o Caritas.

Pero, como resultado de las nuevas condiciones de competencia, hasta el más grande de los participantes del mercado ha cambiado su estrategia y, por ejemplo, desde hace años apostó por dejar las grandes sucursales centralizadas por un mayor número de puntos más pequeños, pero que ofrecen una cobertura mayor. Así, en 14 años han pasado de 36 a 310 sucursales, explica Sergio Quiroz, su subdirector de Operación Norte del Monte de Piedad. También han tenido que innovar con otro tipo de opciones, además del empeño clásico, como su programa de Pagos Libres, mediante el cual los pignorantes deciden los plazos y las cantidades en los que abonan a su préstamo.

El pignorante inteligente


La Profeco y la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de Usuarios de Servicios (Condusef) recomiendan:

Asegúrate de que sea el último recurso para obtener un préstamo. La casa de empeño es la opción más costosa.

Antes de empeñar compara al menos tres opciones.

Consulta la pizarra de anuncios o pregunta al encargado de las casas información sobre la tasa de interés, porcentaje del préstamo, cantidad de refrendos, entre otras.

Paga a tiempo para que no te cobren intereses moratorios y el riesgo de perder tu prenda.

Infórmate del porcentaje real que te prestarán por la prenda que llevaste a empeñar. Algunos presumen prestar 90% del avalúo que se haga del objeto; sin embargo, la Condusef situó este porcentaje entre 25% y 45%.

Además de los intereses hay otros cargos a considerar: por la custodia, el seguro contra robo o percance e IVA. Así que pregunta por el Costo Anual Total (CAT).

Tendrás que firmar un contrato en el que la casa de empeño y tú aceptan una serie de derechos y obligaciones. Todas las casas tienen la obligación de registrar sus contratos de adhesión ante Profeco, lo cual es una garantía. Pregunta en Profeco.

Considera si tendrás los recursos para recuperar la prenda antes de perderla.

Si como consumidor no liquidas el préstamo o no pagas el referendo —costo del periodo vencido para que se amplíe el plazo para pagar el total— la casa de empeño vende la prenda. Del dinero obtenido se descuenta el préstamo, los intereses, el seguro, el almacenaje y los gastos de operación, lo que queda se llama demasía y eso es lo que se entrega al cliente.

LA VOZ DEL EXPERTO
Evite los refrendos

Claudia Rivera Talamantes
(asesora en Finanzas Personales).

Si los mexicanos tuvieran un mayor acceso al crédito comercial o bancario no tendrían necesidad de acudir a las casas de empeño, que son una de las pocas alternativas para que mucha gente pueda contar con financiamientos.

Sobre todo en épocas específicas del año, como las fiestas decembrinas, la cuesta de enero, las vacaciones o el regreso a clases, las casas de empeño se convierten en una de las pocas opciones vedadas por la exigencia de otro tipo de garantías o el buró de crédito, apunta Claudia Rivera Talamantes, asesora independiente en Finanzas Personales.

“La primera recomendación es que si vamos a llegar al extremo de empeñar, hay que evitar los refrendos que llevan a pagar unas excesivamente altas tasas de interés. Existen las casas de empeño de asistencia social, así que si es la última opción, la primera recomendación sería acudir a una de asistencia social. Si tenemos la alternativa de escoger una u otra, hay que buscar la tasa de interés lo más bajo”.

También hay que preguntar por el Costo Anual Total (CAT), a la hora de comparar todos estos costos: si el CAT es de 160%, por ejemplo, quiere decir que por cada 100 pesos que reciba de préstamo terminará pagando 160 pesos adicionales. Además, hay que solicitar los términos por escrito, pues es obligatorio que nos den una copia del contrato en la que se especifique el plazo, los términos y fechas de vencimiento del crédito.

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