Paulson y Bernanke defienden plan

WASHINGTON.- El secretario del Tesoro, Henry Paulson, y el presidente de la Reserva Federal, Ben Bernanke, defendieron enérgicamente el martes su manejo del paquete financiero de 700 mil millones de dólares, días después que el gobierno abandonó la estrategia de rescate original.

Paulson también le dijo al Congreso que se opone a la utilización del paquete, diseñado para rescatar a Wall Street, para ayudar también a los golpeados fabricantes estadounidenses de automóviles.

Se consideró que concentrar el programa en la inyección de miles de millones de dólares en los bancos y posiblemente compañías de otro tipo para reforzar su capital y alentar los préstamos a clientes era más conducente a la estabilización del sistema financiero que la compra de deudas incobrables de las instituciones financieras, que era el eje del plan original, dijo Paulson.

La compra de esas deudas tóxicas hubiera requerido una ``inyección masiva'' de los fondos del rescate, dijo Paulson ante la Comisión de Servicios Financieros de la cámara baja.

Con el deterioro rápido de las condiciones financieras, se hizo claro que la primera entrega de dinero, de 350 mil millones de dólares, era insuficiente para ese fin, agregó.

Es crucial que el gobierno responda con agilidad a las circunstancias cambiantes y adapte la estrategia de rescate de acuerdo con ello, dijo el jefe del Tesoro. ``Si algo hemos aprendido este año es que la crisis financiera es imprevisible y difícil de contrarrestar''.

La semana pasada, Paulson viró el rumbo y dijo que el gobierno no compraría deudas incobrables a los bancos, como sostenía el plan original presentado a los legisladores.

En lo sucesivo, la capacidad del Tesoro de usar el programa de rescate para inyecciones de capital y otras medidas estabilizadoras del sistema financiero incluidas las que sean necesarias para impedir la quiebra de una gran institución financiera ``será crucial para restaurar la confianza y promover el regreso de los mercados crediticios a un funcionamiento más normal'', dijo Bernanke por su parte.

Aunque Paulson admitió que la posibilidad de ver la bancarrota de alguna compañía automotriz estadounidense durante momentos económicos tan frágiles no sería ``algo bueno'', le dijo a la Comisión que él sigue reacio a la idea de desviar parte del dinero destinado para el salvamento financiero a ayudar a las Tres Grandes de Detroit, como quieren el presidente del panel, el representante demócrata Barney Frank y otros demócratas.

``Para mí, éste no es el propósito'' del programa de rescate, que fue hecho para estabilizar a los nerviosos mercados financieros y conseguir que los préstamos vuelvan a fluir de nuevo más libremente, lo cual al final debe ayudar a reavivar a la economía enferma, afirmó Paulson.