La confianza de Fernández quedó de manifiesto en dos grabaciones entre los empresarios, realizadas en noviembre de 2012, y corroboradas en su veracidad por Yáñez Osuna, quien se muestra escéptico ante la optimista actitud de su socio.“Pues los que lleguen quien sabe, cabrón”, aireó sus dudas Yáñez Osuna.“No mames ya –respondió Fernández-, quítate esas pinches telarañas de la cara cabrón”.“Ah bueno güey, esa es mi, esa es mi sentir, ¿no? Pero si tú estás confiado.., es que yo cada vez que hay pinches cambios, puto, el que llega ya sabes, no mames quien sabe quién es, cabrón”.“ Tranquilo inge, tranquilo”.“Lo sé broder”.Ninguno de los dos sabía o adivinaba que la suerte de Oceanografía estaba a punto de cambiar.El subdirector de la Coordinación de Servicios Marinos de Pemex Exploración y Perforación (PEP), Mario Ávila Lizárraga, y el director del propio PEP, Carlos Morales Gil, ya habían hablado con Yáñez Osuna para utilizar un mecanismo del que no tenían que enterar a los comités de adquisiciones de PEP y Pemex, y con el cual Ávila le firmaría un contrato de 100 millones de dólares en noviembre, en vísperas del cambio de gobierno, y uno más por la misma cantidad, repartido en pequeños contratos, durante 2013. Yáñez Osuna estaba seguro de que le cumplirían.