Economía | Desplazan a productos locales Nacimientos de resina, dura competencia para la alfarería local Artesanos de Tonalá ven sus negocios afectados por los productos traídos de Guanajuato Por: EL INFORMADOR 14 de diciembre de 2012 - 00:49 hs A la baja. Los comerciantes de artículos navideños venden menos que en temporadas anteriores. / GUADALAJARA, JALISCO (14/DIC/2012).- Propietarios de pequeños y medianos talleres de alfarería en Tonalá señalan una baja en sus ventas de nacimientos respecto a años pasados, y algunos coinciden en que el producto que se ha encargado de ganarles el mercado es el elaborado con resina, ya que es más resistente, ligero y barato que el suyo. La señora Rosa Sevilla es dueña de un taller familiar desde hace cuatro años, sus piezas son de cerámica hechas por su esposo e hijos, y uno de sus nacimientos tamaño estándar con 10 figuras lo comercia en 200 pesos, mientras otro del mismo tamaño pero de resina fue encontrado por este medio en 150 pesos. "Este año sí va un poco bajo, (...) en temporadas buenas vendo de 100 a 150 (nacimientos), pero este año andaré en los 80", estima, con todo y que ella misma vende sus figuras navideñas en el tianguis del jueves y domingo de Tonalá, sin intermediarios. A lo largo de este popular mercado los nacimientos más comunes son los de resina, que son huecos y livianos. Quienes comercian figuras de este material indican que son traídas desde Irapuato, Guanajuato, y han optado por éstas por su practicidad y precio. "De China no son, eso sí no; es producto mexicano, no de aquí precisamente pero sí nacional", aclara la vendedora en una gran tienda ubicada en la "Cuna Alfarera". Elvira Campechano es otra comerciante de artesanías de yeso elaboradas por su hermana en Tonalá y también se queja de las bajas ventas; le atribuye la racha a que "hay mucha competencia, yo cada vez veo más negocios que no son fabricantes, pero que también venden por aquí". Y es que, tanto a lo largo del tianguis artesanal como en los locales establecidos de la zona, es posible observar nacimientos de gran variedad de precios, mientras los materiales varían entre yeso, barro y resina; hay desde los miniaturas de yeso de 50 pesos, otros más grandes de 130, 200 y hasta arriba de los dos mil pesos. CALLE OBREGÓNEntre la "réplica" y el "clon" Los comerciantes de la calle Obregón distinguen varias clases de productos apócrifos: 1. La piratería, vil, despreciable; 2. La imitación, tirándole al producto original pero se queda lejos; 3. La réplica, aquel objeto que da el "gatazo" y puede confundírsele con el genuino, pero visto a detalle devela su condición clandestina; y 4. El clon, lo más cercano al producto copiado, cuidado hasta en la costura y por supuesto el más caro en el mercado ilegítimo. Basta con ver las bolsas de moda de Invierno 2012 para constatar tal escala de calidad. Basta con empezar el camino en la calle Álvaro Obregón a la altura de la Calzada Independencia rumbo a Belisario. Aún no pasa la primera cuadra y ya hay variedad en bolsos de dama, los que lucen más son los que están debajo de la banqueta, tomando un carril vial de cada acera para dar más vista a la mercancía. Las bolsas están colgadas en hileras, sobre rejillas. "¿A cómo ésas de arriba?", "a dos setenta todas, la que le guste". En esta primera escala el comerciante no distingue precios, todo parejo: las rectangulares con asas ajustables, cilíndricas, en color beige, dorado, con combinaciones de letras como CH, LV, MV, en herraje dorado. Más adelante comienzan los distingos, en el comercio de un par de hermanos: "Hija, ¿en cuánto tienes las bolsas?", inquiere una potencial clienta a la chica del negocio; "en dos setenta, las de abajo en tres 20", "¿y cuál es la diferencia?", ahora toma la voz el hermano mayor para explicarle, una vez que se limpie la boca con su servilleta, porque estaba almorzando: "Es que son de mejor calidad, amiga, éstas traen el forro bordado, viene más detallada". La mujer asiente con la cabeza, pero mira la mercancía como sin convencerse de las palabras, a simple vista es lo mismo. Pero la clasificación se intensifica en un puesto ambulante de la acera de enfrente. Las bolsas, del mismo estilo, color y tamaño en todos los locales, están colgadas en rejillas rodeando una mesa donde hay más mercancía apilada. Las colgadas cuestan 350 pesos, presumen "MV" en el estampado. Dan el "gatazo" pero de cerca es otra cosa, el forro es negro y las asas están deshilachadas: son réplica. Las de la mesa "son clon", revela la vendedora a una joven interesada tras decirle que ésas cuestan 470 pesos. "Mira nomás la calidad", estira la mano con el producto "estás son otra cosa, no las encuentras en todos lados", advierte. Admirada, la chica observa, pero quizá la bolsa sale de su presupuesto, encontrará mejores opciones porque la mayoría ronda en los 260 pesos: entre "imitación" y "réplica". Para adquirir un "clon" hay que ir preparados. PREFIEREN LA INTERNETEn extinción, postales navideñas enviadas por correo Dicen que el pasado siempre fue mejor y en la oficina central de Correos de México en Guadalajara lo tienen cierto. Las postales navideñas están en peligro de extinción, los jóvenes prefieren las redes digitales para mostrarse afecto "pero en internet no hay memoria, todo se pierde o lo vas borrando, como con el mail", dice el administrador de la dependencia federal en el Centro Histórico, Juan Cruz Juárez. De acuerdo con los datos proporcionados por este funcionario, hace tres años, para estas las fechas decembrinas, la plantilla de carteros trabajaba dos horas extras por día para alcanzar a enviar todas las cartas y paquetes que les llegaban. "Si antes entregábamos de tres mil a tres mil 500 cartas, casi todas postales navideñas, ahora estamos entregando dos mil 200 piezas. Y casi puros paquetes". El internet revolucionó la manera de operar de los carteros. Hoy han cambiado las bicicletas por las motocicletas (7 mil 309 contra 2 mil 494, según información oficial a nivel nacional), aunque hay algunos que se resisten a seguir pedaleando. "El día del cartero siguen llegando los regalitos, como una muestra de cariño que tiene la gente por las personas que les llevan sus cartas". De la temporada navideña, el cambio más importante en la oficina de correos es que las ventas por internet han hecho que las postales navideñas sean cambiadas por paquetes con ropa, accesorios tecnológicos, libros y hasta cosméticos. "Por eso no han bajado las ventas. No hay números que te pueda pasar ahorita, pero sí te puedo decir que las ventas son mayores a otros años. Lo que sí ha bajado es la entrega de postales". Cuando se le pregunta al funcionario si no teme porque, al igual que las tarjetas postales, su oficio decaiga y se extinga, Cruz Juárez se ríe y afirma que hace 26 años que entró Servicio Postal Mexicano (Sepomex) "y desde entonces me decían que este oficio ya no tenía futuro y mira, cada vez tenemos más trabajo y superamos las metas del año pasado". De acuerdo con información oficial en la página de internet de Sepomex, los ingresos al erario público por dicho servicio ascienden a 2 mil 027 millones de pesos anuales. Se calcula que hay cerca de 10 mil carteros en el país y los estados con más oficinas postales son Veracruz y Oaxaca con dos mil 664 y dos mil 852 oficinas respectivamente. MODAPredominan los paquetes grandes El encargado de la oficina central de Correos de México, en Guadalajara, afirma que los paquetes que derivan de las ventas por internet toman el puesto de los más enviados. LAMENTAN NO MEJORAR PRECIOSFeria navideña, con bajas ventas por tiendas departamentales Parece un tianguis pero no lo es. Sus puestos lucen igual que en el tianguis de Santa Tere pero acá la fila de comercios ambulantes lleva un nombre: Feria Navideña 2012 y está sobre una banqueta de la calle Corona del centro tapatío. Sus comerciantes rememoran con nostalgia tiempos mejores: unos dicen que las ventas han bajado 30% respecto al año anterior. Pero también hay quien dice que no es cierto, que las ventas son aún menores que todos los años juntos, hasta llegar a un catastrófico 70% menos que la Navidad pasada. "¡Cuéntame algo, para no quedarme dormida!", le grita Alejandra Lara a su vecina de enfrente. Alejandra tiene 17 años "o quizá más", aferrada a este pedazo de concreto de un metro de largo por 90 centímetros de ancho, por el que le paga al Ayuntamiento cinco mil pesos de permiso municipal para que la dejen vender artículos navideños, del 1 de noviembre al 24 de diciembre, "de ahí en más, uno se rasca como puede". En el Parque San Francisco, frente al templo de Aranzazú, hay más de 30 comercios que se están mosqueando. Quizá la más triste esta tarde sea Sofía Velázquez, quien vende tarjetas navideñas que aunque son nuevas parecen sacadas de un museo de historia contemporánea. "Nos ha pegado mucho, no sólo el tianguis que pusieron en San José, frente a la Casa de los Perros (Museo del Periodismo y de las Artes Gráficas), también nos lastiman las tiendas, sobre todo esas que venden todo a 13 pesos". Sofía lo admite "no podemos competir contra los supermercados, porque es mucho más barato", dice. Pero también se defiende "la verdad es que nosotros vendemos cosas de mejor calidad, pero eso no le importa a la gente. En temporada de crisis, hay que adornar como sea". Y así, hasta un grupo de boleros que leen revistas para caballeros mientras ven pasar el tiempo, se quejan: "Este año está raro. Ayer sí hubo gente, porque fue día de fiesta y estaba fluido. Pero es que así es esto, de rarezas. A ver si el viernes que es fin de semana y se junta con la quincena se compone". En eso basan sus esperanzas los comerciantes de este año, en la suerte de un viernes de quincena. Temas Economía Mexicana Piratería Economía local Navidad 2012 Lee También ¿Películas navideñas de terror? Estas son las cinco recomendaciones de la IA Estos son los mejores regalos de Navidad según la IA Calendario SEP: ¿De cuándo a cuándo serán las vacaciones de diciembre? 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