CIUDAD DE MÉXICO (19/JUN/2017).- Los gobiernos de México y Estados Unidos viven un nuevo round en materia comercial: el conflicto por el acero. Ante la posibilidad de que el Gobierno de Donald Trump cierre la puerta a las importaciones de siderúrgicas por cuestiones de “seguridad nacional”, la autoridad mexicana advirtió que las exportaciones del producto no son riesgosas, inseguras y no amenazan a la planta productiva de su principal socio comercial.El problema comenzó en abril pasado cuando el presidente de EU emitió un memorándum ejecutivo en el que pidió al Departamento de Comercio iniciar una investigación para determinar si las importaciones de acero vulneran la seguridad nacional de ese país, al ser un producto “crítico tanto para la economía como para el aparato militar”, porque según su consideración, no se puede depender de las importaciones.