México llevaría una carga de medio kilo a la luna

CIUDAD DE MÉXICO (17/JUN/2015).- La Agencia Espacial Mexicana ( AEM) pretende convertir a México en el primer país de América Latina en llevar una carga a la luna en la primera misión en más de 40 años, gracias a los servicios de la empresa especializada en este tipo de viajes Astrobotics, aunque se tratará de una carga pequeña, al menos medio kilogramo de equipo, lo que pone en duda el beneficio que aportará al país para desarrollar un sector que se encuentra en pañales, apuntaron especialistas.

La agencia convocó a la comunidad espacial mexicana para participar en el desarrollo de proyectos en la materia para financiarse a través del Fondo Sectorial de Investigación, Desarrollo Tecnológico e Innovación en Actividades Espaciales que cuenta con 32 millones de pesos a marzo de este año. La convocatoria llamó a que los expertos presentaran propuestas para ocho tipos de “demandas”, donde la cuarta quedó abierta para proyectos dirigidos a usar los servicios de la sonda Griffin Lander de Astrobotics para una carga de al menos medio kilogramo.
 
Sistema robótico
 
“Dicho artefacto podría ser un instrumento científico, un sistema robótico o una combinación de ambos, el cual será lanzado a la luna mediante alguna de las tres opciones: inyección translunar, órbita lunar o alunizaje”, detalla la convocatoria del fondo, que se cerró este mes. Astrobotic cobra 1.3 millones de dólares por kilogramo a la luna, permite a cualquier persona entrar a configurar su tipo de carga, destino, y lanzamiento dentro de su sitio de Internet. “Es un proyecto tecnológico aislado que no sabemos aún para qué será y por tanto no sabemos si en verdad ‘impulsa la inserción del país en el sector espacial satelital global”, criticó el exfuncionario de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes, Luis Manuel Brown. “Aunque 1.3 millones de dólares puede sonar a mucho, para lo que se invierte en la industria es una cantidad insignificante”, concordó el director general de la escuela especializada Robotix, Roberto San Martín.