Mercado negro de dentistas en Estados Unidos

CIUDAD DE MÉXICO.- En México no todos los egresados de la carrera de odontología tienen la suerte de encontrar un empleo relacionado con sus estudios, y en la desesperación algunos migran a las ciudades fronterizas estadounidenses para convertirse en "dentistas ambulantes", conocidos así por trabajar de manera ilegal.  

El padrón de dentistas en el país está conformado por 80 mil profesionistas, de este total 5.0 por ciento, unos cuatro mil, se va a ejercer a Estados Unidos, mientras tanto las universidades preparan a 10 mil especialistas cada año.   

Así, esos cuatro mil "dentistas ambulantes" atienden a familias estadounidenses de escasos recursos, ya que sus servicios son nueve veces más baratos comparados con los ofrece un profesional que trabaja en la economía formal.  

El servicio dental en la Unión Americana es muy costoso para quienes carecen de un seguro que cubra los gastos, reveló en entrevista el presidente de la Agrupación Mexicana de la Industria y el Comercio Dental, Carlos Tirado Peraza.   

"Son el clásico ejemplo del profesionista que termina de taxista o de comerciante ambulante ante la falta de oportunidades en su país y que se aventuran a formar parte de las filas de inmigrantes en Estados Unidos", explicó.  

Dijo que esos profesionistas diseñan su propio instrumental básico con una compresora, unas mangueras e, incluso, la parte inferior de un embase de refresco para que el paciente escupa.  

Este mercado como industria representa un valor de 300 millones de dólares, y de este total, 50 millones provienen de las familias estadounidenses de escasos recursos identificadas como "pajaritos" y una importante cantidad de la proveeduría de los dentistas ambulantes en Estados Unidos.  

Debido a que los costos de materiales, por ejemplo, para hacer un puente o un diente en Estados Unidos son elevados, los "dentistas ambulantes" encargan el material a algún conocido que vive en México y después se los lleva.   

Carlos Tirado agregó que dos veces por año llegan a las localidades de la frontera norte del país los llamados "pajaritos", este tipo de pacientes que mantienen prácticamente a ese gremio de profesionistas en la zona fronteriza.