Menos casas de empeño, pero más clientes

GUADALAJARA, JALISCO (05/DIC/2014).- El mercado de las casas de empeño enfrenta el fenómeno de menos negocios, pero más pignorantes.

En 2012 había nueve mil negocios en México y este año se redujeron a seis mil 500, confirma la Asociación Mexicana de Empresas de Servicios Prendarios (Amespre). El motivo: en 2008 y 2011, en medio de la crisis económica mundial, el aumento en el precio del oro atrajo a los inversionistas del sector, pero el metal está a la baja por las señales de recuperación en la economía de Estados Unidos y esto provocó el cierre de esos negocios por ser uno de los principales empeños. “En noviembre de 2011 llegó a costar casi dos mil dólares la onza; hoy mil 200”, argumenta Joel Rodríguez, director de la Amespre.

En sentido contrario, si en 2012 se registraron 16 millones de operaciones de pignorantes en el país, este año cerrará con 19 millones. Todo por una falta de cultura del ahorro, crisis económica y candados para acceder a créditos bancarios. Joyas, relojes, monedas, electrodomésticos, herramientas, equipo de cómputo, celulares y hasta automóviles son los más empeñados.

Mientras la Amespre y el Nacional Monte de Piedad coinciden en que el préstamo promedio es de entre mil y dos mil 270 pesos, dos de cada 10 no regresan por sus prendas.

Tras un recorrido por casas de empeño se encontraron casos de clientes que recibieron mil pesos de préstamo y, si tardó un año en pagarlo, terminó desembolsando dos mil 615 pesos adicionales. Es el negocio.

Por otra parte, aunque en Jalisco hay 394 sucursales, la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) ha verificado apenas 89 puntos este año. De éstas, siete de cada 10 han sido suspendidas o sancionadas por no contar con el contrato de adhesión que deben registrar ante la Profeco (garantía para el cliente) o por incumplir con la información que le deben mostrar al consumidor, como la tasa de interés. “No es un número bajo (las supervisiones), muchas veces tratamos de agarrar de diferentes razones sociales, porque cuando corriges una casa que es de un mismo propietario, pues corriges más de una”, argumenta Gustavo Rubio, jefe de Verificación en Jalisco. En 2014 van 28 quejas de clientes; el año pasado, 66.

En el Congreso de Jalisco se estudia crear una ley para regular estos negocios. Mientras tanto, en noviembre de 2013 se creó el Registro Público de Casas de Empeño, al que por ley todas las empresas deben inscribirse, pero sólo hay una decena.

La Amespre explica que la tardanza es porque apenas en octubre, la Profeco liberó un modelo de contrato al que deben apegarse, un primer paso antes del registro.