Lunes, 07 de Octubre 2024
Economía | Agencia de la ONU monta un auténtico 'campamento' a las puertas del exclusivo foro

Los poderosos reunidos en Davos pueden 'sentirse' refugiados

Es una simulación en miniatura de un centro de retención en cualquier remoto lugar del mundo

Por: EFE

Buscan que ricos directivos abandonen por unas horas las sesiones del foro y se adentren en una escalofriante realidad. EFE  /

Buscan que ricos directivos abandonen por unas horas las sesiones del foro y se adentren en una escalofriante realidad. EFE /

DAVOS, SUIZA  (27/ENE/2011).- Los ricos y poderosos reunidos en Davos pueden "sentir" qué significa ser un refugiado, sólo con visitar el auténtico "campamento" que la agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR) ha montado a las puertas del exclusivo foro.

Ser apuntado con una metralleta, ser insultado, empujado y separado de tus acompañantes; tener que desprenderse de la alianza a cambio de un pedazo de pan; o ser vendida como prostituta por el simple hecho de ser mujer, es lo que pueden "sentir" quienes decidan entrar en el "Refugee Run".

Ubicado en un pequeño edificio y rodeado de hoteles cinco estrellas, el "Refugee Run" es una reproducción de un campo de refugiados real, una simulación en miniatura de un centro de retención en cualquier remoto lugar del mundo.

Un lugar donde los conflictos étnicos del exterior se reproducen en el interior, un espacio en el que los propios internos se corrompen y explotan a sus compañeros, un campamento en el que los militares pueden disparar en cualquier momento y sin ninguna justificación.

Una área que se diferencia 180 grados del Congress Center, el edificio que alberga anualmente el Foro Económico de Davos, punto de encuentro de la élite económica y política mundial, en el que sólo se puede participar previo pago de una cotización anual de 50 mil francos suizos (38 mil 456 euros), más una contribución puntual de 18 mil francos (13 mil 851 euros) para que el ejecutivo de turno pueda pasearse por las nevadas calles de la ciudad.

El "Refugee Run" se encuentra a sólo unas centenas de metros del Congress Center y el principal objetivo de sus organizadores es lograr que algunos de los acomodados directivos abandone por unas horas las sesiones del Foro para cruzar la calle y adentrarse en una escalofriante realidad.

"Queremos que las personas que vienen al 'Refugee Run' sientan en su piel lo que es ser un refugiado, que sientan el miedo, la desesperación, la falta absoluta de control de lo que les está ocurriendo. Y eso en el caso de los altos ejecutivos es algo muy fuerte porque ellos están acostumbrados a tenerlo todo bajo control y a ser ellos los que mandan", explicó Sally L. Begbie, directora de Crossroads Fundation, la ONG que monta el espacio.

"La mayoría de los que entran aquí nunca se habían parado a pensar lo que realmente siente un refugiado. 'Sentirlo' ellos mismos aunque sea por media hora les abre los ojos", prosiguió Begbie, cuya ONG tiene sede en Hong Kong, y alberga de forma permanente una reproducción de un campo de refugiados.

"Aquí en Davos montamos el campo en colaboración con el ACNUR, que es quien tiene que lidiar con los campamentos y acoger a los refugiados en el mundo real", especificó la directora.

La experiencia del campo puede ser muy auténtica si uno asume el papel otorgado: padre de familia separado de sus hijos, herida por mina antipersonal, maltratado por los militares, acosado por el grupo étnico contrario, o aterrorizado por el sonido de las bombas caídas a pocos metros.

"Hoy acabamos de empezar y aún no hemos tenido ningún representante de las grandes corporaciones, pero en los dos últimos años hemos podido invitar a altos cargos de empresas que han vivido la experiencia y muchos han quedado en contacto con nosotros".

"Es el caso de Microsoft, Facebook o Wikipedia, que mantienen el contacto con nuestra ONG", explicó Begbie.

"Gracias a este proyecto, algunas de las empresas presentes en Davos participan de forma regular en nuestro programa global de corporaciones, colaboran con el Día Mundial del Refugiado, a veces hacen aportaciones económicas, y claro, esta colaboración forma parte de su programa de responsabilidad social corporativa", explicó a su vez Tapio Vahtola, director de relaciones empresariales del ACNUR.

El campamento es tan auténtico que incluso dos de los actores que ejercen de soldados de ficción han sido ellos mismos desplazados internos en su propio país, Uganda, y han colaborado tanto en la concepción del lugar como en las situaciones que deberían reproducirse para que los "usuarios" se metan en la piel de un refugiado en la vida real.

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