Viernes, 22 de Noviembre 2024
Economía | En el lugar hay humedad filtrada, cables expuestos y malos olores

La plaza subterránea que ahuyenta clientes

Los puestos se convirtieron en bodegas de productos que venden los ambulantes

Por: EL INFORMADOR

Pese al deterioro, aún hay personas que se aferran a su espacio. EL INFORMADOR / A. García

Pese al deterioro, aún hay personas que se aferran a su espacio. EL INFORMADOR / A. García

GUADALAJARA, JALISCO (09/NOV/2015).- A la Plaza Guadalajara le falta de todo: limpieza, mantenimiento, atención, comerciantes, productos y clientes. Pero sobre todo, interés colectivo.

Pareciera que a nadie le importa lo que ocurra en su interior. Está “arrumbada” y destinada al olvido. El espacio que se habilitó años atrás para albergar a comerciantes ambulantes del Centro Histórico fracasó; ni 50 de sus 335 puestos están abiertos en un miércoles al mediodía.

No obstante, aún hay quien se aferra a su espacio. Gente que, aún por 100 pesos ganados en la jornada, permanece en la plaza subterránea que ahuyenta a clientes.

“Es el patrimonio que le voy a dejar a mis hijos”, dice Rosa Gutiérrez, quien compara su puesto de frituras en medianas condiciones con otros que, en sus cortinas oxidadas y enmohecidas, evidencian el grado de abandono que hay en ese sitio.

“¿No hueles? Son orines, ¿pues así quién va a querer venir?”, ataja María Isabel Peralta. El ineludible aroma, la humedad filtrada y los cables expuestos en el techo, son muestra adicional de que ninguna autoridad de primer nivel ha puesto sus pies en Plaza Guadalajara durante años.

Pero los espacios, si bien en malas condiciones generales, tampoco están abandonados.

Los locales simplemente “mutaron” y se convirtieron en bodegas de productos que se venden, paradójicamente, en puestos ambulantes. “Muchos se fueron porque no venden y, como había comercio arriba, también se fueron para allá”, dice un comerciante que prefiere omitir su nombre para denunciar abiertamente el tema.

A la distancia, la plaza que fue construida para evitar la proliferación de ambulantaje tuvo un resultado adverso. Hoy hay locales de artículos religiosos, como el que trabaja Alejandro Zárate, al que le va bien si entran 50 pesos.

“A la gente le da flojera bajar, y luego arriba abrió un puesto que cobra la mitad que aquí. Eso nos acabó”, reconoce. En consecuencia, su padre, el dueño del establecimiento, está vendiéndolos “arriba” a la gente que camina por el Centro de Guadalajara.

Una propuesta con sentido


La semana pasada, el alcalde Enrique Alfaro anunció que tanto a las autoridades estatales como federales “les hizo sentido” una iniciativa del regidor panista Alfonso Petersen, para conectar la Estación Catedral de la Línea 3 del Tren Ligero con la Plaza Guadalajara.

Confió en el “poder de convencimiento” de los integrantes del Cabildo, para conseguir que el mega proyecto tenga una modificación mínima y contemple unir ambos puntos a fin de que, ahora sí, los usuarios del Tren Ligero caminen por el punto y así se reactive la economía de quienes de él dependen.

Y aunque admitió que aún no hay un proyecto estructurado, los tres niveles de Gobierno han accedido a analizar la propuesta.

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