La inseguridad rebasa a las autoridades: CANIETI

GUADALAJARA, JALISCO (31/JUL/2013).- Cuando la organización de los asaltantes rebasa la capacidad de la autoridad, los más afectados terminan siendo los ciudadanos, quienes deben buscar formas para prevenir los robos. El aumento del hurto de celulares es un reflejo de esa situación, afirma el director regional de Occidente de la Cámara Nacional de la Industria Electrónica de Telecomunicaciones y Tecnologías de la Información (CANIETI), Braulio Laveaga Ceceña.

Según datos de la Fiscalía General del Estado, publicados por un medio de comunicación, de 2006 a 2012 se quintuplicaron los hurtos de celulares en Jalisco, de mil 645 denuncias, pasaron a nueve mil 41. “La autoridad tiene un papel importante en la corrección de esto (robo de celulares), y el problema los rebasa, aunque no están cruzados de manos”, dice el director.

Laveaga Ceceña indica que hay un crecimiento “alarmante” de la inseguridad, y por ello concuerda con la petición de las autoridades policiales a los ciudadanos para que prevengan los robos, ya que deben “estar conscientes” de la situación y de que “no podemos estar tranquilos”.

Considera que el uso común de los teléfonos móviles también provoca que suban los robos. También, el hecho que sean más caros los hacen más atractivos para los asaltantes y fáciles de comercializar en el “mercado negro”.

Destaca que la impunidad es otra de las causas que ha impedido frenar los asaltos. Promueve que las autoridades tengan menos toleración con los delincuentes: “Vemos con tristeza que se detienen a personas en flagrancia, y están libres. Hay huecos en la ley que ayudan a que estas personas salgan impunes”.

Inseguridad preocupa a afiliados a la Cámara

El director regional de CANIETI asegura que la falta de garantías de seguridad en el estado frena la competitividad y la atracción de inversiones para los miembros de la Cámara.

Menciona que este año ha sido difícil por los cambios en los niveles de gobierno, y por la  incertidumbre en la economía mundial; pero mantienen optimismo por las proyecciones de crecimiento, sin embargo, “la inseguridad puede frenar y distorsionar nuestros planes de. Eso nos puede echar abajo todo”.

EL INFORMADOR / SAÚL PRIETO