CIUDAD DE MÉXICO (05/DIC/2016).- Carlos Salinas de Gortari toma una expresión que escuchó a Fidel Castro y la hace suya: ir contra la globalización es como ir contra la ley de la gravedad. En entrevista con EL FINANCIERO, habla sobre el TLCAN, Trump, Fidel y la globalización.—¿Considera que hechos como el Brexit o el triunfo de Trump marcan el fin de la globalización?—Sin duda que estamos viviendo un fenómeno de características globales. Yo le escuché una vez una frase al comandante, que no deja de ser relevante en estos momentos. Decía Fidel Castro, “los que dicen: abajo con la globalización, es como decir abajo con la ley de gravedad”. Lo que él quería decir es que la globalización es una realidad del sistema económico en el que vivimos que se desarrolla a través de vínculos que van más allá de decisiones o políticas públicas.Y pues, esa realidad está y no se va a revertir. Pero, ¿cuál es el cambio global que sí estamos viendo? Pues el derivado de la crisis financiera y económica de 2008, que significó una baja tremenda en los niveles de vida en gran parte de los países desarrollados en los que más de 8 millones de familias perdieron su patrimonio y que se resolvió —en lo poco que se ha resuelto— de manera muy injusta, de manera muy desventajosa sobre todo para las familias de menos recursos.Compare el número de familias que perdieron su patrimonio y contraste con que ningún banquero entró a la cárcel como responsable de la terrible crisis del 2008. Estas circunstancias de una solución tan injusta, a la que se ha llamado “La Gran Recesión” es la que está provocando estos cambios políticos tan dramáticos como los que hemos visto en el Reino Unido o el resultado de la elección en Estados Unidos.—México abrazó la globalización al suscribir el TLCAN durante su administración. ¿Ve en riesgo el Tratado tras el triunfo de Trump?—Respondería a la pregunta en dos partes. La primera, con lo respecta al presidente electo Trump. Es bien sabido que en cualquier lugar, uno es el precandidato, otro es el candidato y uno diferente es el presidente. Son tres personalidades en un solo individuo.Entonces esperemos a que el señor presidente electo Trump, asuma su responsabilidad, que su gabinete sea de debidamente ratificado por los procedimientos que tiene el Congreso de los Estados Unidos y entonces podremos apreciar en realidad cual es la política que va a adoptar su gobierno.Ahora, por lo que hace a la primera parte de su pregunta, no es que México haya decidido abrazar la globalización cuando propusimos negociar un Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos y Canadá; no, éramos parte de la globalización desde antes, pero realmente obteníamos pocos beneficios para el país de ella porque teníamos una economía cerrada en la cual se pagaba caro por productos de baja calidad, a pesar de que se habían logrado importantes avances en la industrialización del país.Lo que hicimos nosotros en 1989 fue reconocer una nueva realidad. La caída del muro de Berlín no sólo significó la desaparición del campo socialista, sino que todo el volumen de inversiones se estaba volcando hacia Europa central y del este, y México, a pesar de haber logrado la reducción de la deuda con el Plan Brady que se firmó en enero de 1990, estaba a punto de quedarse fuera de los grandes flujos de inversión y de la oportunidad de acceder al mercado más grande del mundo, sin reglas claras.—¿Qué debe hacer la sociedad mexicana para enfrentar esta coyuntura?—Pues yo creo que, precisamente lo que se está haciendo. El Tratado, para algunos, no dio las tasas de crecimiento económico que se esperaban. En realidad eso fue producto de la crisis económica y financiera terrible de 1995; y sin embargo, como ha dicho Joseph Stiglitz, fue el Tratado el que sacó a México de esa crisis, pero nos perdimos de la posibilidad de tener tasas más altas de crecimiento como las que necesitaba México.Y lo que hacían falta eran reformas adicionales que permitieran aprovecharlo. Varias de ellas ya están en marcha, hay que procurar que rindan lo que se espera de las mismas, lo que va a depender de su proceso de ejecución.—Hay quien sugiere ahora concentrarse en el mercado interno. ¿Qué opina?—Yo creo que el tratado siempre tuvo como motivo el mercado interno, es decir, era una manera de fortalecer la capacidad de consumo de los mexicanos dentro de México, pero producto de una interrelación más intensa con el exterior. Así que, yo creo que quienes señalan eso de voltear hacia dentro no ver hacia afuera, les repito, es como los que dicen abajo con la ley de gravedad, eso no funciona como operan los sistemas económicos en la actualidad.—¿Cuál fue el significado de Fidel Castro para Cuba y para América Latina?—Bueno, creo que hay que empezar por el significado que tuvo para la historia de su propio país. Creo que difícilmente se entiende la personalidad del Comandante si no se aprecian sus efectos tremendos de la historia de Cuba.Recordemos que Cuba fue la última colonia del imperio español en independizarse. Después de que se logró sacudir ambos yugos: el español y el norteamericano, Cuba cayó en una dictadura, la de Fulgencio Batista, y es ahí donde entra la revolución encabezada por Fidel Castro. Así que hay que comprender ese contexto para apreciar el significado de la revolución de Fidel Castro para los propios cubanos.—¿Qué se puede esperar para Cuba ahora?—Le que le corresponde a los propios cubanos el decidir su destino; porque siguen viviendo bajo un cerco comercial, derivado del bloqueo que le tiene impuesto Estados Unidos. Si bien el presidente Obama dio un paso histórico, eso no modificó la circunstancia del bloqueo.