Instituciones ofrecen renegociar con antelación

CIUDAD DE MÉXICO (13/SEP/2010).- Los bancos iniciaron la oferta de reestructuras masivas de los créditos que se encuentran en el programa Punto Final. En cartas que enviaron las instituciones a sus clientes, se abre la posibilidad de reestructurar de Unidades de Inversión (Udis) a pesos y tasa fija.

Mediante esta opción, el cliente asume 50% de los costos notariales y el resto, lo absorberá el cliente.

Además se ofrece liquidar de manera anticipada créditos con descuentos.

En una misiva que envió el banco HSBC a sus clientes que están al amparo del Punto Final, se detalla que los créditos susceptibles de participar en el plan son los que se reestructuraron o se otorgaron a través de Udis, así como los denominados en moneda nacional que tienen el derecho a recibir los beneficios de dicho programa.

Para incorporarse, el préstamo del cliente debe estar vigente al 31 de diciembre de 2010.

HSBC puntualizó que las hipotecas que participen podrán recibir de manera anticipada e "irreversible" los beneficios del programa.

Los clientes podrán optar por reestructurar en moneda nacional bajo condiciones de mercado a una tasa máxima de 12% hasta 20 años en función del plazo remanente de su financiamiento, sin comisión por renegociación y penalización por prepago.

La institución aclaró que tampoco se solicitarán garantías adicionales para la aplicación del beneficio o para celebrar un convenio de reestructura.

La Asociación de Bancos de México (ABM) reveló que a la fecha hay 55 mil préstamos hipotecarios que podrían ser susceptibles de incorporarse a este programa, siempre y cuando se mantengan al corriente en sus pagos.

Hace unos meses, la banca solicitó a la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV) anticipar por 20 años el término de este esquema.

El plan se instrumentó en 1999 como resultado de la crisis y tenía como fecha de vigencia hasta 2030.

Punto Final aplicó para todos los créditos hipotecarios en moneda nacional que estaban o se convirtieron en Udis.

Los bancos tendrán como plazo seis meses para poner al corriente a los clientes que se encuentran bajo este mecanismo de reestructura.