G20 podría reflotar ánimo mercado, pero división fiscal preocupa

LONDRES.- Los inversores darían una cautelosa bienvenida a la voluntad de los líderes económicos de hacer lo que sea necesario para arreglar el sistema financiero y restaurar el crecimiento, beneficiando marginalmente a los activos de riesgo a expensas de los bonos de Gobierno.

Un compromiso amplio para duplicar los recursos del Fondo Monetario Internacional y triplicar los del Banco de Desarrollo Asiático para luchar contra la crisis podrían también, marginalmente, ayudar a la confianza hacia los mercados emergentes.

Pero la falta de una respuesta fiscal coordinada a nivel global contra la crisis económica de parte de los ministros de Finanzas y de los gobernadores de bancos centrales de las 20 principales economías podría aplacar el optimismo y frenar cualquier continuidad del repunte del mercado bursátil de la última semana.

Los funcionarios del G20 recalcaron su compromiso a usar las herramientas que fueran necesarias para salir de la crisis.

Los bancos centrales están abiertos a usar políticas monetarias "poco convencionales", los recursos de las instituciones multilaterales deberían ser incrementados sustancialmente, limpiar las hojas de balance de los bancos es una prioridad y un prerrequisito para reanudar el crecimiento, decía el texto de conclusiones del G20.

Hubo pocas cifras duras tras dos días de reuniones, pero las expectativas de los inversores estaban deprimidas de todos modos,

A pesar de la falta de detalles, la declaración "toca todos los puntos correctos", dijo Sarah Hewin, economista de Standard Chartered, en Londres.

"Los mercados han aprendido a no esperar mucho de estas cumbres, pero ésta tuvo el énfasis correcto", dijo Hewin. "Es probablemente ligeramente positivo para los activos de riesgo".

DIVISIONES FISCALES

La semana pasada fue la mejor de las bolsas mundiales desde los mínimos récord de noviembre. El repunte en el apetito de riesgo fue conducido en gran medida por un alza fuerte en los precios de las acciones del sector financiero, tras los positivos resultados y proyecciones de Citigroup y Bank of America, que habían recibido miles de millones de dólares en ayuda estatal.

Los mercados emergentes pueden tomar aliento gracias a las propuestas de por lo menos duplicar los fondos del FMI a 500.000 millones de dólares.

Pero la declaración del G20 no ocultó los quiebres en la política fiscal de Estados Unidos, en favor de medidas audaces y la de la zona euro, renuente a gastar más o a hacer más recortes fiscales.

"La falta de una respuesta fiscal coherente y coordinada a nivel global podría dañar el avance de la confianza empresarial y la del consumidor", dijo Neil MacKinnon, director y economista jefe de ECU Group, fondo de cobertura, en Londres.

Algunos analistas creen que la zona euro no está actuando con suficiente agresividad para contrarrestar la recesión,  ni con la política convencional de tasas de crédito ni con la medidas poco convencionales para estimular la emisión de dinero, conocida como "alivio cuantitativo".

No obstante, las aseveraciones del G20 prometen combatir todas las formas del proteccionismo y los participantes dijeron que el tema de la pauperización por devaluación cambiaria no surgió en las conversaciones.