Fundadores de Geo, Homex y Urbi pierden hasta 'la casa'

CIUDAD DE MÉXICO (01/SEP/2015).- Luis Orvañanos, Eustaquio de Nicolás y Cuauhtémoc Pérez Román, fundadores de Geo, Homex y Urbi, respectivamente, perderán ‘hasta la casa’ tras concluir los procesos de concurso mercantil que enfrentan, luego de la crisis del sector vivienda.

Los empresarios no sólo tendrán que dejar sus cargos directivos, sino que perderán el control accionario de las compañías que fundaron hace casi 30 años, luego de que sus acreedores se queden con las que hace una década eran las mayores desarrolladoras de vivienda de interés social en México.

En su mejor momento, Geo alcanzó un valor de mercado de 36 mil 899 millones de pesos en febrero de 2007, mientras que en septiembre de 2013, cuando dejó de operar, valía apenas 920 millones de pesos.

El acuerdo de reestructura de Geo establece que Luis Orvañanos, presidente de la empresa entregue a sus acreedores las acciones de la firma, con lo que el arquitecto se quedará con menos del 1 por ciento de los títulos, tras llegar a tener hasta 15.7 por ciento en 2006.

En junio de 2015 Geo salió de concurso mercantil, fue la primera viviendera en hacerlo, con un convenio, en el cual los acreedores y la empresa buscarán una capitalización de 3 mil 500 millones de pesos.

Los cambios en la política de vivienda, que impulsaron la construcción en polígonos cercanos a las ciudades, devaluaron las reservas de tierra de estas empresas y a esto se sumaron sus elevados niveles de apalancamiento, lo que las llevó a caer en insolvencia de pagos y una reestructura, explicó un analista bursátil que solía dar cobertura a estas empresas y pidió no revelar su nombre.

En el caso de Homex, la empresa fundada en Culiacán por los hermanos De Nicolás, alcanzó un valor en el mercado de 40 mil 338 millones de pesos, pero en abril de 2014 tenía un market cap 38 veces menor, de mil 57 millones de pesos.

Hace 9 años, la familia De Nicolás tenía el 32.9 por ciento de las acciones de la empresa, pero hacia 2014 la redujo a 17.1 por ciento. Homex emitirá 302 millones de acciones para entregar a sus acreedores, con lo que los dueños de la empresa verán diluida significativamente su participación.

Hoy, el mercado de vivienda es distinto al que permitió el gran auge de las vivienderas, cuando la compra de vivienda de interés social seguía una inercia que se vio interrumpida con cambios en las reglas del gobierno, de la demanda, ahora con consumidores más exigentes; nuevas alternativas de financiamiento y nuevos jugadores en el mercado.

“En el pico del mercado en 2006 y 2007, las desarrolladoras ya le estaban vendiendo a jóvenes solteros que buscaban un patrimonio para formar después una familia, hoy esos jóvenes no buscan comprar una casa, y optan incluso por rentar, rompiendo con la inercia que tenía la venta de vivienda de interés social”, explicó Eugene Towle, socio director de Softec.

El monto de los créditos es diferente, los esquemas de negocios son distintos y ya no se trata de un negocio nacional, sino más regional; ante lo que las desarrolladoras que surjan de las reestructuras verán un proceso difícil de adaptación y generación de negocio, consideró Ricardo Marentes, director general de Aserva Consulting Group.

La empresa de Orvañanos llegó a vender más de 9 mil 119 viviendas y generar ingresos por 2 mil 802 millones de pesos en el primer trimestre de 2007, mientras que al tercer periodo de 2013 vendió sólo 773 casas y generó ingresos por 269 millones.

En 2008, la desarrolladora de la familia De Nicolás escrituró 13 mil 426 casas y al segundo trimestre de 2015 sólo 92, lo que implicó pasar de ingresos por 4 mil 381 millones de pesos a sólo 86 millones al cierre de junio pasado.

El auge del mercado también se reflejó en un auge en el mercado bursátil.

“Va a ser un proceso de adaptación muy difícil (para las empresas) porque no existen los suficientes cuadros directivos que entiendan el negocio, van a tenerse que crear sus propios cuadros directivos y que conozcan las nuevas condiciones para retomar el crecimiento”, explicó Marentes.

Los expertos consideraron que si bien sí hay expertos en vivienda que pudieran ocupar los cargos directivos dejarán los fundadores, la tarea no será sencilla y podrían pasar hasta 5 años antes de ver una nueva consolidación de las empresas en el mercado.