'Food trucks', modelo de negocio aún por definirse

GUADALAJARA, JALISCO (02/ABR/2016).- Al ser los “food trucks” una forma de negocio que apenas está consolidándose, las visiones de los actores que participan en esta cadena en Guadalajara no siempre coinciden: para unos es un buen negocio, otros señalan que no es rentable y algunos más ven riesgos en su masificación.

Adrián Padilla tiene negocios de crepas. El año pasado conoció a una persona que, al ver su propuesta gastronómica, que ofrece principalmente en centro comerciales, lo invitó a formar parte de un pabellón de camiones móviles de venta de alimentos. Le dijo que no pagaría una renta alta y que el flujo de clientes sería importante. Ante estas razones, él aceptó.

Adrián cuenta que compró dos camiones. En su adecuación invirtió aproximadamente 900 mil pesos. Uno lo colocó en un parque de “food trucks” ubicado por Santa Anita y el otro por Valle Real. La renta que paga por mantenerlos allí es de alrededor de 16 mil pesos mensuales más IVA.
 
El empresario destaca que llegó a estos espacios cuando en la ciudad apenas comenzaba su éxito repentino y, por eso, logró enganchar a algunos clientes que lo visitan con regularidad. Sin embargo, confiesa que ante el crecimiento desmedido de este tipo de negocios no piensa invertir en un vehículo similar sino deshacerse de uno de los que ya tiene.

“Fue algo nuevo que la gente lo quiso conocer, lo conoció y ya no regresó. Guadalajara no está hecha para este tipo de negocios. En este momento, una persona que se atreva a abrir un ‘food trucks park’ está tirando su dinero. Está demasiado competido”.

Ariel Hermosillo, cocinero de 37 años de edad, se asoció con su hermano para poner el pabellón gastronómico “Nómadas”, que en el interior de una finca ubicada en la esquina de Manuel J. Clouthier y Franz Schubert, en Zapopan, aglutina nueve “foodtrucks” en los que se ofrece comida mexicana, libanesa, costillas a la barbecue, hot dogs gourmet, sándwiches cubanos, pasta y pizza, entre otros alimentos.

Ariel, quien es dueño del vehículo que ofrece comida mexicana, comenta que pensó que poner un negocio como este era la mejor forma de entender las necesidades de los cocineros, que actualmente son sus principales clientes. A ellos les cobra una renta mensual de entre ocho y 10 mil pesos mensuales.  

El coordinador de este pabellón, que cuenta con un permiso provisional del Ayuntamiento de Zapopan, considera que es un negocio exitoso porque reúne diferentes propuestas gastronómicas sin estar saturado. Los clientes pueden llegar, ocupar alguna de las mesas que están en el centro de la terraza, escuchar música o ver la televisión.

Conocedor de buena parte de los pabellones gastronómicos de la ciudad, Ariel afirma que el crecimiento desmedido de este tipo de negocios podría ser una amenaza si no se regula adecuadamente. Pero agrega que también podría pasar como con los negocios de venta de alitas, que crecieron, causaron polémica y ahí siguen.

Sin padrón

Aunque es evidente la presencia de “food trucks” en las calles de Guadalajara y Zapopan, los ayuntamientos desconocen cuántos hay en total y en dónde están. El director de Tianguis y Comercio en Espacios Abiertos de Guadalajara, Pedro Martínez Ponce, afirma que “físicamente sí puede haber ‘food trucks’ operando en la vía pública, pero no con permiso”.

Acentúa que en lo que se apuntala una regulación adecuada y con el objetivo de tener más claridad con respecto a estos vehículos, la dependencia que encabeza inició, a finales de enero pasado, un censo de “food trucks” que comenzó en Mexicaltzingo, pero continuará en Providencia y Chapultepec.

En Zapopan, Esteban Estrada, regidor de Movimiento Ciudadano, asegura que en octubre de 2015, cuando tomaron las riendas del municipio, se dieron cuenta de que el estallido de los “food trucks” los rebasaba: todavía no saben cuántos de estos vehículos hay en el espacio público y comprobaron que en los parques gastronómicos hay un vacío legal que permite a los responsables cobrar a cada dueño de un camión entre 10 y 30 mil pesos por subarrendar un espacio que opera con un permiso provisional del Ayuntamiento.

Ante esta situación, en la penúltima sesión de Ayuntamiento el emecista presentó una iniciativa de reforma al Reglamento de comercio que tiene el objetivo de regular este tipo de negocios.

PRESENTAN INICIATIVA DE REFORMA
En la capital dan el primer paso

Con el objetivo de regular los “food trucks” en la Ciudad de México, la Asamblea Legislativa del Distrito Federal (ALDF) impulsó la iniciativa de Ley de Vehículos Gastronómicos de la Ciudad de México, pero no ha prosperado. Los puntos de la propuesta son:

Los vehículos serán regulados por la Secretaría de Desarrollo Económico. El Instituto de Verificación Administrativa se encargará de practicar cada cuatro meses las visitas de verificación. Los interesados deberán contar con un vehículo adaptado que cuente con las instalaciones de gas, electricidad propia, tanque de agua, tanque de agua residual o trampa de grasa.

Los propietarios no podrán arrojar desechos sólidos y descargar aguas en el sistema hidrosanitario del espacio público, ni colocar implementos impidan el tránsito peatonal o vehicular.

Los permisos serán individuales e intransferibles.

Se restringirá el otorgamiento de hasta cinco permisos máximo a toda persona jurídica.
Sólo se podrán otorgar hasta tres permisos para operar vehículos bajo una marca o razón social, a nombre de una persona física o moral.

La iniciativa propone las siguientes contribuciones: 800 pesos por concepto de permiso; mil 200 pesos por concepto de explotación del espacio público y 800 pesos por concepto de renovación del permiso.

Rentar espacios “no es redituable”

Adrián Calderón es dueño del terreno en el que está el parque de “food trucks” conocido como “Urvan Kitchen”. Este abogado de 29 años comparte que el negocio fue iniciado por otra persona en diciembre de 2015. Como tuvo complicaciones, lo dejó y él decidió retomarlo a principios de marzo.

Asegura que rentar el espacio no es negocio, pues sacaría más si le da otro uso. Aunque dice que los vehículos en los que se venden tacos y arepas tienen cada día más clientes, señala que hay otros que no llaman tanto la atención.

Adrián renta cada espacio en aproximadamente ocho mil pesos mensuales. Es un precio que le parece aceptable, pues conoce lugares en donde las rentas llegan hasta los 20 mil pesos.

Añade que como abogado sabe que la regulación que prevé llevar a cabo el Ayuntamiento de Zapopan para ordenar este tipo de espacios es necesaria. En su opinión, luego de experimentar un éxito repentino, estos lugares están cerrando.

TESTIMONIOS

Vacío

Hay un vacío en el reglamento y (algunos negocios) han venido funcionando de forma anómala. Se han puesto ‘food trucks’ en terrenos privados y se les han dado permisos como patios gastronómicos. A veces se subarrendan los espacios. Por el permiso para el tema del patio gastronómico se cobra tres mil o cuatro mil pesos al año, pero ellos meten muchos ‘food trucks’ y cobran una renta de entre 10 mil a 30 mil pesos mensuales.

Esteban Estrada, regidor de Movimiento Ciudadano en Zapopan.

Clave

Deben existir condiciones de igualdad para competir con otros establecimientos. Sin embargo, reconocemos que este tipo de actividades, por su versatilidad, representan una oportunidad para fomentar el emprendimiento. La capacidad de movilidad que tiene puede ser un factor que, en un momento dado, no desincentive esta situación. La regulación tiene que ser estricta, a diferencia de lo que pudiera existir en los parques gastronómicos.

Juan Manuel Michel, director de Padrón y Licencias de Zapopan.

Estricta

El terreno es mío, pero el negocio lo inició otra persona. Tuvo complicaciones, no sé de qué tipo, y con el afán de que siguiera abierto, yo lo agarré. Para mí no es negocio y, si rento el puro terreno, le saco más. En este negocio el hit es la comida. Yo rento el espacio, facilito el mobiliario y la bebida, pero si la comida no es buena, la gente no viene.

Adrián Calderón, coordinador del pabellón gastronómico “Urvan Kitchen”.

Negocio

Yo soy cocinero. Me pareció que no había mejor manera de entender a los que serían mis principales clientes, si yo no tenía un ‘food truck’. Uno de los camiones que hay en este pabellón es mi propuesta de cocina mexicana. Estoy aquí, codo con codo, para entender cuáles son las necesidades que surgen cada día para que no deje de haber tráfico de gente. Aquí en Nómadas los ‘food trucks’ sí son negocio.

Ariel Hermosillo, coordinador del pabellón gastronómico “Nómadas”.

Irregulares

Nosotros no hemos otorgado ningún sólo permiso para ‘food trucks’. Físicamente sí puede haber negocios operando en la vía pública, pero no con permiso. Actualmente no tenemos claridad de cuántos hay. Ya estamos trabajando fuertemente en el levantamiento de un censo para saber cuántas personas operan este tipo de comercios. Empezamos a finales de enero por la zona de Mexicaltzingo. El objetivo es recorrer todo el municipio. Seguirán Providencia y Chapultepec.

Pedro Martínez Ponce, director de Tianguis y Comercio en Espacios Abiertos de Guadalajara.

Competencia

Al principio fue un ‘boom’, pero nada más. Lo mismo de siempre en Guadalajara: alguien abre un local de sushi, le va bien, y abren mil. Incrementó la competencia y en este momento, para mí, la persona que decida abrir un ‘food truck park’ está tirando su dinero. Está demasiado competido. Los que pegaron primero pegaron dos veces, pero con los nuevos no está pasando lo mismo.

Adrián Padilla, propietario de dos ‘food trucks’ en Santa Anita y Valle Real.

Recomendaciones

Les hemos hecho algunas recomendaciones en cuanto al manejo de aceites comestibles. Ellos deben contratar a una empresa que recolecte y asegure que ese aceite va a ser debidamente destruido. Les hemos pedido la capacitación en temas de higiene, contaminación cruzada, refrigeración y medidas de seguridad. Y lo hemos hecho a manera de recomendación.

Luis David González, director de Inspección y Vigilancia de Zapopan.

Propuesta

Nosotros ya estamos preparando un documento para proponerle al Ayuntamiento que los parques (gastronómicos) sean considerados en el Reglamento de giros. Hay muchas solicitudes sobre ese tema y no las hemos podido otorgar porque no queremos caer en la irregularidad. Hace tres meses hubo ocho solicitudes. En estos últimos meses llegaron otras cuatro.

Dagoberto Calderón, director de Padrón y Licencias de Guadalajara.

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