El G-20 presiona a Alemania

CIUDAD DE MÉXICO (27/FEB/2012).- Las mayores economías del planeta advirtieron a Europa que debe desembolsar más dinero para limitar el contagio de su crisis de deuda si quiere recibir ayuda del resto del mundo, multiplicando la presión sobre Alemania para que acepte engrosar los fondos de rescate de la Zona Euro.    

La respuesta al Grupo de los 20 (G-20) vino del ministro de Finanzas de Alemania, Wolfgang Schaeuble, quien aseguró que los líderes europeos definirán en marzo si elevan sus fondos de rescate, lo que podría despejar el camino para que el resto de los miembros del grupo hagan aportes extra al Fondo Monetario Internacional (FMI).    

“Esto será esencial para nuestro actual análisis sobre si movilizar recursos al FMI”, dijo el G-20 en el comunicado final de la reunión ministerial que se desarrolló este fin de semana en la Ciudad de México.    

Alemania, al ser la mayor economía del bloque europeo, quedó así bajo extrema presión para dar su apoyo a la unión de dos mecanismos de salvamento financiero, lo que crearía una potente muralla para calmar el temor de los mercados a un descalabro financiero completo en la región.    

El ministro de Finanzas británico, George Osborne, dejó bien en claro que el G-20 necesita ver un compromiso más nítido entre las autoridades de la Zona Euro.    

“Tenemos que ver primero el dinero de la Zona Euro, y francamente eso no ha ocurrido. Mientras tanto no habrá dinero extra para el FMI de parte de Gran Bretaña y probablemente de ningún otro país”.

Pese a que mantuvieron la presión sobre Europa, algunos ministros del G-20 reconocieron los esfuerzos realizados hasta el momento.

El secretario del Tesoro de Estados Unidos, Timothy Geithner, aplaudió los esfuerzos de los nuevos gobiernos de Italia y España para poner a andar las reformas económicas necesarias para devolver la confianza a los mercados.    

No obstante, la economía mundial no ha salido de la zona de peligro, a pesar de que se ha alcanzado cierta estabilidad, alertó la presidenta del FMI, Christine Lagarde.

La funcionaria refirió que aún existen riesgos como la situación del sistema financiero, los altos niveles de endeudamiento publico y privado, y el aumento de los precios del petróleo.  

Lagarde expresó que esta situación está llevando a un crecimiento débil de las economías avanzadas y a una moderación en las emergentes.  

La jefa del organismo multilateral dijo además que percibió en el G-20 “fuertes sentimientos” sobre la secuencia de aumentar los cortafuegos en Europa e incrementar los aportes de recursos al FMI.


DESARROLLO

Vigilan los precios del hidrocarburo

CIUDAD DE MÉXICO.- El gobernador del Banco de Japón, Masaaki Shirakawa, dijo que las autoridades vigilan de cerca el impacto sobre los precios del petróleo de una flexibilización de la política monetaria.     

El Banco de Japón, junto al Banco Central Europeo y la Reserva Federal estadounidense, están tomando medidas no convencionales para impulsar la economía.

Shirakawa dijo que las autoridades observaban de cerca los efectos secundarios del alivio monetario sobre los precios del crudo.

Sin embargo, el funcionario no ve que el alivio monetario sea un factor importante y sostuvo que la reciente alza se debe más a tensiones geopolíticas.

Los dos grandes factores que han impulsado el precio del hidrocarburo no han sido condiciones estructurales del mercado, como aumentos en la demanda o bajas en la producción mundial, sino coyunturales y políticos.  

Han pesado en las valuaciones la posibilidad de un acuerdo para resolver la crisis en Grecia y el creciente enfrentamiento entre Irán, uno de los mayores exportadores de crudo, y la comunidad internacional, lo que podría afectar severamente el abasto global de petróleo.


CLAVES

El cortafuegos

1 El G-20 tiene como objetivo seguir trabajando para poder juntar antes de su próxima reunión de abril un fondo global de casi dos billones de dólares, incluyendo dinero nuevo y fondos ya existentes.    

2 La esperanza es que esa gigantesca montaña de dinero detenga la crisis de deuda soberana europea y evite un daño a la aún débil economía mundial, que aún intenta sobreponerse de la recesión estadounidense de 2008-2009.    

3 Si logran juntar esos fondos, sería la más audaz campaña de liquidez internacional desde que tres años atrás inyectaron un billón de dólares para combatir la recesión. Aún hoy muchas economías desarrolladas siguen inundando los mercados con dinero barato para impulsar el crecimiento e impedir un contagio.