El CEESP advierte sobre la debilidad del consumo privado

CIUDAD DE MÉXICO (17/JUL/2016).- El Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (CEESP) advirtió que el consumo privado podría debilitarse como soporte del crecimiento económico del país.

Por ello, consideró fundamental proteger el poder adquisitivo de los mexicanos.

El organismo de investigación y análisis del sector privado destacó que hasta ahora el principal motor del crecimiento de la economía se ha concentrado en la evolución del consumo, pero su dinamismo ha respondido a factores que pueden considerarse temporales.

En su reporte semanal “Análisis económico ejecutivo”, apunta que del cierre de 2014 hasta junio del presente año, el salario mínimo real tuvo una ganancia de 8.7%, más del doble de lo que se recuperó entre 2000 y 2014.

Sin embargo, la tendencia de la inflación al consumidor, que la ha llevado a mantenerse por debajo de la meta puntual de 3.0% del Banco de México (Banxico), se ha moderado poco a poco, con la expectativa de un repunte en la segunda mitad del año.

Explica que esto se debe a que las presiones del tipo de cambio han comenzado a incidir de manera importante en los precios al productor, que en junio reportaron un crecimiento anual de 5.61%, lo que eleva los costos de las empresas que en algún momento tendrán que trasladar a los precios finales.

Asimismo, en algunos precios finales que propiciaron que la inflación subyacente, la que excluye los precios más volátiles de la economía, se ubicara en 2.97% y acumular cuatro meses consecutivos por arriba de la inflación general.

“Un repunte de la inflación ocasionaría que las ganancias del salario real se moderaran, e incluso podrían revertirse”, advirtió el CEESP.

Señaló que esta preocupación aumenta cuando se observa que la debilidad del tipo de cambio presiona cada vez más los precios. “Si bien hasta el momento el efecto inflacionario sobre los salarios es reducido, ya comienza a dar señales de un posible impacto en el corto plazo”, argumenta.

No obstante, precisó, la expectativa de que el ritmo de crecimiento de la economía se moderó en el segundo trimestre sin posibilidad de un repunte importante en la segunda mitad del año, puede ser un factor que ayude a controlar la evolución de los precios.