Miércoles, 27 de Noviembre 2024
Economía | Los trabajadores se despidieron de los clientes con besos, abrazos y llanto

Ecuador se queda sin casinos

Un concierto de música tropical matizó los últimos instantes del casino Montecarlo, que empleaba a 120 personas en un hotel del norte de Quito

Por: AFP

El argumento de la prohibición es porque las apuestas deterioran moralmente a la sociedad. REUTERS  /

El argumento de la prohibición es porque las apuestas deterioran moralmente a la sociedad. REUTERS /

QUITO, ECUADOR (17/MAR/2012).- Las máquinas tragamonedas y mesas de blackjack del mayor casino de Ecuador quedaron vacías la medianoche del viernes al vencer el plazo para que esos establecimientos cerraran, tras ser prohibidos por un referendo, en medio de la nostalgia de empleados y apostadores.

Un concierto de música tropical matizó los últimos instantes del casino Montecarlo, que empleaba a 120 personas en un hotel del norte de Quito.

Pero el concierto no logró levantar el ánimo de los trabajadores, que se despidieron de los clientes con besos, abrazos y llanto.

"Ahora empieza la preguntadera: ¿qué vamos a hacer?", dijo Darwin Játiva, dependiente del club en la que los juegos quedaron aislados con cintas amarillas.

Este local fue uno de los últimos en cerrar, al vencer el límite para que ocho casinos de hoteles cinco estrellas clausuraran sus actividades, luego de la consulta del 7 de mayo de 2011 que proscribió los juegos de azar por iniciativa del presidente Rafael Correa.

Previamente lo habían hecho otros 24 casinos y un centenar de salas de juego ilegales.

Játiva, de 35 años, se vinculó al Montecarlo en 2005, cuando este negocio de capital franco-austríaco se instaló en Ecuador con una inversión de 1.5 millones de dólares.

Desde entonces, el casino invirtió 17 millones de dólares de utilidades para adquirir, entre otros, el hotel donde operaba, según su gerente, Pedro Sánchez.

Con su sueldo de 420 dólares, que puede duplicarse con horas extras, Játiva sostiene a su esposa y dos hijos, lo que espera seguir haciendo si es incluido en el 40% de la nómina que será reenganchada en un negocio de eventos y banquetes.

"Todos estamos haciendo méritos", señaló el hombre, quien ve con escepticismo un plan del gobierno para reubicar laboralmente a los cesantes, que ha logrado la contratación de 400 personas.

Los establecimientos que funcionaban legalmente empleaban a unas tres mil 200 personas, señaló la Asociación de Casinos y Bingos (Ascabi). Otras tres mil laboraban en los clubes ilegales, según estimativos del sector.

Los trabajadores formales serán indemnizados, para lo cual ya fueron depositados 4.5 millones de dólares en el ministerio de Relaciones Laborales.

Algunos clientes del Montecarlo tampoco ocultaron su amargura. "Estamos de luto, me va a hacer mucha falta", afirmó Rosa Sosa, una escritora de 70 años que solía visitar el local junto con Aníbal Iturralde, su esposo de 78.

"Somos gente mayor que busca un poco de alegría, no estúpidos que vienen a derrochar dinero", añadió Iturralde, quien esta semana ganó 550 dólares.

Otros confesaron que la medida les ayudará a liberarse de la dependencia de los juegos de azar.

"La fuerza de voluntad no era suficiente. Agradezco a Dios y al presidente por liberarnos de este yugo que echó a perder mi familia y mi economía", afirmó una mujer que mantuvo su nombre en reserva.

Correa planteó la prohibición argumentando que las apuestas deterioran moralmente a la sociedad, generan deudas ilegales, evaden impuestos y son usadas para lavar dinero, lo que fue rechazado por los empresarios, que habían pedido una prórroga y migrar a otros negocios.

Pero el gobierno ratificó el ultimátum aduciendo que las compañías no se habían suscrito con un "capital social" superior a 10 mil dólares ni habían presentado proyectos de reconversión.

Sánchez se expresa molesto, pues su empresa se constituyó con 1.5 millones de dólares y conservará el 40% de la nómina, por lo que presentó un recurso de reposición.

El gerente, de nacionalidad española, considera que la actividad fue "satanizada" por culpa de las salas ilegales que "por siete años taladraron los bolsillos de ecuatorianos humildes", por lo que cree que lo correcto hubiera sido la regulación.

"Ahora viene una parte quizá más interesante, pues de hecho ya hay juego clandestino en Ecuador. En cuanto hayan desaparecido los casinos legales, vendrán las mafias internacionales que se disputan el negocio a bala", advirtió.

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