Economía y fisco

El 9 de marzo en curso, el PRI presentó en el Senado una iniciativa de reforma fiscal, para entrar en vigor hasta el año 2013. Esto dará tiempo a que se afine y se obtengan los resultados propuestos de aumento en la recaudación, sencillez en su aplicación y simplificación en su cumplimiento; así como equilibrar la carga fiscal para que paguen más quienes más ganan. La reforma se aplica al Impuesto Sobre la Renta, Impuesto Empresarial a Tasa Única e Impuesto al Valor Agregado.

En el Impuesto Sobre la Renta se propone disminuir la tasa gradualmente para que quede en 25%, estableciendo un régimen de dividendos por las utilidades distribuidas con una tasa de 35 por ciento. También la tarifa para personas físicas se modifica para que llegue hasta 35 por ciento. Los beneficios para quienes ganan poco son insignificantes, pero les pega muy fuerte a la clase media y a quienes tienen ingresos mayores. Sería como llevar el IETU a una tasa más alta.

La reforma contempla la transformación en un régimen de flujo de efectivo, como opera actualmente el IETU, de tal manera que la acumulación de los ingresos sean hasta el momento en que éstos sean efectivamente cobrados y las deducciones  se aplican cuando sean efectivamente erogadas. Se incluye también la deducción de las colegiaturas. La Ley del Impuesto Empresarial a Tasa Única desaparecería. Sin embargo, se pretende incorporar, parcialmente, las partidas que hoy son objeto del impuesto del IETU al del ISR. El crédito al salario se aumentaría a 25 por ciento.

La iniciativa propone un régimen opcional de tributación sumamente simple para quienes obtengan ingresos inferiores a 20 millones de pesos, aplicando la  tasa de 5% sobre los ingresos obtenidos sin deducción alguna. Para el sector primario, se aplica a quienes no superen cuatro millones de pesos anuales, el impuesto es de 3% sobre los ingresos, sin deducción alguna. Se aplica tanto a las personas físicas con actividad empresarial, como a las morales. Este régimen se presta a planeaciones fiscales, porque no tiene candados y pueden expedir facturas deducibles para las empresas mayores, y otras combinaciones, por lo que posiblemente se le hagan las adecuaciones necesarias.

En el Impuesto al Valor Agregado se propone que se continúe con la tasa de 16%, incluyendo a las fronteras. Se establece una devolución de 3% sobre las compras efectuadas a las empresas de la economía formal. No desaparece la Tasa Cero, en la que sólo se incluyen algunos alimentos que forman la canasta básica, como: carnes en estado natural, tortillas, masa, harina y pan, sean de maíz o trigo; pastas secas; leche natural y huevo, azúcar, mascabado y piloncillo; sal; aceite comestible; atún y sardinas enlatadas, animales y vegetales que no estén industrializados, salvo el hule.

Los partidos políticos han criticado esta iniciativa, simplemente porque no la presentaron ellos, pero no está hecha con ligereza, es un proyecto en el que se tomaron en cuenta opiniones de organismos profesionales y empresariales, por lo que esperamos sea la base de una auténtica reforma fiscal.