Economía y fisco

Desde hace varios años se viene hablando de la urgencia de llevar a cabo una reforma política a fondo que acerque al Gobierno hacia los ciudadanos, haga más productiva la relación entre el Poder Ejecutivo y el Legislativo y corrija situaciones que entorpecen la marcha del país.

Finalmente, el Presidente Calderón envió una iniciativa de reforma política que se espera se apruebe antes de la próxima contienda presidencial. En ella se contempla, entre otras, la reducción de la Cámara de Diputados de 500 a 400 y el Senado de 128 a 96 integrantes; la aplicación de un referendo para iniciativas preferentes; la reelección de diputados federales hasta por nueve años y de senadores hasta 12 años; que cada Estado pueda determinar si aprueba la reelección local de diputados, alcaldes, regidores y síndicos hasta por 12 años.

El sentir de la población es que esta iniciativa se quedó corta y que deben incluirse, entre otras reformas: la figura del plebiscito, para la ratificación de la gestión de un gobernante o decidir cuestiones de importancia; la segunda vuelta electoral para consolidar la legitimación política del Presidente; que los secretarios de Estado sean ratificados por el Senado, antes de que tomen posesión.

Las entidades federativas también deberían someter al Congreso local la ratificación de secretarios estatales; incorporar las candidaturas independientes para todos los puestos de elección popular; eliminar la doble división de distritos para votaciones federales y estatales; que se establezca la revocación de mandato a los tres poderes del Estado en los niveles federal, estatal y municipal; que se transparenten e intervengan los ciudadanos en los procesos de selección y elección de los titulares y consejeros de los organismos autónomos, como son: Instituto de Elección y Participación Ciudadana (IEPC), Comisión Nacional de Derechos Humanos ( CNDH) e Instituto de Transparencia e Información Pública (ITEI) ,y se delimiten sus percepciones; que se establezcan los mecanismos legales para dar entrada a las iniciativas ciudadanas para la formulación de leyes; que se reduzca, reglamente y transparente el financiamiento a los partidos políticos; que se aumente el límite a los partidos políticos para registrarse de 3.5% actual a 4% y que sólo se les otorgue financiamiento cuando superen 5% del padrón electoral; que los funcionarios de elección popular queden limitados por ley para acceder a otro puesto público de elección popular, hasta el término de su gestión original.

Los ciudadanos comunes rehusamos opinar sobre política, porque consideramos que sembramos en el desierto, pero no debemos olvidar las palabras de Gandhi: “Si en apariencia tomo parte en política, ello se debe exclusivamente a que en la actualidad la política nos rodea igual que el abrazo de una serpiente del que no podemos desasirnos por mucho que lo intentemos. Por lo tanto, deseo luchar con la serpiente: primero ellos te ignoran; más tarde se ríen de ti; luego te hacen la pelea  y entonces… ¡tú ganas!”.