Economía y fisco

La Ley de Ingresos de la Federación para 2011 prevé aumento de impuestos. El dictamen del Congreso tiene como límite el día 20 de octubre para entregarse, por lo que a esta fecha se podrá corroborar la forma definitiva en que fue aprobada.

Como un adelanto, a reserva de verificar su texto definitivo, se puede decir que las principales fuerzas políticas en San Lázaro continúan con las negociaciones y las propuestas de más impuestos y elevar los existentes.

Las razones para estos aumentos son múltiples, desde la necesidad de recaudar más fondos para socorrer a las zonas afectadas por desastres naturales, como Veracruz, Tabasco, Nuevo León y regiones de otros estados, hasta la protección a la salud y combate a los malos hábitos alimenticios y adicciones.

La posición de disminuir un punto porcentual al IVA, al parecer ya quedó descartada porque su principal defensor que era el PRI ya reculó. Sergio Sarmiento preguntaba al público que opinara sobre cómo se les llama a los que reculan. En mi opinión se les debe llamar benefactores de las entidades federativas, porque así no se les disminuirán sus participaciones federales en este impuesto. El gobernador de Tabasco asegura que los daños materiales a la Entidad ascienden a más de 57 mil millones de pesos, y solicita un monto de 14 mil millones de pesos para infraestructura y reactivación de la economía que está prácticamente devastada.

Por su parte, el PVEM propuso incrementar el impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS) a la cajetilla de cigarros, entre cinco y 10 pesos, así como a las bebidas alcohólicas y energizantes, a fin de disminuir el índice de enfermedades y muertes causadas por el consumo de estos productos. Si se aumentan 10 pesos a las cajetillas de cigarros, el fisco podrá recaudar 35 mil millones de pesos  para destinarlos a programas de salud y prevención, además de reducir los niveles de consumo hasta 25 por ciento. Habrá que considerar que si se disminuye 25% el consumo, también disminuirá en la misma proporción la recaudación.

Se debe además prevenir y desincentivar el consumo de bebidas gaseosas energizantes y/o fortificantes, isotónicas, con un impuesto para proteger el derecho a la salud de los consumidores, toda vez que su venta es irrestricta. En cuanto al aumento a las bebidas alcohólicas, actualmente se recaudan seis mil 370 millones de pesos, por lo que si se aumenta 100% a estos productos, se duplicaría el ingreso. Lo que no captan nuestros legisladores, es que las bebidas nacionales están gravadas a tal extremo que no pueden competir con las bebidas de importación, lo cual daña al empleo en particular, a la economía nacional en general y favorece la fuga de divisas.

En vez de echar mano del recurso fácil de aumentar los impuestos, nuestros legisladores deberían acudir al recurso del renglón llamado “Presupuesto de Gastos Fiscales”, para modificar la política aplicada en tratamientos diferenciales, como la Tasa Cero, Exentos y algunos estímulos fiscales innecesarios.