Economía y fisco

Está en manos del Congreso una propuesta de reforma para fortalecer la política de competencia económica en el país, enviada por el Presidente Calderón el lunes de esta semana, motivándola en que la presencia de prácticas monopólicas u oligopólicas ha impedido alcanzar un  mayor nivel de crecimiento para la creación de empleos y mejorar la calidad de vida de los mexicanos.

Sin castigo no hay ley que sirva. Se propone elevar las sanciones aplicando penas de prisión de hasta l0 años y multas de 50 a 86 millones de pesos a quienes lleven a cabo o participen en prácticas monopólicas. En el pasado se investigó a Telmex, Cemex y FEMSA, sin resultado alguno. Ahora podrían tomar un nuevo escenario mediante la aplicación de esta ley.

Es así como un mexicano que compra un saco de cemento, hace una llamada telefónica o toma un refresco está contribuyendo a aumentar la riqueza de las empresas monopólicas, ya que paga a precios muy superiores a los que se manejan en países de primer mundo gracias al apoyo oficial que hasta ahora han tenido este tipo de empresas.

No obstante que nuestra Constitución prohíbe los monopolios, la realidad es que existen, son tolerados y protegidos. Los exagerados precios de los productos monopólicos continúan sangrando las exiguas economías de las clases necesitadas y de la población en general. El regalo que le hizo Carlos Salinas a Carlos Slim de Telmex ha encarecido el servicio en alrededor de 300%, más de lo que vale en Estados Unidos y otros países. El pan Bimbo, por su propia naturaleza, es un casi monopolio, porque no puede acabar con las pequeñas panaderías de barrio y de pueblo. Sólo cuando alguna empieza a crecer y hacerle mella, la adquiere o aniquila con prácticas de dumping.

El neoliberalismo propicia la acumulación de la riqueza. El crecimiento continuo de las empresas no se lleva a cabo únicamente en forma vertical, sino que también lo hace en forma horizontal, a base de fusiones y adquisiciones, hasta llegar al límite máximo de crecimiento que es el monopolio.

En México tenemos monopolios estatales y particulares, que constituyen un freno al desarrollo de la economía. La economista en jefe para México de la Organización  para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) Benedicta Larre, declaró a “El Universal” que México necesita reducir los monopolios públicos y privados y abrir sus sectores de telecomunicaciones y energía para tener una mayor competitividad. Así el país sería más atractivo para la inversión, podría desarrollarse y tener más calidad en sus empresas. El freno lo aplica el duopolio televisivo.

¿Cuáles son las entretelas que se tejen entre secretarios, subsecretarios de Estado y hombres de negocios beneficiados en la compra-venta de empresas paraestatales? Sector privado y sector público forman una coalición que obstaculiza cualquier cambio que tienda a equilibrar la distribución de la riqueza.

El Presidente Calderón tiene una ardua tarea que consiste no en acabar con los monopolios y las injusticias que generan, sino sencillamente impedir que sigan avanzando al ritmo vertiginoso que impone el neoliberalismo económico.