Economía y fisco

Desde la época de Benito Juárez nuestro país  ha estado dividido en dos grandes ideologías: la conservadora y la liberal, que ahora han devenido en las derechas y las izquierdas, respectivamente. La corriente conservadora tuvo a la par que la liberal grandes pensadores, como Ignacio Comonfort en sus inicios, ya que al final de su vida peleó al lado de Juárez, y ya en el siglo XX, Manuel Gómez Morín, Efraín González Luna, Carlos Castillo Peraza, entre otros no menos insignes.

La oligarquía que por ahora ejerce su poder sobre el pueblo mexicano es la conformada por las fuerzas de derecha que, haciendo a un lado sus diferencias de origen, se aglutinan bajo un denominador común: acabar de quitarle el poder a las izquierdas, que perdieron en el año 2000 la Presidencia de la República, pero continúan conservando 19 gubernaturas, la mayoría de las presidencias municipales, diputaciones y puestos en el Senado de la República.

Surgió el pluripartidismo como el primer brote de la semilla de la democracia, que con todo y sus defectos, ha dado salida a distintas corrientes ideológicas y cotos de poder. En el fondo subsiste un denominador común, partidos de izquierdas y derechas son sostenidos con los impuestos de los contribuyentes, así como también nos cuesta el organismo creado para convalidar la democracia, el Instituto Federal Electoral, que no puede actuar con libertad porque está secuestrado por los mismos partidos políticos a los que pretende controlar.

El Gobierno de la derecha ha decepcionado al pueblo que esperaba grandes cambios, pues lo único que ha cambiado es el poder que ahora está en sus manos, que ha utilizado para enriquecerse, igual que lo hicieron algunos de sus antecesores, sólo que ahora lo hacen con descaro y en abundancia.

Nuestros políticos de derecha compiten con los grandes grupos empresariales. Es muy difícil acumular gran capital en México sin contar con la complicidad de altos funcionarios del Gobierno. Un puñado de familias son las que acaparan la riqueza: Borja (Grupo ICA), Vallina, Emilio Azcárrga, Eugenio Garza Lagüera, Carlos Slim, Roberto González, Bernando Garza Sada, Madero Bracho, Legorreta, Alberto Bailleres, Senderos, Roberto Hernández, Marcelo y Lorenzo Zambrano, Mario Vázquez Raña, Lorenzo Servitje, Alfonso Romo Garza, Moisés Cossío, Jorge Larrea, Claudio X González, familia Sánchez Navarro, familia Espinosa Yglesias, Jorge Hank Rhon, Reynaud, O’Farrill, Santa Marina, De la Macorra, Ballesteros, Prudencio López, Robinson Burs, familia Trouyet, Aguilar, Carlos y Alejo Peralta y familia Saba, etcétera.

Por supuesto que hay muchos más multimillonarios que los que se mencionan, porque tienen buen cuidado de disimular su riqueza. En México no hay una guía como en los Estados Unidos de Who is Who, the very rich and the rich. Son muy astutos para disimular, y tienen razón en hacerlo ante el crecimiento de la delincuencia.
Una política económica neoliberal, sin competencia, donde el Estado protege los monopolios y enriquece a sus funcionarios, da como resultado una inequidad monstruosa.

POR LUIS JORGE CÁRDENAS DÍAZ
(luisjcardenas2@hotmail.com)