Lunes, 25 de Noviembre 2024
Economía | Afirman que no hay ocultamiento del producto

Daños en cosechas provocan alza en precios del jitomate

El costo se estabilizará hasta la nueva cosecha, a principios de febrero próximo

Por: EL INFORMADOR

En el mercado. El jitomate de mejor calidad se va a la exportación y aquí se queda el de menor calidad.  /

En el mercado. El jitomate de mejor calidad se va a la exportación y aquí se queda el de menor calidad. /

GUADALAJARA, JALISCO (20/DIC/2013).- El precio del jitomate en varias de sus presentaciones ha escalado durante las últimas semanas. El saladette, por ejemplo, se elevó hasta los 23 pesos por kilogramo; a estas fechas del año anterior se ubicaba en 14 pesos.

De acuerdo a datos de la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Social, Pesca y Alimentación (Sagarpa), el jitomate se incrementó a partir de la segunda semana de septiembre al pasar de 13 a 16 pesos, y mantuvo la escalada hasta los actuales 23 pesos. En agosto de este mismo año había registrado su valor más bajo, al cotizarse en 6.50 pesos por kilo.

Según la Sagarpa, el incremento se debe a los daños que sufrieron las cosechas en los estado de Jalisco y de Sinaloa; principales productores de dicho cultivo.

Y en esto concuerda el maestro en Relaciones Económicas Internacionales, por la Universidad de Guadalajara, Carlos Alejandro Cordero García.

“Se debe al mal temporal en Sonora y Sinaloa, donde se cultiva más; eso trae un desabasto en el mercado, y además aumenta por la época navideña”.

El investigador indica que este factor también influye para el caso del tomate bola, que alcanzó un precio en diciembre de 19.50 pesos; cuando en julio llegó a cotizarse en 10 pesos, su precio más bajo del año.

Cordero García vaticina que en enero seguirá la escalada en el precio del jitomate por la inflación, hasta que llegue la nueva cosecha para principios del mes de febrero de 2014, y si el invierno “no es muy frío”.

Asegura que no ha existido un fenómeno de ocultamiento del producto, ya que con la autorización de las autoridades de Estados Unidos para comprar jitomate mexicano la distribución se ha acelerado. No obstante, el producto de mejor calidad se va a la exportación “porque es más rentable; aquí se queda el de mala calidad”.

El del jitomate no es el único valor al alza. El precio del tomatillo y del limón no han vuelto a los niveles de enero. El tomate verde, como también se le conoce, actualmente cuesta nueve pesos el kilo, aunque en noviembre llegó a estar en 14 pesos. El producto lleva una tendencia de descenso en su precio, que en julio registró su nivel más bajo: cuatro pesos.

En tanto, el limón agrio llega a los 13.30 pesos por kilo, pero su precio más alto lo tuvo en octubre con 14 pesos, casi el doble del monto más bajo registrado en noviembre: 8.66 pesos.

“Están caros ya, no creí que fueran a subir otra vez”, se quejó Margarita Rodríguez, quien acudió a un mercado de la Colonia Independencia a hacer sus compras.

Y aunque los comerciantes no dan razón del aumento más allá de que los productores “ya se había tardado en subir”.

FRASE


"Deben buscarse alternativas para contribuir al equilibrio del mercado, porque si no vendrán grandes índices de inflación".

Carlos Alejandro Cordero García, maestro en Relaciones Económicas Internacionales, de la UdeG.

ALZAS EN FRUTAS Y VERDURAS

Diciembre, el mes con más alta inflación

Este mes se registrarán los mayores incrementos de precios de todo el año y, en conjunto con la entrada en vigor de la reforma hacendaria provocarán que a inicios de año suban más el precio en frutas y verduras, pronosticó el maestro en Relaciones Económicas Internacionales, por la Universidad de Guadalajara, Carlos Alejandro Cordero García.

El maestro afirma que ve sería benéfico para los consumidores que las autoridades abrieran el mercado a productos importados, aunque esto perjudicaría a los agricultores locales, ya que dejarían de tener las mismas ganancias.

“Aquí lo que se recomienda, en las centrales de abastos, es que se recomiende a las personas que consuman productos de temporada para que se iguale el mercado. Cuando dejemos de comprar jitomate bajará la demanda y el precio. Y se puede sustituir el limón por la naranja o la toronja

EL INFORMADOR publicó el sábado pasado que productos como el tomate verde o el limón incrementaron hasta 300% su precio durante los primeros meses de 2013.

El tomate pasó de seis pesos el kilogramo en enero a 18 pesos en los primeros días de mayo. Los productores agrícolas señalaron que el encarecimiento del producto se debía a las sequías que azotaron las zonas en donde se cultiva.

Por su parte, el cítrico fue atacado por una plaga denominada dragón amarillo, que afecta a los árboles que producen dicho fruto, por lo que su precio se disparó hasta 20 pesos el kilogramo a mediados de este año.

• Las empresas cambian de rostro

NUEVA YORK, ESTADOS UNIDOS.-
Échele otro vistazo a la etiqueta de ese alimento y verá que un par de ingredientes parecen haber desaparecido.

En una época en que más consumidores prestan atención a lo que comen, las compañías de alimentos y bebidas se han dado cuenta que los ingredientes poco conocidos pueden invitar a la crítica en internet y por parte de blogueros. El peligro de publicidad dañina ha resultado ser lo suficientemente serio como para que algunos fabricantes hayan cambiado la fórmula de productos de gran venta para eliminar ingredientes misteriosos y de pronunciación difícil que pudieran provocar sospechas.

PepsiCo, por ejemplo, informó que dejaría de usar el aceite vegetal bromado en su bebida hidratante y que buscaría otra forma de distribuir el color en el líquido. El año pasado, Starbucks dijo que dejaría de usar un colorante rojo hecho de insectos después de recibir comentarios “a través de diferentes medios”, entre ellos una petición en internet, y cambiaría a un extracto de tomate. Por su parte, Kraft Foods planea reemplazar los colorantes artificiales con otros de especies naturales en diversas variedades de sus platillos de macarrones con queso, en reacción a lo que está escuchando de los padres.

Ali Dibadj, analista de la firma Bernstein que cubre el sector de alimentos empacados y bebidas, dijo que los cambios reflejan un cambio de “democratización al activismo” por parte de los consumidores.

“Antes uno decidía si compraba un producto o no. Pero ahora piden cambios”, dijo Dibadj. “Hay un altavoz, internet, que permite que muchas personas se sumen a una petición rápidamente”.

AP

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