Critican propuesta de SE sobre aranceles por huevo

CIUDAD DE MÉXICO (22/AGO/2012).- Organizaciones campesinas y sindicales criticaron las declaraciones del titular de la Secretaría de Economía (SE) Bruno Ferrari, en el sentido de que se deje de consumir huevo y se eliminen los aranceles a las importaciones, pues lo que debe hacer el gobierno es apoyar más a los productores y poner en orden a los intermediarios y especuladores.

Francisco Hernández Juárez dirigente de la Unión Nacional de Trabajadores (UNT) calificó lo dicho por Ferrari como un chiste y dijo que ahora la administración de Calderón pedirá que los mexicanos no coman para que se reduzcan los costos de los alimentos.

Por separado la Confederación Nacional Campesina (CNC) sostuvo que es lamentable que el gobierno insista en importaciones de huevo, cuando ha hecho muy poco por el sector.

De hecho, sostuvo el que está por terminar fue un sexenio perdido para el campo, ya que con su política de apoyar a productores de otros países se han destinado más de 100 mil millones de dólares para la importación de alimentos, recursos que debieron aprovecharse para blindar la soberanía alimentaria nacional.

A través de su dirigente, Gerardo Sánchez García, la CNC precisó en un comunicado que tan sólo para este año se calcula la erogación de 25 mil millones de dólares en la compra de alimentos del extranjero, cantidad que en pesos mexicanos es mayor al presupuesto para el campo de 2012, autorizado por la Cámara de Diputados y que ascendió a 305 mil millones de pesos.

Se trata, dijo, de más de 327 mil millones de pesos, de casi 28 mil millones al mes o si se quiere más de 910 millones de pesos diarios, los que el gobierno dedica para comprar fuera del país los alimentos que los campesinos mexicanos pueden producir en México si ese dinero se destinara a darles los apoyos que necesitan.

''El gobierno federal gastó más de 320 mil millones para seguridad nacional durante el sexenio, cifra similar a lo dedicado a la infraestructura carretera con más de 21 mil kilómetros construidos o modernizados, de ese tamaño es lo que representa el monto de las importaciones de alimentos'', subrayó.

Antes, en el marco de la reunión plenaria de la UNT efectuada en la sede de la Asociación Sindical de Pilotos Aviadores (ASPA) de México que encabeza Carlos Manuel Díaz Chávez, éste, así como representantes de agrupaciones como el Sindicato de la UNAM y de la Industria Nuclear, entre otros, coincidieron en la necesidad de que la sociedad ejerza presión para evitar que continúen los incrementos a los precios de la canasta básica, pues evidentemente los salarios que perciben los trabajadores no alcanzan ni para lo elemental.

Manifestaron que con la premisa de defender los derechos de los trabajadores e impulsar acciones para que la crisis que viven los mexicanos ante la carestía, presentarán el próximo 1 de septiembre a quienes integrarán la próxima legislatura del Congreso de la Unión que no se aprueben reformas, como la laboral y la fiscal tendientes a dañar las garantías de trabajadores y campesinos.

De ahí, que en el seno de la UNT estuvieron de acuerdo en no realizar protestas el próximo 1 de septiembre, ni acordonar el Palacio Legislativo de San Lázaro, como se propuso en la central, sino organizar foros, que pudieran ser en la UNAM, con temas como la reforma laboral y fiscal y entregar un documento a los próximos legisladores sobre lo que consideran debe hacerse en las citadas materias y otras.

El documento está construido con aportaciones de representantes de más de 200 organizaciones obreras, campesinas y populares, como la el Consejo Nacional de Organismos Rurales y Pesqueros (Conorp), en donde convergen, entre otras la Central Campesina Cardenista (CCC) y el Frente Sindical Mexicano (FSM) encabezado por el Sindicato Mexicano de Electricistas (SME) y la Alianza de Tranviarios de México (ATM), así como los sindicatos de Telefonistas, de pilotos y sobrecargos.

El borrador del texto que también será publicado en medios impresos la próxima semana, se titula ''las reformas que México necesita'' y plantea a los diputados y senadores, entre otras cosas, que no quieren una ''contrarreforma fiscal que pretenda incrementar los ingresos del gobierno con el aumento de impuestos al consumo popular''. ''Nos oponemos al incremento del IVA y su aplicación a medicinas y alimentos''.

Plantean una reforma en esa materia que descanse sobre un amplio pacto fiscal que incremente progresivamente el impuesto sobre la renta. Además de cambios estructurales en seguridad social que contemple la universalización bajo esquemas mixtos aportes de patrones y trabajadores.

Se pronuncian por una reforma laboral que democratice el mundo del trabajo, estimule su calificación y por esa vía, su productividad y su competitividad en el mundo global.

Además, consideran que cualquier cambio será posible sólo con una reforma política que sustituya al obsoleto presidencialismo con una verdadera división y equilibrio de poderes que ponga en el centro a los ciudadanos para que todos se beneficien de la acción pública y no sólo los monopolios.