Viernes, 22 de Noviembre 2024
Economía | Se trata, entre otros rubros, de la deuda pública, pensiones, jubilaciones y servicios

Compromisos del gobierno dificultan la base cero

Gastos ineludibles sumaron 76.6% del total neto del presupuesto en 2010; para 2013 se incrementaron a 77.5%, indica la ASF

Por: EL INFORMADOR

CIUDAD DE MÉXICO (25/MAR/2015).- Los compromisos del gobierno con deuda pública, pensiones y jubilaciones, gasto federalizado, la prestación de servicios públicos (salud y educación), aportaciones y participaciones estatales y programas de apoyo a ahorradores y deudores de la banca dificultan la reingeniería del gasto.

De acuerdo con el Centro de Estudios de Finanzas Públicas (CEFP), los gastos ineludibles representaron 76.6 por ciento del gasto neto total del sector público presupuestario en 2010, y en 2013 se incrementaron a 77.5 por ciento, según la Auditoria Superior de la Federación (ASF). Estos gastos están comprometidos a largo plazo, destinados a grupos de alto poder público y político, además se considera que su estructura sólo puede ser modificada en el largo plazo mediante una planeación integral y reformas estructurales, señala el CEFP en el Diagnóstico del Sistema Fiscal Mexicano. El resto; un 17.5 por ciento, puede ser modificable en el mediano plazo, y los cambios dependerán de la voluntad política, por lo que en promedio entre 22.5 y 23.4 por ciento del presupuesto puede ser modificable en el corto y mediano plazo. En este sentido deviene uno de los mayores retos en los que el gobierno, junto a instituciones como el Banco Mundial, trabaja de frente a la baja de ingresos petroleros a nivel mundial, refirió en entrevista Sunny Villa, investigadora del Centro de Investigación Económica y Presupuestaria (CIEP).

Poco más de 5.9 por ciento del gasto público total puede ser modificado o redistribuido en el periodo inmediato, mientras que 76.6 por ciento está comprometido a largo plazo y destinado a grupos de alto poder público y político, y se considera que su estructura sólo puede ser modificada en el largo plazo mediante reformas de fondo, insistió el CEFP. El resto, 17.5 por ciento, se encuentra regulado y no son recursos modificables, situación que representa uno de los retos más grandes del gobierno federal, tras el objetivo de rediseñar el presupuesto 2016 a partir de una base cero. Según la ASF, en promedio quedaría para su revisión 22.5 por ciento del presupuesto.

PARA SABER

La influencia.
Según los entrevistados, entre los grupos de alto poder público que entorpecen la redistribución se cuentan sindicatos y partidos políticos.

Caída global. La caída de los fondos petroleros desde 2014 es un fenómeno que obliga a trabajar con instituciones como el BM.

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