Pero las comparaciones son brutales; en México, al finalizar el 2013, se contabilizaron 5,547 pantallas en el país, en 604 complejos.En promedio, cada complejo cuenta con nueve salas. La zona metropolitana de la ciudad de México, Jalisco y Nuevo León concentran 40 % de las pantallas. Mientras que, las “ventanas emergentes” del país apenas y llegan a 300, en su afán de crear público y difundir ese cine que, al parecer, al “mainstream” no le interesa.Según el Anuario Estadístico de Cine Mexicano 2014 del Imcine, la salas cinematográficas en México se ubican de manera preponderante en ciudades con más de 100,000 habitantes.Y, aunque ya empiezan a establecerse cines de “bajo costo” en poblaciones más pequeñas, los modelos de exhibición “multiplex” o multipantalla responden primordialmente a factores demográficos y socioeconómicos.En el caso de los cines independientes, no es tan sencillo obtener datos duros, pues se trata de esfuerzos individuales o institucionales. Sin embargo, destacan proyectos como La 68, del cineasta Lorenzo Hagerman en Yucatán; Oaxaca Cine; el Cine Tonalá; La Casa del cine y Cinemanía, entre muchos otros, que hacen viable que se pueda crear un circuito de exhibición alterno.EXISTEN300 salas de cine independiente en México que esperan permanecer en el mercado y apuestan por otro tipos de películas.