CIUDAD DE MÉXICO (18/JUL/2017).- El gobernador del Banco de México (Banxico), Agustín Carstens, y los subgobernadores, así como el resto de los empleados y funcionarios tendrán prohibido recibir regalos de cualquier tipo, valor o tamaño.Además, serán sancionados cuando usen información privilegiada para su beneficio personal, cuando tengan conocimiento de datos que no sea de dominio público relacionada con la decisión de política monetaria o de la Comisión de Cambios.Tendrán que abstenerse de llevar a cabo o de modificar sus operaciones financieras por cuenta propia o a través de terceros.La prohibición incluye la compra, venta de acciones, valores gubernamentales, divisas con operaciones con el peso y tasas de interés dentro de los cinco días hábiles anteriores a la fecha en que la Junta de Gobierno dé a conocer dichos anuncios, conforme al calendario establecido. En caso de incumplimiento, les serán aplicables las sanciones previstas en la legislación en materia de responsabilidades administrativas.Respecto a los regalos, ordenó lo siguiente:"Los servidores públicos del Banco de México se abstendrán de aceptar obsequios de cualquier persona u organización, incluyendo del personal del propio Banco, con motivo del ejercicio de sus funciones".Lo anterior como parte de las cinco normas que dio a conocer el instituto central sobre la prohibición para aceptar obsequios ofrecidos a servidores del Instituto central.Hasta ahora, el Banco de México acostumbraba a emitir en temporada decembrina y fin de año un aviso dirigido a proveedores, contratistas y entidades sujetas a regulación y supervisión, para abstenerse de enviar regalos al personal del instituto central atendiendo a los principios de honradez y ética.Así, en el marco de la puesta en marcha del Sistema Nacional Anticorrupción, es la primera vez que impide que se acepten obsequios en cualquier época del año y no solamente por la Navidad o Año Nuevo.También es primera vez que emite nueve normas generales que deberán observar los servidores en sus operaciones financieras para que se abstengan de aprovecharse de utilizar información privilegiada o para obtener condiciones más favorables de las que se brindan al público en general en movimientos bursátiles, bancarias o de otros mercados financieros.