Amplia la brecha entre ricos y pobres en AL: Santander

SANTANDER, ESPAÑA (05/JUL/2011).- Latinoamérica es una de las regiones del mundo con la peor desigualdad, por lo que debe comenzar el proceso de la distribución de la renta y la riqueza, aseguró Francisco Luzón, director general de Grupo Santander.
El banquero enfatizó que 10% de la población más pobre de la región solo alcanza mil 675 dólares del Producto Interno Bruto per cápita.

“Una renta que en 2010 equivalía a 14% de la renta promedio del continente y coincidía con la que tenía Bangladesh”, enfatizó el banquero.

Durante su participación en el X Encuentro de Santander-América Latina “Iberoamérica: nuevas y viejas ideas”, Luzón enfatizó que la reciente historia de éxito de Latinoamérica puede hacer que se olvide la desigualdad que existe.

“Sería un tremendo error, con altísimos costos de todo tipo, no afrontar las consecuencias de seguir siendo una de las regiones del mundo con peor distribución de ingresos y de las oportunidades”, destacó.

Añadió que el PIB per cápita de los siete países que representan más de 73% del producto del continente: Brasil, Chile, México, Colombia, Perú, Argentina y Uruguay, representa 12 mil dólares.

Por el contrario, 10% de los ciudadanos de siete países más prósperos tienen un PIB per cápita de 48 mil 500 dólares, expuso.
Francisco Luzón comentó que si no se acorta la brecha de la desigualdad entre ricos y pobres el proceso de bancarización se detendrá.

“Necesitamos los ahorros de las clases altas para impulsar el de las clases bajas”, dijo.

Agregó que aunque haya diferencias por países, en todas las naciones del continente la desigualdad es un reto pendiente.

“Latinoamérica tiene que mejorar su patrón de distribución de la renta y la riqueza. Para ello debe dotarse de una política fiscal que se base en impuestos que se obtengan de una mayor base de contribuyentes más amplia y que exhiban una mayor progresividad efectiva”, detalló.

Puntualizó que además se tiene que conseguir un nivel y una composición de su gasto público con un mayor potencial redistributivo.

En su exposición, dijo que en la última década, 75 millones de personas en la región tuvieron algún tipo de movilidad social ascendente.

Agregó que los 224 millones de personas que vivían con ingresos catalogados en las clases ABC, 10 años después pasaron a ser 300 millones y se redujo el número de pobres.