América Latina, con más ricos y más opacidad

GUADALAJARA, JALISCO (14/OCT/2015).- La desigualdad ha decrecido, sobre todo, en los países latinoamericanos y se ha incrementado en países como Estados Unidos, sin embargo, la distancia se hizo más grande entre los que más riqueza tienen y los que menos, se concluyó en el diálogo "¿Cuáles son las implicaciones de la creciente desigualdad?" del 5° Foro Mundial de la OCDE sobre Estadísticas, Conocimiento y Políticas: Transformando las Políticas, Cambiando Vidas.

El director de Empleo, Trabajo y Asuntos Sociales del organismo, Stefano Scarpetta, aseveró que la única inequidad que se mantiene a la alza son los ingresos, ya que por cada 10 pesos que ganaron más los ricos, uno correspondió a los grupos vulnerables.

"La riqueza está distribuida de manera menos equitativa. El 10% de hasta arriba de la tabla es dueño del 50% de la riqueza y los de baja es menos del 1%".

Añadió que la redistribución de los recursos debería ser replanteada fiscalmente "para asegurarnos que los que ganan más paguen impuestos justos a su ingresos". Además, son clave las políticas de gasto reducido y el uso eficaz de los recursos que se tengan; por ejemplo dar mayores apoyos a los grupos más vulnerables: las mejores escuelas deben tener a los mejores maestros y las áreas con un índice bajo de salud a los mejores doctores.

Promueve que desde la educación se conformen las bases para la equidad y se otorguen las mismas oportunidades para prepararse y conseguir un empleo.

Nora Lustig, profesora del Departamento de Economía de la Universidad Tulane, en Estados Unidos, comentó que los grupos vulnerables están sobre estudiados mientras que los grupos que concentran la riqueza se mantienen en la opacidad y no se conoce qué cambios han tenido en los últimos años, siguen en la "oscuridad" y no son fiscalizados como se debe: "No sabemos qué pasa con los más ricos. Debemos invitar a que haya más transparencia en el acceso a la información que nos permitiría entender más".

Señala que precisamente esto ya sucede en Estados Unidos y Europa desde el siglo pasado pero en América Latina se mantiene oculto.  

Expuso que la desigualdad no ha crecido, al contrario, se ha reducido en varios países, entre ellos México: "La desigualdad sigue siendo alta y la más alta del mundo en Latinoamérica, aunque hemos tenido buenas noticias a comparación de lo que ha pasado en otras regiones".

Mientras, Mario Pezzini, director del Centro para el Desarrollo de la OCDE, también indagó en la falta de fiscalización y recaudación fiscal de los gobiernos. Dijo que cuando la recaudación es baja la desigualdad es mayor, como se da en Latinoamérica.

Hugo Beteta, director de la sede subregional en México de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), contextualizó que el origen del bienestar que se pueda conseguir depende de los padres ya que dependiendo que tan satisfechos estaban así iba a pasar con sus hijos.

Francoise Bourguignon, profesor de la escuela de Economía en Francia, destacó la cuestión de medir la percepción de desigualdad y la inequidad: "Posiblemente haya un divorcio total entre lo que dice la estadística y lo que el ciudadano de a pie ve".

La mesa estuvo moderada por Gonzalo Hernández Licona, secretario ejecutivo del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval).

EL INFORMADOR / SAÚL PRIETO