Afectado el flujo de remesas por deterioro de las condiciones en EU

CIUDAD DE MÉXICO.- La caída en el flujo de remesas al país, que se acentuó en julio, cuando fue de 6.9 por ciento, refleja el impacto de las condiciones económicas en Estados Unidos, lo que no son buenas noticias para el consumo en México, afirmó Banamex- Citigroup.  

Con un modesto crecimiento de 0.3 por ciento anual en abril y variaciones negativas en el resto de los meses, las remesas acumuladas en los primeros siete meses del año son 2.9 por ciento menores a las registradas en el mismo periodo de 2007.   

La institución financiera señaló así que los flujos de remesas han sido más sensibles a las condiciones económicas que prevalecen en Estados Unidos.   

Por ello, estimó una caída de 3.0 por ciento en 2008, en línea con las proyecciones del Banco de México, lo equivaldría a un flujo de 23.3 mil millones de dólares.   

El impacto sobre las cuentas externas no será sustancial, aunque el 7.0 por ciento de los hogares que recibieron remesas en 2006 serán los más afectados en sus ingresos, deteriorando el nivel de la demanda local a través de un menor consumo privado, anotó.   

En un análisis, el grupo financiero destacó que el deterioro de las condiciones laborales para los trabajadores mexicanos en Estados Unidos se acentuó recientemente.   

Así, la crisis en el sector de la construcción donde laboró 16.2 por ciento de los trabajadores de origen mexicano en ese país en 2006-2007- afectó directamente los ingresos de los mexicanos y su capacidad de enviar dinero a sus familias.   

Además, el endurecimiento de las políticas migratorias afecta las decisiones de los trabajadores ilegales que optan por incrementar sus ahorros a expensas de enviar dinero a sus lugares de origen.   

En ese sentido, estimó que en el segundo trimestre de 2008, los trabajadores mexicanos en Estados Unidos enviaron el equivalente a 8.7 por ciento del total de sus salarios, mientras que durante el mismo trimestre de 2006 la proporción era de 10 por ciento.  

En opinión de Banamex-Citigroup, la incertidumbre sobre las perspectivas de empleo podría afectar las decisiones de los trabajadores mexicanos en torno el monto y frecuencia del dinero que envían a sus familias.   

De acuerdo a un reporte del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), el porcentaje de migrantes latinoamericanos que envían dinero a sus países de origen cayó de manera significativa de 73 por ciento del total en 2006, a 50 por ciento en 2008.   

Los migrantes entrevistados argumentan que la desaceleración económica genera presiones a la baja en salarios y provoca mayor desempleo.   

Según el informe del BID, 68 por ciento de los entrevistados cree que la discriminación constituye un obstáculo mayor para encontrar empleos bien remunerados.