Acreedores de GM aceptan nueva oferta

BERLÍN/DETROIT. General Motors (GM) logró ayer que un grupo importante de acreedores aceptara una nueva oferta de canje de bonos por acciones, lo que permitiría que el proceso de bancarrota que enfrenta sea veloz y más suave, pero la venta de su unidad alemana Opel entró en terreno pedregoso.

El anuncio del canje de deuda fue la más clara señal de que la automotriz se prepara para declarar en los próximos días la mayor bancarrota industrial en la historia de Estados Unidos.

Un funcionario de alto rango de la administración del presidente Barack Obama dijo bajo condición de anonimato que la quiebra de GM duraría entre 60 y 90 días.

La empresa, que trabaja bajo presión para lograr un fuerte ajuste de gastos que le permitan sobrevivir a la peor crisis económica en décadas, ya había logrado esta semana un acuerdo global con su mayor sindicato, que estaba siendo refrendado ayer por sus miembros en cada planta.

El capital de la nueva GM que emergerá tras la reestructuración en marcha quedaría dividido en 72.5% para el gobierno de Estados Unidos, 10% para los acreedores y 17.5% para el fideicomiso que administra los beneficios de retiro y salud de los empleados.

En la nueva oferta de canje, los tenedores de bonos recibieron además garantías para poder comprar 15% adicional de la firma. A cambio, ellos avalarán la venta de los activos más valiosos de la empresa a la nueva GM.

El comité que representa a los mayores tenedores de bonos dijo que la nueva propuesta es “la mejor alternativa (...) en la actual difícil situación”.

Más tarde, dos grupos de tenedores individuales de bonos rechazaron la propuesta, que estará abierta hasta las 17:00 horas del sábado, hora del Este en la Unión Americana.

El funcionario estadounidense dijo que se espera un nivel de aceptación de al menos 35% a la nueva oferta de canje, al tiempo que calculó que la ayuda financiera estatal que podría recibir la nueva GM sumaría 40 mil millones de dólares, incluyendo nueve mil millones de dólares de Canadá.

Formalmente, el gobierno de Estados Unidos ha expresado que la decisión de los acreedores es un paso importante en el proceso de reforma de GM, la mayor automotriz del país que emplea a muchos miles de personas.

Crisis alemana

Mientras tanto, en Europa, una pelea entre Berlín y Washington amenazaba con dejar a Opel sin protección financiera frente a la inminente bancarrota de su matriz General Motors.

El ministro de Relaciones Extranjeras alemán, Frank-Walter Steinmeier dijo tras los roces que logró garantías de la secretaria de Estado estadounidense, Hillary Clinton, de que presionaría para encontrar una solución para Opel.

“Clinton dijo que se pondría en contacto con el secretario del Departamento del Tesoro (Timothy) Geithner para conseguir tanto apoyo de Estados Unidos como sea posible para esta situación”, dijo en un comunicado.

Alemania intenta cerrar un esquema que le permita a Opel operar durante la eventual bancarrota de GM, pero ministros alemanes aseguraron que los negociadores estadounidenses y GM patearon el tablero al revelar a último momento que la firma necesita 300 millones de euros adicionales en efectivo en el corto plazo.
El funcionario de alto rango del gobierno de Obama aseguró que las conversaciones por Opel habían mejorado ayer tras el “sacudón” del miércoles por la noche.

Más allá de los cruces entre los negociadores de ambos países, la automotriz italiana Fiat y el fabricante de autopartes austro-canadiense Magna siguen en carrera para quedarse con Opel, dijeron ministros alemanes.

El grupo de inversiones RHJ International, con base en Bélgica, fue removido de la competencia y la china Beijing Automotive Industry no estuvo presente en la reunión, aunque quedó abierta la opción para que vuelva con una oferta más detallada.

CIEN DÍAS DEL PLAN ECONÓMICO DE OBAMA
¿Da resultados el estímulo?

WASHINGTON. Cuando se cumplen 100 días desde que entró en acción el paquete de estímulo económico por 787 mil millones de dólares del presidente Barack Obama, demócratas y republicanos pintan panoramas completamente distintos de cómo está funcionando.

En febrero, cuando Obama impulsó el paquete de estímulo económico en el Congreso, de mayoría demócrata, prometió que el plan salvaría o crearía de tres a cuatro millones de empleos en aproximadamente dos años.

Hasta ahora, el plan ha creado cerca de 150 mil puestos de trabajo según los demócratas, lo que significa una cifra relativamente pequeña en una economía que aún recorta cientos de miles de empleos al mes como consecuencia de la recesión.

“La ley de estímulo ha sido un fracaso fiscal y no hay nada que celebrar”, dijo John Culberson, representante republicano de Texas. “El presidente Obama debería dejar de hacer fiestas y recolecciones de dinero en Las Vegas y comenzar a discutir la urgente crisis fiscal que amenaza nuestra estabilidad económica y fiscal”.

Eric Cantor, representante de Virginia y segundo republicano en jerarquía en la Cámara de Representantes, ha dicho que proyectos como un parque para patinetas por 550 mil dólares en Rhode Island son una evidencia del dinero de estímulo desperdiciado. (Reuters)