Y esta historia se acabó

ZAPOPAN, JALISCO (28/ABR/2012).- Tecos dijo adiós. Y no fue como lo hubiera querido, ya que fue con un empate ante Querétaro a un gol en la Jornada 17 del Clausura 2012, pero la despedida no dejó de ser emotiva.

Entre aplausos de las aproximadamente 15 mil personas que se dieron cita, el Tres de Marzo dejó atrás una historia que devino en un título en 1994 y un subcampeonato en el 2005.

El grito de “¡Tecos, Tecos!” se escuchó muchas ocasiones en todo el estadio, como hace tiempo no se sentía en el Coloso de la Avenida Patria, provocando un sentimiento agridulce en muchos que pensaron qué hubiera sido si ese mismo apoyo lo hubieran externado durante todo el torneo.

Lo que queda para la posteridad es el llanto de Juan Carlos Leaño al término del partido.

El siempre polémico jugador, y también hijo del dueño del equipo, agradeció a la afición el apoyo y ésta le brindó un aplauso sincero, uno que escasas veces se observó en su carrera profesional.

Los universitarios terminan en la última posición el Clausura 2012, con 12 puntos, dejando en penúltimo a Querétaro, que también sumó 12, pero tuvo una mejor diferencia de goles. Los Gallos Blancos seguirán peleando el descenso para el próximo año futbolístico, mientras que los zapopanos comenzarán una nueva historia en la División de Ascenso.

El partido

La primera parte brindó poco futbol, llegadas esporádicas por parte de los equipos, quizá más dominio de los zapopanos.

Dos llegadas reales de peligro fueron las que se observaron, las dos de los emplumados; al 33’, un disparo de media distancia de Alejandro Castro que se fue a estrellar en el travesaño del arco queretano, y al 39’, Efraín Cortés sacó el balón cuando éste estaba por entrar a la portería, luego de una diagonal que mandó Rubens Sambueza a Eduardo Lillingston.

Los goles

El grito de gol llegó al 63’, luego de una jugada en contragolpe que inició en terreno propio Rubens Sambueza, quien arrancó y en medio campo dejó el esférico en Elgabry Rangel; éste le regresó, abriendo al costado izquierdo, Sambuea mandó el centro que es desviado por le defensiva visitante, pero recuperó Rodrigo Ruíz en el costado derecho, recentró a segundo poste a la llegada de Braulio Luna tras barrerse para encontrarse con la pelota y vencer a Javier Romo. El último gol en 37 años.

El entusiasmo de los locales creció, por lo que fue en busca del segundo tanto, sin embargo, se descuidó defensivamente y al 80’ llegó el empate de los Gallos. Tiro libre por el costado de la izquierda que cobró Israel López a segundo poste, nadie de la defensiva de los emplumados sacó el esférico por lo que llegó Christian Pérez para cabecear y batir la meta de Christian Martínez, en una de las pocas llegadas de los Gallos Blancos.

ALINEACIONES

Tecos.- Christian Martínez, Duilio Davino, Juan Carlos Leaño, Oswaldo Alanís, Alejandro Castro, Hugo Colace (Braulio Luna, 58’), Gerardo Galindo, Elgabry Rangel, Rubens Sambueza, Eduardo Lillingston (Édgar Solís, 79’) y Rodrigo Ruíz (José Reyes, 75’). D.T. Héctor Eugui.

Querétaro.- Javier Romo, Efraín Cortés, Juan Ocampo, Israel López, Mitchel Oviedo (Alberto García, 75’), Adrián García, José Martínez, Sergio Ponce (Daley Mena, 23’; Germán Alemano, 44’), Marco Jiménez, Isaac Romo y Christian Pérez. D.T. Ángel Comizzo.

LA VOZ DEL EXPERTO
Se van y quién sabe si volverán

por alejandro ramírez

La dirigencia de Estudiantes patentó el manual perfecto de cómo descender a un equipo. Vienen tiempos de cambio y deben de ascender pronto, sino sufrirán la misma suerte que el Oro, Nacional, Jalisco y Leones Negros.

Estudiantes Tecos no pudo despedirse de la Primera División con un triunfo, debido a que muchos de sus jugadores actuaron como en todo el campeonato: distraídos, sin compromiso, poco sacrificio para apoyar al compañero. Los emplumados fueron en este partido el reflejo de todo el torneo.

Estudiantes cerró el partido del adiós sin corazón; los jugadores saltaron al campo pensando en las vacaciones o en qué equipo jugarán el campeonato entrante.

Si al menos ocho jugadores de los que actuaron en cada partido de Estudiantes hubieran tenido la garra o intensidad de Juan Carlos Leaño, la picardía de Rodrigo Ruiz, el profesionalismo de Christian Martínez y la seguridad que les brindó Héctor Hugo Eugui, el descendido hubiera sido otro.